La necesidad del Celta puede con un Barça blando
Valverde hizo rotaciones, perdió a Dembélé en el primer minuto y, aunque dio la cara, fue superado en la segunda parte por un equipo gallego prácticamente salvado
Un Barça de circunstancias entre sanciones (Rakitic y Busquets), rotaciones masivas y lesiones durante el partido como las de Dembélé y Todibo perdió ante un Celta que se jugaba mucho más y que se aferró a la permanencia con los goles de Maxi Gómez e Iago Aspas. No hizo un mal partido el equipo de Valverde, pero fue muy blando y la necesidad dio tres puntos de oro al equipo gallego tras el pasillo inicial al campeón de Liga,
Con la Liga ganada de forma matemática y Anfield a la vuelta de la esquina, donde el Barça arrancará el martes la vuelta de la semifinal de la Champions League con el 3-0 de ventaja de la ida en el Camp Nou, Ernesto Valverde tenía permiso para reservar en Vigo a todos sus titulares habituales e incluso sus suplentes preferidos. Lo hizo. Y se quedó corto. Con Ter Stegen, Sergi Roberto, Piqué, Alba, Busquets, Rakitic, Messi y Luis Suárez en Barcelona y Semedo, Lenglet, Arturo Vidal y Coutinho en el banquillo, el técnico azulgrana sólo alineó de inicio ante el Celta a dos jugadores con opciones de enfrentarse de salida al Liverpool: Dembélé y Arthur. Y el primero se rompió a los 25 segundos de partido en la primera aceleración que hizo. Quedó claro que cualquier precaución es poca. Jürgen Klopp ya tiene más claro que el martes jugará Coutinho a no ser que el Txingurri se decante por un 4-4-2 con Sergi Roberto de interior.
Puede parecer poco respetuoso para un Celta que se jugaba la permanencia y nada esperanzador para sus rivales en la lucha por la salvación que el Barça hiciera equilibrios con su apuesta en Balaídos, pero conquistar la Liga con antelación le permitió afrontar así el encuentro. Y nadie puede dudar que lo compitió con intensidad, aunque con jugadores poco compenetrados. Umtiti fue el jefe de la zaga, demostrando que acabará la temporada con buenas sensaciones por si se le necesita. El senegalés Moussa Wague, que ya jugó en Huesca (0-0), confirmó su proyección como lateral derecho e incluso tuvo la mejor ocasión azulgrana en la primera parte con un remate que desvió Rubén Blanco.
Todibo, a quien se le notó más la falta de ritmo, dio la cara como central diestro y Vermaelen, como siempre que reaparece tras su numerosas lesiones, no se arrugó como improvisado lateral zurdo. En la media, Arthur, de 22 años, fue el ‘veterano’ como mediocentro junto a dos interiores como Aleñá (21) y Riqui Puig (19). Todos lucieron su buen toque y no pudieron ocultar que deben mejorar la llegada.
Y en ataque, Boateng, otra vez improductivo pese a su buena actitud, fue el ‘padre’ de Malcom, muy activo sin acabar nada, y Dembélé, roto muy pronto. Le sustituyó Álex Collado, debutando en Primera División y en el Barça como extremo zurdo aunque en el Barça B y en el Juvenil juega por la derecha a pierna cambiada, a menudo de interior. En la segunda parte, Malcom volvió a la izquierda y Collado entró por la derecha.
Ante un equipo tan falto de experiencia como este Barça, el Celta pecó de precavido en la primera parte y sólo inquietó a balón parado con los centros cerrados desde la esquina de Boudebouz, ya sea de forma directa para inquietud de Cillessen, debutante también en esta Liga, o para que Araújo rematara de cabeza, como en el 40’. Iago Aspas, siempre peligroso, pero mermado físicamente, poco pudo hacer. En el Barça, buenas maneras y mucha inocencia, salvo en el remate de Wague tras robo y asistencia de Riqui Puig.
En la segunda parte, el Celta dio un paso al frente consciente de que el Barça que tenía delante no intimidaba pese a su buena predisposición. En el minuto 53’ ya celebró un gol del central Araujo, aunque el VAR lo anuló por fuera de juego con suspense.
Pero en el 66’ sí valió el 1-0 de Maxi Gómez, quien se adelantó a Vidal, sustituto ya de Arthur, y Umtiti tras un centro de Boudebouz. Se arovechó el uruguayo de que el Barça defendía con 10 en esa acción por lesión de Todibo, quien fue sustituido por Murillo tras el gol.
Con el marcador en contra, el Barça no tuvo capacidad de reacción y acabó encajando el 2-0 tras un penalti transformado el héroe local Iago Aspas por una mano de Wague que no vio el murciano Sánchez Martínez, pero sí el VAR.
Crónica publicada por Javier Gascón, MD.com
Fuente fotos: www.mundodeportivo.com y www.laopiniondemalaga.es
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