Valencia y Barça dieron algo menos de media hora de tregua a los espectadores para acabar de digerir la siempre copiosa comida del domingo. Concedida media hora de tregua, sin ocasiones, sin dominio y sin apenas ambiente en la grada más allá de los pitos a Ferran Torres, algunos insultos a los azulgrana y peticiones a Lim de que se vaya, llegó el gol. Tras merodeos azulgrana al área local y posesiones sin mucho peligro, la conexión Alba-Auba puso al Barça por delante. Poco estético para los amantes del ADN pero más que práctico para los deseosos de ganar, Alba la tiró larga a la carrera de un Aubameyang que se estrenó como goleador azulgrana con una acción de auténtico nueve, algo que por Can Barça echaban de menos desde hace tiempo. Un toque para controlarla orientada, otro para mandarla al fondo de las mallas y, acto seguido, voltereta al aire. La primera de Auba vestido de azulgrana.
Despertó el público y el Valencia, con una acción del pretendido por el Barça Gayà por la izquierda que se coló a gol tras una mano floja de Ter Stegen, quién sabe si ya conocedor que el carrilero estaba en fuera de juego y el tanto no subiría al marcador. La reacción local fue efímera porque apenas seis minutos más tarde llegó el segundo azulgrana, de nuevo con un Alba, que donde mejor habla es en el campo y cuyos mejores gestos son con el pie, que pasaba por ahí. La puso por arriba el carrilero azulgrana para Dembélé y este asistió a De Jong para que la empujara, aunque en este caso no era Luuk sino Frenkie el autor del tanto.
Xavi, que conoce el Barça como pocos y lleva ya meses como para haberlas visto de todos los colores, apretó a los suyos para ir a por el tercero antes del descanso, sabedor que Mestalla cuando se entona es territorio hostil y dos goles eran poca renta. Y de nuevo apareció Auba, asistido por el omnipresente Gavi, para poner el tercero con suspense. El VAR con las famosas líneas determinó que el gabonés estaba en posición correcta y el tanto era válido.
El Barça le estaba endosando un 0-3 al Valencia en el primer tiempo, pero la grada se enfadó más con Del Cerro Grande que con sus jugadores, y todo por la acción en la que anuló un gol local ya que el balón había salido en la acción previa. Tuvo que corroborarlo de nuevo el VAR pero la imagen no dejaba lugar a dudas. Entonces sí, 0-3 y a la caseta a refrescar conceptos y tomar aire.
Si el primer acto acabó con el VAR como protagonista, el segundo arrancó de nuevo con la pantallita como protagonista, en este caso para determinar que Auba venía de fuera de juego antes del pisotón de Diakhabi en el que cometió penalti. Salió despistado el Barça y lo aprovechó Carlos Soler, libre de marca dentro del área, para fusilar a Ter Stegen de cabeza tras un centro de Bryan Gil desde la izquierda. Fueron los mejores momentos locales y poco le faltó al propio Soler para descontar otro tanto en el marcador. Xavi detectó que necesitaba defenderse del acecho con el balón y no tardó en poner a Pedri para lograrlo. La labor de canario era devolver al Barça al control, pero prefirió alcanzar la calma por la vía rápida con una obra maestra en forma de zapatazo para lograr el cuarto, aunque el acta arbitral se lo dio a Auba porque el balón rozó en su espalda tras el tiro del canario.
Menos de media hora por delante y tres goles de renta fueron suficientes como para que el Barça supiese transitar hasta el final con calma y seriedad, con una buena parada de Ter Stegen incluida
para abortar cualquier esperanza local, y así amarrar tres puntos
vitales en un campo siempre difícil que permiten a los azulgrana seguir
mirando hacia arriba en la tabla.
Fuente fotos: www.mundodeportivo.com y www.laopiniondemalaga.es
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