Barça 3 - Nápoles 1 (Vuelta 1/8 Final Champions League) (12-3-2024)

¡Éxtasis barcelonista y a cuartos!
 
En plena comunión con la grada de Montjuïc y en uno de los mejores partidos de la temporada, el Barça deja KO al Nápoles con goles de Fermín, Cancelo y Lewandowski

Mágica y maravillosa noche en Montjuïc. El Barcelona vivió su mayor alegría en lo que va de temporada en un gran partido de fútbol que tuvo de todo: momentos brillantes, momentos de sufrimiento, grandes goles, sacrificio y, sobre todo, el éxtasis de una afición entregada. Los goles de Fermín y Cancelo marcaron un inicio estratosférico, acortó distancias Rrahmani, aguantó el Barcelona y renació al final con el impulso de un gran Sergi Roberto y gol de Lewandowski, para meterse en cuartos de final de la Champions.

El entrenador barcelonista había pedido que Montjuïc pareciese el Camp Nou. Y realmente lo pareció. Lleno hasta la bandera y una afición entregada, con menos turistas de lo habitual. La ‘gent blaugrana’ no falló. Estalló de alegría, acompañó al equipo en sus momentos bajos, que los hubo, y fue el jugador número doce. Así da gusto.

No dudó Xavi en mantener la apuesta por la juventud. Cubarsí fue un ‘kaiser’ en defensa y Fermín y Lamine Yamal fueron la munición con la que el conjunto barcelonista dinamitó al conjunto italiano en un arranque de partido memorable. Pero hubo varias fases en el mismo partido y, después de la energía del comienzo, el conjunto barcelonista no fue capaz de liquidar la contienda. Sin dos de sus mejores ‘peloteros’, en la enfermería, y desgastado por el esfuerzo inicial, el Barcelona dejó con vida a su rival, como ya había ocurrido en la ida.

Ya se vio en los primeros minutos que los jóvenes iban a ser protagonistas. Ei inicio fue intenso, con una salida presionante del Nápoles y un duelo ganado por Cubarsí ante Osimhen, que buscaba marcar el terreno al joven que comenzó la temporada jugando la Youth League y se encontró con que fue el jovenzuelo el que se lo marcó a él. Una pérdida de Osimhen va propició la primera ocasión del Barcelona. Y también Lamine Yamal marcó territorio, sentando a Mario Rui a la primera en lo que fue un anticipo de lo que iba a venir. Tanto él como su sustituto vivieron una pesadilla.

Sin aflojar en la que fue la puesta en escena ideal, tal vez la mejor de la temporada, Fermín chutó sin pensárselo después de una recuperación de Lamine Yamal. Y poco después el propio Fermín tuvo otra tras un pase descomunal de Cubarsí a la espalda de la defensa; se desmarcó el joven andaluz y controló, pero su remate fue forzado y salió alto.

Goleó finalmente Fermín a la tercera que tuvo. Apertura de Cubarsí a Cancelo, pase interior a Raphinha, asistencia del brasileño y remate impecable de Fermín. Pasaron solamente dos minutos hasta el siguiente estallido. En pleno ‘momentum’ barcelonista, Lamine Yamal se llevó un balón en defensa y abrió en vertical a Raphinha. El brasileño remató al poste y Cancelo recogió el rechace para marcar el segundo ante una defensa napolitana completamente desajustada.

Un inicio demoledor del Barcelona, con los jóvenes al mando y un Raphinha muy intenso, pusieron la eliminatoria muy cuesta abajo, pero entonces el equipo echó de menos a las bajas que sufre: faltó capacidad para cerrar el partido y, con muy poco, el Nápoles volvió a la pelea. Lo intentaba Kvaratskhelia, aunque topaba con un Koundé muy concentrado, y lo probaba Traoré con sus llegadas, pero el gol llegó por la banda de Cancelo, donde Di Lorenzo creaba peligro con sus subidas y conectaba con Politano.

Internada del extremo con centro al área, donde subió al remate y marcó Rrahmani. El Nápoles se metía en el partido después de un muy buen arranque barcelonista y estuvo a punto de empatar en un remata de cabeza de Di Lorenzo que Ter Stegen mandó a córner.

Ralentizado el juego y el dominio inicial azulgrana, el Nápoles pasó a dominar y así comenzó el segundo tiempo, con un Barcelona cansado e impreciso que en nada se parecía al de los primeros minutos. Tocaba apretar los dientes y esperar un rearme que iba a llegar con los cambios de Xavi.

Intentó el gol Raphinha, después de muchos minutos sin poner a prueba a Meret, que rechazó el remate de Raphinha a pase de Cancelo, que combinó acciones brillantes en ataque con acciones delirantes en defensa, como un cabezazo hacia su propia portería que provocó un lío en el área que casi supone un disgusto para Ter Stegen.

Sin que el Nápoles aprovechase el bajón del Barça para empatar, los cambios de Romeu y Sergi Roberto por Christensen y Fermín, agotados, dieron aire al equipo y Meret volvió a evitar la sentencia en nueva acción de un Raphinha y, sobre todo, en un chut lejano de Gündogan.

Jaleado por un público incansable, el Barcelona había recuperado la energía para afrontar la última fase del partido. Los cambios permitieron a Gündogan avanzar su posición y Sergi Roberto dio aire a una medular que la necesitaba, mientras era el Nápoles el que vaciaba su depósito y tomaba aire para una última carga.

Aún podía haber marcado Lamine Yamal, pero su rosca salió fuera por muy poco, mientras en la otra portería el recién entrado Lindstrom cabeceaba alto. Y apareció un gran Sergi Roberto, el de los momentazos europeos, para internarse, comibinó con un clarividente Gündogan, entró y dio el gol a Lewandowski, que tuvo el premio a su trabajo. Todo decidido pese a un último arreón del Nápoles con chut al palo.

Crónica publicada por Joan Poquí, MD.com
 

TE LO CANTA ALFREDO




























































 Fuente fotos: www.mundodeportivo.com y www.laopiniondemalaga.es

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