Espanyol 0 - Barça 0 (02-01-2016)


Un derbi con demasiados palos

El Barça sigue sin perder en Cornellà-El Prat, pero fue incapaz de ganar un partido en que Messi y Suárez estrellaron sendos remates en la madera y el Espanyol abusó de las faltas para frenar a los barcelonistas

El Barça no conocía la derrota en el campo del Espanyol en Cornellà-El Prat. No perdía en un derbi desde la temporada 2009. Pero ya dijo Luis Enrique que no le gustaba nada jugar tres derbis consecutivos ante los ‘pericos’. Esa clase de encuentros son especiales, por algo se juegan desde 1900. El Barça sigue invicto en el nuevo estadio blanquiazul, pero fue incapaz de ganar y siquiera marcar. Un hecho que no sucedía desde el nefasto partido de Anoeta hace ahora un año.

El cuadro de Constantin Galca logró equilibrar el partido como en aquellos combates de boxeo en que el púgil inferior buscaba el cuerpo a cuerpo de forma constante para que el campeón no le alcanzara y le tumbara con un golpe acertado. Y cómo el colegiado le permitió esa táctica, sobre todo en la primera parte, sacó fruto de ello. Ahora se jugará un nuevo derbi el día de Reyes en el Camp Nou y todavía le quedará otro en Cornellà-El Prat, el día 13. Demasiados derbis, Lucho tiene razón.

Palos y más palos

La primera parte del derbi fue una cuestión de palos. Los hubo en el juego duro del Espanyol que buscaba el choque directo, con una sucesión de faltas (sobre todo a Neymar), que el nefasto González González, no fue capaz de parar. También hubo un palo, en este caso futbolístico, de Leo Messi que estrelló su tercer remate en la madera en dos partidos, fue una falta magistral que acabó en el travesaño. El equipo azulgrana, por su parte, sumaba 14 remates a los postes.

El Barça cayó en la trampa que le planteó el Espanyol de un partido en el que el fútbol pareció quedarse en el vestuario. Galca hizo presionar a los suyos arriba y abusar de las faltas mal llamadas tácticas. Luis Enrique sacó a su equipo de gala y sólo hizo un retoque que ya habíamos olvidado desde el Bernabéu: Luis Suárez jugó por la derecha y Lionel Messi lo hizo por el centro.

Lamentablemente, González González, el teórico árbitro, pareció estar ausente. Dejó jugar al límite del reglamento al Espanyol y los blanquiazules lo aprovecharon a fondo. Neymar fue la gran víctima, le cosieron a patadas. El segundo damnificado fue Suárez y el tercero Messi. El colegiado no dio una a derechas. No frenó el fútbol excesivamente físico de los espanyolistas, aunque, tampoco, se atrevió a mostrarle la segunda tarjeta amarilla a Mascherano.

El Barça pudo marcar en una jugada entre Suárez y Alba, a la que Jordi no llegó por muy poco. En otra de Neymar. Aunque como ya queda reseñado, la gran ocasión fue el tiro al travesaño de Messi en saque de falta directa (35’). El Espanyol no disparó una sola vez entre los tres postes. La única sensación de peligro que dio fue un balón que no controló Claudio Bravo que Gerard Pique despejó oportunamente para evitar problemas.

En esa primera mitad, por parte del Barça, sólo Andrés Iniesta tuvo la claridad de ideas para mantener y jugar el balón, apoyado por Sergio Busquets. El resto fue una sucesión de errores en el pase (forzados o no), dónde apenas hubo continuidad por la cantidad de faltas que se realizaron.

Diferente al día del Madrid

El Espanyol, ahora con Constantin Galca en el banquillo, no cayó en el error del día del Real Madrid con Sergio González en el banquillo. Salieron a presionar arriba, casi marcaron al hombre a los hombres básicos del Barça en la organización de su juego. Pero no dejaron espacios atrás. Los hombres de Luis Enrique no tuvieron los metros que disfrutaron los de Rafa Benítez que golearon fácil en la primera mitad. Tampoco defendieron con la misma intensidad. Este sábado jugaron al límite durante esos primeros 45 minutos. Tras el descanso, en cambio, notaron la fatiga, el desgaste físico y el Barça empezó a crear ocasión tras ocasión, a tener espacio como le gusta. Y, sin embargo, crearon su primera ocasión de peligro en una ‘cabalgada’ de Hernán Pérez con tiro ajustado.

Los blanquiazules seguían sin salir cómodos desde atrás, pero es que, además, ya no defendían igual. El Barça ya se instaló en el campo de los ‘pericos’ que, ni siquiera, hacían las mismas faltas de la primera mitad. Galca se dio cuenta de ello y movió su banquillo.

Jugadón de Suárez

Luis Suárez se mantuvo muy activo todo el partido, pero es que en el inicio de la segunda parte hizo un jugadón que si acaba en gol merece otra estatua en su pueblo. Rakitic le pasó el esférico y tras dos regates increíbles, tras cambiarse de pie el balón, su remate se estrelló en el poste con Pau batido. Era el segundo remate del Barça a la madera, el séptimo en dos partidos, sumando los cinco ante el Betis en el Camp Nou. ¡Increíble!

Galca metió a Gerard Moreno por el ‘locuaz’ Burgui. Buscaba algo de fuerza arriba porque su equipo hacía aguas y se había echado atrás.

El Barça pasó a claro dominador del partido, aunque al estar tan adelantado llegaban ocasiones para el Espanyol como una de Asensio que conjuró Neymar pegándose un carrerón tras el isleño. El brasileño no se escondió nunca en el derbi. Se entró en una fase en que cualquier error podía equivaler a la derrota.

Lucho dio entrada a Sergi Roberto por un Iván Rakitic más gris que en otros partidos. El técnico del Barça compensaba el cambio de bandas que hizo Galca con Asensio y Hernán Pérez.

Oportunidad de Neymar

En esa fase final del partido, Neymar, otra vez él, hizo un remate acrobático tras buena jugada del equipo que Pau conjuró sin mayores preocupaciones. El Barça estaba espeso en ataque y no sabía aprovechar que el Espanyol estaba ‘tocado’.

Los dos equipos jugaban con sus líneas muy separadas. El campo se hacía muy largo para uno y otro conjunto.

Esos minutos finales siguieron el camino d ela primera mitad, con un Espanyol que se aferró al empate con todas sus fuerzas y un Barça muy romo en ataque, desquiciado y demasiado pendiente de las decisiones arbitrales. Sólo una falta tirada con maestría por Messi pudo decantar el marcador.

El conjunto de Galca logró un empate sin haber rematado en una sola ocasión entre los tres palos a lo largo del partido. En el Camp Nou jugando así, igual no les sale igual de bien.

Crónica publicada por Francesc Aguilar, MD.com

































Fuente fotos: www.mundodeportivo.com, www.laopiniondemalaga.es y www.marca.com
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