1-1: El Barça sella su pase a Wembley tras empatar con el Real Madrid
Yes, we go to London! (Sí, nos vamos a Londres). El Barça jugará la final de la Champions en Wembley, su estadio mágico, el escenario en el que el 'Dream team' logró la primera Copa de Europa de su historia en 1992. Y lo más seguro, salvo que el Schalke protagonice este miércoles un milagro, es que se repita la finalísima de Roma del 2009 frente al Manchester United.
El equipo de Pep Guardiola buscará así su segunda Champions, para sumarla a las dos anteriores. Y lo hará a lo grande, tras vencer a un Real Madrid, que por un día, ha intentado jugar al fútbol, pero que ha sido superado por la 'máquina' blaugrana, con José Mourinho viéndolo por televisión desde el hotel, al estar sancionado. El Barça que llevaba ventaja desde el Bernabéu por 0-2 no ha especulado nunca, ha buscado la victoria desde el primer minuto de partido. El empate final tiene sabor a victoria, el 3-1 final no admite dudas por más que los madridistas se quejen de la jugada en que CR7 derribó a Mascherano y el árbitro ha pitado falta antes de que Di María batiera a Valdés. Poco argumento para la diferencia futbolística que ha existido entre los dos equipos.
Esta vez no ha existido pelea por si se regaba o no el césped. La lluvia se ha encargado de hacerlo y de que forma. Eso ha hecho que el balón circulara rápido en algunas zonas y, en cambio, en otras se frenara. Con todo, el Barça ha sabido, en todo momento, administrar bien el control del balón, salvo en los primeros minutos en que el Real Madrid ha sabido presionar bien arriba.
Rondo mágico
El Barça ha ido, minuto a minuto, imponiendo su ritmo, su fútbol, su control y posesión del balón. Y ha confirmado su superioridad en un último cuarto de hora maravilloso en que si no llega a ser por un sensacional Iker Casillas se van al vestuario casi con una 'manita' de goles en su contra.
El Barça ha empezado a hacer daño con sus dos teóricos extremos muy abiertos, con Villa (que se vengaba deportivamente del duro Arbeloa) y un Pedro que le ganaba la partida a un Marcelo que no podía con el canario, muy entonado todo el partido. Eso se complementaba con un Messi que hacía daño por el medio, con sus cambios de ritmo, sus tiros y, sobre todo, con sus pases para las diagonales de los exteriores. Xavi e Iniesta lograban superioridades numéricas tras superar la segunda línea de presión madridista. De paso, la presión barcelonista empezaba a funcionar a la perfección, hasta el punto de lograr arrebatar al Madrid 51 balones. ¡Una auténtica animalada!
Todo eso se resumía en un carrusel de oportunidades del Barça que, hasta entonces, sólo había rematado entre los tres postes con un inocente cabezazo de Busquets, sólo dentro del área pequeña, que Casillas paró sin problemas (19').
Primero fue Messi, luego Villa y, otra vez, Leo. Casillas ha estado soberbio en sus tres intervenciones. El Barça se ha ido al vestuario con un injusto 0-0 en el marcador. Habían rematado siete veces con peligro, entre los tres palos en cuatro ocasiones, por ninguna ocasión del Real.
En esos 45 minutos iniciales, el Real Madrid ha jugado mejor que en los otros clásicos y ha sido menos violento que en los otros enfrentamientos. Si acaso, Carvalho, que ha visto una amarilla nada más empezar, luego estuvo cerca de la roja en varias ocasiones, pero el colegiado De Bleeckere (que estuvo bien) se la ha perdonado.
Gol de Super Pedro
La segunda parte ha empezado igual que la primera, con un Madrid que quería dar la cara y un Barça que le esperaba atrás, 'arte' que no practica con excesivo acierto.
Pero ahí ha aparecido el Pedro de los grandes días, el que no falla en los partidos importantes, el que le tiene cogida la medida al Real Madrid. Su gol ha sido decisivo, ha valido medio billete para Wembley.
Y lo mejor es que ha sido un gol 'made in Barça', que ha empezado en Valdés (el mejor portero del mundo con el balón en los pies), que han seguido Mascherano, Alves e Iniesta, para que don Andrés haya dado un pase que sería la envidia de su ídolo Michael Laudrup. Iniesta le ha puesto un balón de oro a Pedro Rodríguez que el canario ha culminado con un gol histórico, con un 1-0 casi definitivo para lograr la clasificación para la finalísima. Era el minuto 54, Londres estaba ya a la vista.
Pedro le marcaba, de nuevo, al Madrid, como lo hizo el día de la 'manita' inolvidable, del 5-0 de la Liga, como lo hizo también en el 0-2 del Bernabéu, el año pasado. Hoy les ha vuelto a batir.
El partido ya estaba muerto, visto para sentencia, el Barça dominaba, pero el fútbol tiene estas cosas increíbles. Y así un error involuntario de Pedro en el control del balón lo ha aprovechado Xabi Alonso para darle un buen pase a un Di María siempre peligroso. El remate del argentino casi ha roto el poste de Valdés y el rechace ha vuelto al argentino que, con gran clase, ha cedido a Marcelo para que batiera a Víctor (64').El 1-1 sólo ha preocupado unos pocos segundos porque la afición del Barça ha estado en todo momento de diez. Su apoyo ha sido constante a lo largo del partido, nunca ha dejado que el Barça jugara sólo, ha sabido estar a su lado.
Con Abi
La guinda de la clasificación ha sido ver al gran 'Abi del Barça', presenciar como Eric Abidal salía a calentar y luego entraba por Carles Puyol mientras enloquecía todo el Camp Nou.
La imagen del partido ha sido cuando sus compañeros, tras acabar el partido sin mayores agobios, han manteado a Abi, como antesala de una 'sardana' inolvidable, de un círculo maravilloso e inolvidable, que ha sido la danza más bella y emocionante que uno se pueda imaginar. ¡Sí, sí, sí, nos vamos a Londres! La tercera Champions de esta etapa barcelonista que es ya leyenda, espera nada más y nada menos que en Wembley. Como gritó el Camp Nou, ¡Visça el Barça, Visca Catalunya! Visça todos los barcelonistas del mundo. Como han cantado los aficonados blaugrana, bajo la lluvia constante, "¡ser del Barça es, lo mejor que hay!"
Crónica publicada por Francesc Aguilar 03/05/2011
Fuente fotos: www.laopiniondemalaga.es, www.elmundodeportivo.es y www.marca.com
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