Post-partido Sevilla - Barça

"Primera parte para golear, segunda parte para olvidar". Así se podría definir el partido que el Barcelona hizo ayer en Sevilla. En los primeros 45 minutos los culés “jugaron” con los de Manzano que impotentes veían como el Barça se adelantaba en el marcador y dominaba el balón y el juego. Pero lo peor que se puede hacer en un partido de fútbol es especular con el resultado y no ser ambicioso, y eso fue lo que hizo el Barça, dejó escapar a un Sevilla mal herido en la primera mitad, para que en la segunda le empatara el partido. Un partido que nunca debió dejar de ganar el equipo de Pep que a pesar de perder un poco el control del juego en la segunda mitad, fue superior al Sevilla y dispuso de mejores ocasiones.

El conjunto andaluz dispuso una férrea defensa de hasta nueve hombres en la primera mitad, con un Medel y un Zokora muy agresivos, para, en la segunda parte, dar entrada a Kanoute por Zokora y revolucionar el partido. El partido cambió gracias al apoyo de Kanoute en la salida de balón y al derroche físico de Medel. Con el partido roto dio entrada Manzano a Perotti y este volvió loco a Piqué. Estas podían ser las claves del porqué el Sevilla cambió tanto de la primera a la segunda mitad, pero la realidad es que el Barça dio un bajón físico importante (y eso que ahora se dopan) en la segunda mitad y no fue capaz de controlar el juego.

Comenzó el Barça el partido con las ideas muy claras, con muchas ganas de ganar el partido y así se lo hizo saber Messi con su gol injustamente anulado. Poco después se lesionó Pedro y entró Bojan en el campo lo que hacía presagiar un mal partido, pero el de Linyola no estuvo tan bajo como de costumbre aunque evidentemente el nivel ofensivo no fue el mismo. El Barça dominaba pero no llegaba con claridad a la meta de un Javi Varas protegido con muchos defensas por delante y las pocas ocasiones que tenía se las anulaba el árbitro con fueras de juego inexistentes o decisiones incorrectas a la hora de señalar faltas. A la media hora del partido Bojan a pase de Alves después de una gran asistencia de D. Andrés (el mejor) hacia el 0-1 con el que se llegaría al descanso, a pesar de que Messi enviara un balón al palo en los últimos minutos.

La segunda parte comenzó muy revolucionada y en el minuto 3, en una extraña jugada, el Sevilla empataba el partido por medio de Navas después de una buena jugada de Negredo. El Barça parecía dormido, convencido de que en cualquier jugada ganaría el partido pero esta vez no fue así y aunque tuvo ocasiones muy claras (también tuvo alguna el Sevilla) no fue capaz de hacer el segundo dejándose dos puntos en un partido que pudo haber sentenciado en la primera mitad a poco que subieran el ritmo.

Nota: Parece que los lloriqueos y las quejas arbitrales llegados desde la capital han hecho su trabajo, pero que no se equivoquen, no podrán con este Barça porque es muy superior a todos sus rivales.
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