Valladolid 1 - Barça 0 (08-03-2014)


1-0: El Barça pierde contra el Valladolid y se deja media Liga

Sin rotaciones también ha sido un equipo vulgar ante el Valladolid, que se ha impuesto 1-0

Un Barça triste e irreconocible comienza a decir adiós a la Liga a pasos agigantados. En Valladolid encadena su segunda derrota consecutiva a domicilio tras el 3-1 ante la Real Sociedad, señal inequívoca de que el título comienza a ser una quimera en un año 2014 en el que el equipo azulgrana se ha desodernado en el terreno de juego de forma alarmante. El equipo pucelano, en zona de descenso, puso en evidencia al azulgrana en cuestiones primordiales en el fútbol como garra, actitud e incluso colocación en el campo. El Tata Martino, en la línea confusa de sus últimas semanas, acabó dando palos de ciego para intentar igualar el gol de Fausto Rossi, pero los tres puntos se quedaron en Zorrilla. Nada funcionó y el palo anímico es descomunal. El Manchester City cree ahora un poco más en remontar el 0-2 del Etihad Stadium.

Pues no, la culpa del 3-1 de Anoeta no fue de Montoya, Bartra y Song, tres de los cuatro titulares del penúltimo desplazamiento liguero del Barça que no estuvieron esta vez en el once de Zorrilla. El cuarto era Iniesta, baja en esta ocasión por problemas personales. Tanto achacar aquella derrota contra la Real Sociedad a las rotaciones del Tata Martino y resulta que frente al Valladolid la imagen fue igual de pobre con los teóricos titurales, excepto Jordi Alba, sorprendente descarte, y Alexis, que entra y sale como Pedro. Siempre habrá quien defienda que el técnico argentino rotó cuando no debía, en Donostia un sábado cuando el Barça había jugado un martes, y fue continuista en el día equivocado, a las 16 horas de un sábado cuando el miércoles jugaron los internacionales con sus selecciones. Menos descanso. Pero la evidencia es que el problema de este Barça lo abarca todo, desde el primer jugador hasta el último pasando por el Tata Martino y sus numerosos ayudantes.

Juan Ignacio Martínez tenía claro tres o cuatro premisas para complicar la vida al Barça: intensidad, concentración, seis defensas en el once -Valiente y Bergdich reciclados como pivote e interior, respectivamente- y dos arietes para pelear todos los balones sueltos: Manucho y Javi Guerra. Y le dio resuutado. En el minuto 17', el equipo pucelano se llevó tres rechaces seguidos en distintas zonas del campo -el que busca, encuentra- y el último rebote benefició a Fausto Rossi, que fusiló a Valdés.

Hasta ese momento el Barça era tan previsible como en sus peores días y a partir del 1-0 fue incluso más impreciso que nunca, especialmente un desconocido Busquets, con Xavi y Cesc llegando tarde a todo. Hasta la media hora, cuando Neymar mandó un disparo a la segunda gradería, el equipo azulgrana sólo había creado una ocasión. Y no fue una jugada elaborada, sino un regalo del Valladolid que Messi convirtió en una contra que Mariño despejó.

Si el Valladolid ya se abrió poco con 0-0, con 1-0 extremó las precauciones y hasta el descanso el Barça sólo llegó tres veces en disparos desde fuera del área demasiado centrados de Messi (2) y Cesc.

El Barça arrancó con más ímpetu en la segunda parte. Adriano probó desde lejos én el 46' y Mariño hizo la parada de la tarde en el 47' tras una escapada en solitario de Messi, que llegó agotado al disparo. Se advirtió más carácter y empuje, aunque poco fútbol elaborado, y casi basta para empatar, pero Neymar rematño alto un balón que le llegó manso y sin oposición. Imperdonable la ocasión e imperdonable Neymar.

Con las prisas el Barça abusó de balones colgados al área pequeña, como si en el mercado de invierno hubiese llegado un '9' grande en secreto. Pero no, no había ariete y en ocasiones los centros de Alves acabaron en los pies de Adriano y viceversa.

Martino movió ficha, pero de forma desconcertante. Primero Alexis por Cesc en el 60', provocando un atasco de delanteros. La consecuencia: se dejaron de generar ocasiones. Luego, en el 73', entró Sergi Roberto por Piqué, con lo que Busquets retrasó su posición. Y poco después, Tello por Neymar, que no se enteró de nada.

Con Alves y Adriano casi de extremos, el desbarajuste ofensivo fue total. La improvisación sólo consiguió que Messi se quedara sin espacios, con Pedro, Tello y Alexis por delante, Sergi Roberto intentando romper entre líneas sin control y Xavi mirando, superado por un ritmo de juego que no es el suyo. El colegiado canario Hernández Hernández echó una mano al perdonar la segunda amarilla a Berdgdich, rápidamente sustituido por JIM.

En los último minutos no hubo fútbol, sólo un correcalles. Messi desperdició una falta al borde del área con un remate inocente y la contra vertiginosa de un Valladolid crecido no acabó en gol de Óscar de milagro. Al final, nervios, imprecisiones y, lo peor, ninguna ocasión destacable. Una firma horrible a un partido lamentable.

Crónica publicada por Javier Gascón, MD.com 

Los goles:



































Fuente fotos: www.mundodeportivo.com, www.laopiniondemalaga.es y www.marca.com
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