El primer duelo terminó en empate y no por que el Moudrid saliera a por el Barça si no por todo lo contrario, ya que el equipo de Pep se encontró con que tenía el balón mucho más fácil de lo que se esperaba y que a pesar del inconveniente del césped podían hacer con el casi lo que quería, hasta que Pepe o Khedira daban una patada y cortaban el juego (sin que les mostraran tarjetas). En momentos la posesión llegó a ser de más del 80%, increíble teniendo en cuenta que el equipo de la capital se gastó más dinero en fichajes que todos los que le siguen en la clasificación juntos.
El Barça fue infinitamente superior al Moudrid en todas las facetas, menos en los córner dónde ellos salieron victoriosos y crearon alguna ocasión de peligro. A pesar de la ayuda arbitral al no señalar muchas de las faltas que hacía el equipo blanco para parar el juego y si señalar las que no eran en las proximidades del área de Valdés, sólo hubo en el campo un once con intención de jugar al fútbol y ganar el partido. Este Moudrid no es el Madrid que recordamos, es un equipo inferior al Barça, pero muy inferior en todo, en el juego, en las formas, los contenidos, en todo, todo, todo. Vale que pudieron ganar el partido porque ocasiones tuvieron para hacerlo, pero no todo tiene que valer para ganar; un equipo como el de la capital tiene que tener una identidad y no ser una burla para sus propios espectadores (que sin embargo adoran al portugués llorón) y un insulto para el fútbol. El partido comenzó con un Moudrid decidido a no dejar jugar al Barça con dos líneas de 4 muy juntas en defensa, con Pepe (este tío no debería de acabar ningún partido, hace más faltas que pases) incrustado en el medio campo para ayudar a Xabi y Khedira a destruir el juego del Pepteam. Por supuesto no surgió efecto, o por lo menos no tanto como el césped (estaba alto y seco al más puro estilo equipo de barrio) ya que el Barça se hizo más pronto de lo previsto con la posesión y por lo tanto con el dominio del juego, y a los 20 minutos la tuvo Messi tras un buen pase de Iniesta que lo dejó solo ante Casillas que le adivinó el intento de vaselina. Después de esta jugada el Barça se envalentonó un poco más y al ritmo que marcaba Leo se aproximaba a la meta de Casillas, mientras el Moudrid intentaba acercarse por medio de contras rápidas llevadas por Di Maria o Khedira, ya que de Cristiano no se tenían noticias, salvo en un remate de córner que sacó Adriano (muy buen partido en defensa) bajo palos. Para entonces el árbitro ya se había comido un claro penalti de Casillas a Villa (sin duda el peor del Barça).
La segunda parte comenzó como la primera y a los diez minutos Xavi envía un balón a Villa que Albiol se come para después cometer un claro penalti sobre el Guaje y ganarse la expulsión. Messi hace el 0-1 y el equipo se relaja, se dedica a tocar y tocar mientras el público del Bernabéu duda entre silbar o aplaudir. Al cuarto de hora Puyol da el susto y se lesiona, entrando Keita en su lugar y pasando Busquets al eje central. El equipo se resiente un poco y el Moudrid empieza a crear un poco de peligro a base de arreones y de balones enviados a Adebayor (entró por Benzema, al igual que Ozil por Di Maria) al más puro estilo de equipo menor. Entra también Afellay por Pedro (no se debe forzar con el tinerfeño) y vuelve un poquito más loco a Sergio Ramos. El Barça domina pero los blancos cada vez contragolpean con mayor peligro, mientras tanto Villa falla controles y ocasiones.
A falta de ocho minutos el árbitro se inventa un penalti de Alves a Marcelo que Cr7 marca.
El Barça había perdido la oportunidad de humillar de nuevo a un equipo que tuvo a su merced durante buena parte de la segunda mitad y lo dejó “resucitar”. El Barça sentencia la Liga en casa del enemigo, pero no aprovecha para hacer sangre en la herida justo antes de jugarnos el título de Copa.
Nota: Destacable fue el partido de Adriano, ilusionante la vuelta de Puyol, sorprendente la actitud de Iniesta y Xavi en un patatal y decepcionante la aportación de Villa a pesar de que le hicieron dos penaltis.
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El Barça fue infinitamente superior al Moudrid en todas las facetas, menos en los córner dónde ellos salieron victoriosos y crearon alguna ocasión de peligro. A pesar de la ayuda arbitral al no señalar muchas de las faltas que hacía el equipo blanco para parar el juego y si señalar las que no eran en las proximidades del área de Valdés, sólo hubo en el campo un once con intención de jugar al fútbol y ganar el partido. Este Moudrid no es el Madrid que recordamos, es un equipo inferior al Barça, pero muy inferior en todo, en el juego, en las formas, los contenidos, en todo, todo, todo. Vale que pudieron ganar el partido porque ocasiones tuvieron para hacerlo, pero no todo tiene que valer para ganar; un equipo como el de la capital tiene que tener una identidad y no ser una burla para sus propios espectadores (que sin embargo adoran al portugués llorón) y un insulto para el fútbol. El partido comenzó con un Moudrid decidido a no dejar jugar al Barça con dos líneas de 4 muy juntas en defensa, con Pepe (este tío no debería de acabar ningún partido, hace más faltas que pases) incrustado en el medio campo para ayudar a Xabi y Khedira a destruir el juego del Pepteam. Por supuesto no surgió efecto, o por lo menos no tanto como el césped (estaba alto y seco al más puro estilo equipo de barrio) ya que el Barça se hizo más pronto de lo previsto con la posesión y por lo tanto con el dominio del juego, y a los 20 minutos la tuvo Messi tras un buen pase de Iniesta que lo dejó solo ante Casillas que le adivinó el intento de vaselina. Después de esta jugada el Barça se envalentonó un poco más y al ritmo que marcaba Leo se aproximaba a la meta de Casillas, mientras el Moudrid intentaba acercarse por medio de contras rápidas llevadas por Di Maria o Khedira, ya que de Cristiano no se tenían noticias, salvo en un remate de córner que sacó Adriano (muy buen partido en defensa) bajo palos. Para entonces el árbitro ya se había comido un claro penalti de Casillas a Villa (sin duda el peor del Barça).
La segunda parte comenzó como la primera y a los diez minutos Xavi envía un balón a Villa que Albiol se come para después cometer un claro penalti sobre el Guaje y ganarse la expulsión. Messi hace el 0-1 y el equipo se relaja, se dedica a tocar y tocar mientras el público del Bernabéu duda entre silbar o aplaudir. Al cuarto de hora Puyol da el susto y se lesiona, entrando Keita en su lugar y pasando Busquets al eje central. El equipo se resiente un poco y el Moudrid empieza a crear un poco de peligro a base de arreones y de balones enviados a Adebayor (entró por Benzema, al igual que Ozil por Di Maria) al más puro estilo de equipo menor. Entra también Afellay por Pedro (no se debe forzar con el tinerfeño) y vuelve un poquito más loco a Sergio Ramos. El Barça domina pero los blancos cada vez contragolpean con mayor peligro, mientras tanto Villa falla controles y ocasiones.
A falta de ocho minutos el árbitro se inventa un penalti de Alves a Marcelo que Cr7 marca.
El Barça había perdido la oportunidad de humillar de nuevo a un equipo que tuvo a su merced durante buena parte de la segunda mitad y lo dejó “resucitar”. El Barça sentencia la Liga en casa del enemigo, pero no aprovecha para hacer sangre en la herida justo antes de jugarnos el título de Copa.
Nota: Destacable fue el partido de Adriano, ilusionante la vuelta de Puyol, sorprendente la actitud de Iniesta y Xavi en un patatal y decepcionante la aportación de Villa a pesar de que le hicieron dos penaltis.
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