Real Madrid 59 - Barça 64 (Final Copa del Rey) (20-2-2022)


59-64: Mirotic y el coraje frustran a un duro Madrid y elevan al Barça a otra Copa
 
Los azulgrana superan el agresivo y táctico partido de los de Laso bajo el liderazgo de Mirotic ( 19 puntos) para proclamarse campeones y confirmar el sometimiento del Barça al Madrid con el dúo Niko-Saras
 
El Barça supo sufrir después del impactante 19-5 en el primer cuarto y el 28-19 de la primera parte de un Madrid que luego se fue cayendo
 
Rokas Jokubaitis (12 puntos), Brandon Davies (10) y la defensa acompañaron a Niko en el paso adelante de los de Saras
 
Los azulgrana se han impuesto a los blancos en las últimas cuatro finales de Copa del Rey y en 10 de los 13 últimos Clásicos desde la llegada de Jasikevicius
 
El Barça manda y ya incluso somete al Madrid con otro título más. Le puso entusiasmo el equipo blanco pero los azulgrana definieron el carácter para elevarse a otra Copa. El innegociable coraje de Saras, el de Jokubaitis (12 puntos) y el de Mirotic. Los blancos frustraron al Barça con un impactante 19-5 en el primer cuarto pero aferrándose a la defensa como si se agarrara a la vida, los azulgrana lo sacaron. Y Mirotic, que recibió zarandeos e ironías de la afición del Madrid, se enfureció. Menudo enemigo produjeron en casa los blancos. Cuatro finales de cuatro ganadas desde 2018 y Jasikevicius que se confirma como el coco de los de Laso.
 
El Real Madrid pareció proyectar complejo con el mejunje en un extraño quinteto inicial: Abalde de base y no Heurtel, Poirer en vez de Tavares, el sólido Taylor y Gaby Deck como alero. Renunciar a tu personalidad para despersonalizar a un Barça que se vio absolutamente desbordado: apenas 5 puntos en un primer cuarto con 19-5. El correctivo táctico fue a la inversa de inicio y la pizarra de Laso, aunque luego las decisiones de Saras irían tachando conceptos hasta borrarla, fue un castigo para los azulgrana, sin solidez, sin desequilibrio.
 
El Madrid mudó su ataque de arriba a abajo con respecto a los enseñado en los últimos precedentes. No abusó del bloqueo directo y las penetraciones, metió más balones en el poste, trenzó más pases, atacó más el uno contra uno en sistema abierto, y, Abalde, cuando penetró, supo castigar la defensa hundida de Sanli en el bloqueo directo. Tavares, como ejemplo del cambio, asumió mucho menos protagonismo en el pick and roll y apenas intentó ninguna continuación. 

La fluidez ofensiva se tradujo en fortaleza defensiva y viceversa. Mucha más agresividad en la defensa de la primera línea, colapsar en las penetraciones, y, lo primero de todo, la agobiante defensa de Taylor -ya lo advirtió con su marcaje a Marcelinho Huertas en la semifinal-, sobre Calathes. Hasta Mirotic perdió sus duelos individuales con Yabusele, con un Madrid que multiplicaba las ayudas en el poste bajo y ayudado también por la defensa de cambios. Y, para acabar el cuarto, otra imprevisible carta de Laso: sin cincos con Thompkins y Yabusele como interiores y triple final del americano.

Dentro de la gravedad, el Barça, sin resucitar, halló la estabilidad y con la mejoría en el segundo cuarto llegó con vida al descanso (29-18). El equipo estuvo más asentado, el Madrid perdió claridad con Llull de base y los azulgrana, compartiendo más el balón y mostrando salidas al laberinto como el tiro de media distancia de Calathes, el aclarado para el baile de Davis en el poste bajo con Poirier o dos canastas de Sanli tras corte, empezaron a encontrar alivio. Al llegar al descanso el Barça se veía superado en el rebote -18 a 12- y acumulaba más pérdidas -8 a 10-. El balance en triples era pobre con un 1/6 pero peor el del Madrid con un 2/9. La gran diferencia, los tiros de dos, con un 11/20 para los blancos y un 5/15 para los azulgrana, que no daban con situaciones propicias para lanzar. 

El Barça siguió trazando su mejora en el tercer cuarto, más pausado para construir sus ataques y leer dónde se escondían las ventajas, con Mirotic, Laprovittola y Exum haciendo daño en el uno contra uno mientras el Madrid volvía a no verlo todo tan claro cuando no estaba Abalde dirigiendo. Un parcial de 2-7 acercó a los azulgrana (31-25) pero el despegue seguía sin llegar y la diferencia regresó a los 10 puntos. Tavares sumaba ya 3 faltas en el ecuador del parcial pero también un Mirotic que siguió sufriendo con Yabusele. Pese a ello, un triple de Niko aproximó al Barça a falta de 2:58 (39-35). Los azulgrana se levantaron definitivamente al final de tercer cuarto (46-41). El partido a escasa anotación que había profetizado Saras.
 
Un triple de Lapro, de esos que frustran al rival -porque el Madrid defendió muy bien la jugada-, hizo al Barça por fin atrapar a los blancos (46-46, a falta de 8:00) en la indirecta del ex para que el otro cerebro en la pista, Nick Calathes, pusiera por delante a los azulgrana, respondidos por un triple de una de las armas secretas de Laso para Clásico tan emocional: Alberto Abalde (49-48, a falta de 6:00). Y Rokas Jokubaitis, tan joven como respondón, proyectó el carácter lituano de Saras en el parqué sorprendiendo desde la posición de '2'. Una penetración de esas tan suya más tiro adicional devolvió la ventaja al Barça (51-53, a falta de 3:53).
 
La diferencia creció hasta 53-59 con 2:06 por jugar con dos tiros libres de Davies. El tan desatinado Llull, estuvo acertado en el momento oportuno para poner el 59-59 a falta de 45 segundos. Pero emergió Niko. Dos tiros libres de Mirotic dentro, bandeja fallada de Deck con falta sobre Niko y otros dos para adentro para llevar al Barça a besar otro título. Espetó carácter el Madrid y el Barça le respondió con más. Mandan los azulgrana en los Clásicos y en los títulos con el dúo Saras-Niko.
 
Crónica publicada por Toni Canyameras, MD.com 
 



































 Fuente fotos: www.mundodeportivo.com y www.laopiniondemalaga.es

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