Málaga 1 - Barça 2 (23-01-2016)


Messi salva al peor Barça

Luis Enrique se la jugó con un once de alto riesgo y casi pierde la partida

Aunque marcó en el primer minuto, el resto fue un calvario para todas las líneas

En su peor partido liguero de la temporada, a punto estuvo el Barça de estrellarse contra un Málaga al que hizo grande con una alineación de alto riesgo y un juego huérfano de todas aquellas cualidades que le adornan y se le suponen. Pensando en los dos partidos que vienen y tratando de aliviar la fatiga de algunos futbolistas Luis Enrique jugó con fuego y quizá arriesgó más de la cuenta. Eso, o el fondo de armario es mucho peor de lo que parece. Al final, victoria por la mínima, siempre gol de Messi salvador, y gracias, pero gran victoria al fin y al cabo.

Todo fue delirante hasta el descanso, empezando porque antes del primer minuto el árbitro ya se había comido una amarilla por agresión a Vermaelen y el Barça había marcado el primer gol, que llegó tras un pase antológico de Messi a Suárez, dentro del área, casi en la línea de fondo, cuyo remate pasó por debajo de los pies de Kameni. El balón suelto lo remató sin oposición Munir. A la vista de una estadística tan adversa del Barça en Málaga y contra el Málaga, el segundo equipo menos goleado de la Liga, el 0-1 tan madrugador habría de ofrecer un escenario bien distinto al que fue, con un Barça desaparecido que progresivamente empeoró hasta encajar el gol del empate. Antes, sin embargo, ya las había pasado canutas como resultado de lo peor de su adversario, el ataque, lo que puede dar una idea del nefasto rendimiento del equipo de Luis Enrique en el entorno de Bravo, quien por cierto ya había salvado en el minuto 13 un gol a disparo del Chori Castro, peligrosísimo y finalmente repelido por su poste izquierdo.

El gol de Munir había sido un espejismo, una iluminada de Messi en un equipo azulgrana desnaturalizado por una alineación que, sin entrar en más razonamientos, no funcionó. Tal fue el desastroso partido de Vermaelen o lo poco que aportaron tanto Aleix Vidal como Adriano que el resto del equipo pareció venirse abajo.

En el centro del campo, por la propia espiral negativa del equipo, ni Iniesta ni Busquets tuvieron el protagonismo de siempre y en cuanto a Turan tampoco mejoró respecto a otros partidos, estuvo algo más activo pero acabó por marear al equipo. Sin motor, la delantera se enfrió hasta casi el letargo del que salió sólo tras el 1-1 en una acción, tras fallo garrafal del Málaga, con disparo final de Leo que salvó un defensa in extremis.

El Barça echó tanto de menos a Piqué, mostrando además unas debilidades francamente alarmantes, que el Málaga se sintió por momentos capaz de todo. En la segunda parte o el Barça se ponía serio o podía sufrir un fuerte revés en un muy mal momento de la Liga. Amenazado con una tarjeta, hizo muy bien Luis Enrique en dejar a Vermaelen fuera del equipo y algo cambió, no sólo porque entró Mathieu.

El entrenador también debió dar también alguna instrucción para recuperar lo mejor del Barça, el control del juego y del balón, extrañamente perdido en La Rosaleda a causa de una maléfica combinación de jugadores, que todos son buenos y valiosos pero no necesariamente en cualquier orden. Como al empezar, el Barça dio primero, a los 4 minutos, gracias a un remate en caída de Leo a centro de Adriano. Un gol magnífico de ejecución y muy conveniente dadas las circunstancias y también el estado del terreno de juego, seco, espeso y lento.

Entró Rakitic para recobrar las mejores sensaciones colectivas con la pequeña pero importante urgencia de marcar el tercero para estar un poco a salvo de mayores peligros incluso que la presencia de Vermaelen en el campo. La situación pareció pacificarse con la mejor estructura del Barça y más respetada por el Málaga, que dio un paso atrás para empezar a jugar el partido que debió ser desde un principio y no caricaturizado por un exceso de rotaciones.

Aún así, le costó al Barça dominar con cierta autoridad a su enemigo, bien organizado en la destrucción y con el guión muy claro tratando de contragolpear a más floja de las líneas defensivas posibles del equipo azulgrana. Iba a ser un enredo hasta el final, una tarde torcida y para olvidar en el transito hacia una semana con Copa el miércoles, ante el Athletic, y el líder el sábado en el Camp Nou, donde está muy claro qué once jugadores formarán el titular y quienes no están para defender el fuerte.

Crónica publicada por Francesc Perearnau, MD.com







































































Fuente fotos: www.mundodeportivo.com y www.laopiniondemalaga.es
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