Barça 6 - Sporting de Gijón 0 (23-04-2016)


Goleada de campeón

El Barça cocina a fuego lento un triunfo inapelable sobre el Sporting en un segundo tiempo impresionante

Excepcional registro del Tridente, que fabrica un doble-cuatro para Suárez en su lucha por el Pichichi

Contrariamente a la reacción rápida, decidida y efectiva del equipo en Riazor el miércoles pasado, la victoria sobre el Sporting hubo que cocerla a fuego lento. El Barça impuso su ritmo y dominio desde el primer minuto, pero desde luego sin la vitalidad ni la precisión exhibida unos días antes, seguramente en condiciones más apremiantes y bajo mayor presión por aquello de haberse dejado casi la Liga contra el Valencia y la incógnita por resolver sobre cuándo tocaría fondo en la caída al vacío tras la derrota en el Camp Nou ante el Madrid.

Sabiendo que el Real y el Atlético habían resuelto con más o menos dificultades sus compromisos y puesto por delante del Barça como no hacían desde muchos meses atrás, a los azulgrana no les quedaba otra que asegurar los puntos para mantenerlos a raya conservando esa ventaja tan valiosa del gol-average a cuatro partidos para el final. Iniciado el partido, sin embargo, costó discernir si el ejercicio de parsimonia de la primera parte se debió a esas consignas contemporizadoras de Robert Fernández y del propio presidente Bartomeu, de no encajar por encima de cualquier otra consideración, a otra pseudo-pájara, al hecho de sentirse más que tranquilos con el 1-0 conseguido relativamente pronto, en el minuto 13 obra de pillería de Messi, o a la actitud también calmosa del Sporting, que se dedicó a perder tiempo sin la menor vergüenza tras encajar el gol.

Ciertamente el Barça dispuso de otra muy clara de Messi y sobre todo una de Luis Suárez en el 41 después de que Neymar arrastrara a toda la defensa y le dejase un balón que ni pintado. La defensa del Sporting, preocupada y eficiente a la hora de mantener al Barça lo más alejado posible de su área, consiguió rechazar su disparo a boca de gol.

En cambio, el Sporting se despidió antes del descanso con un doble remate, inquietante, finalmente alejado por Piqué con una maniobra costillar de muy bella factura. A los diez minutos de la reanudación el panorama había cambiado bastante, ya le habían anulado un gol a Messi por una inexistente carga de Suárez contra el portero Cuéllar y el propio Leo fue protagonista de un par de excelentes maniobras de ataque, sin duda porque el Barça había salido con la determinación suficiente y el Sporting había dado un pequeño paso hacia adelante. Neymar, en un partido de constante trabajo y presencia, dispuso de una ocasión muy clara que también Cuéllar se encargó de conjurar.

Era otro partido, por suerte dinámico y decididamente azulgrana cuyo equipo pudo disponer de un penalti por manos de la defensa, clarísimas, en un remate de Suárez al cuarto de hora. No obstante faltaba por llegar ese segundo gol que al menos disipara los nervios de los culés más traumatizados por la historia e insensibles al hecho de controlar el partido y demostrar una insultante superioridad. Inevitablemente Leo inició la jugada que dejó a Iniesta un espacio notable por la izquierda. Su centro raso y colocado lo remató Suárez, inapelable, en el 64.

Madridistas y ‘colochoneros’ debieron apagar el televisor tras ese segundo gol, seguros de un desenlace inalterable a efecto de clasificación en el partido del Camp Nou. Pospuesta la emoción del liderato el partido se sumió, por consenso, en una calma chicha. El Sporting no se veía capaz de mucho más, así que trató de ordenar las líneas preparándose para una sesión de Tridente con el doble objetivo de resarcir a Neymar y sobre todo de reforzar a Suárez de cara al Pichichi.

Un penalti (por mano) en el 74 le brindó la oportunidad de añadir el segundo de la noche y colocarse líder, un gol por encima de Cristiano Ronaldo. Al final, valió la pena el mal rato para asistir al despertar de un Barça con ideas muy claras y finalmente con la precisión mecánica de un motor bien engrasado para cumplir con la misión de la noche. Neymar, soberbio, le fabricó el penalti del Hat-trick del uruguayo y la ola no se hizo esperar en el Camp Nou en honor de un Barça que, sin duda, puede y merece ser campeón de esta Liga. Dio tiempo de todo todavía, pues Neymar provocó y transformó otro penalti -lo necesitaba- mientras que Leo Messi le fabricó a Suárez su cuarto gol para otro excepcional registro de este equipo, un doble-cuatro de Suárez en dos partidos consecutivos. Increíble.

Crónica publicada por Francesc Perearnau, MD.com




















































Fuente fotos: www.mundodeportivo.com, www.laopiniondemalaga.es y www.marca.com
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