PSG 4 - Barça 0 (Ida 1/8 Final Liga de Campeones) (14-02-2017)


El PSG arrolla a un Barça herido de muerte

La derrota más dolorosa de la ‘era Luis Enrique’ deja a los azulgrana a expensas del mayor milagro europeo de su historia

El equipo de Emery, tremendamente superior a un rival irreconocible, sin reacción ni orgullo ante el vendaval parisino

A años luz de la actitud y la intensidad del PSG de Unai Emery, el Barça ha vivido hoy su noche más dolorosa de la historia reciente. Los franceses han emulado el 4-0 del Bayern en la semifinal de 2013 pero sin la disculpa de aquella noche en Múnich, cuando Messi jugó lesionado. Sin orgullo, fuerzas, fútbol ni capacidad de competir para sobreponerse a la adversidad contra un rival tremendamente superior que obliga al Barça al mayor milagro europeo de su existencia en la vuelta del 8 de marzo.

El PSG mordió y desarboló a los azulgrana, irreconocibles desde el inicio y sin respuestas frente al acoso local y con André Gomes como titular por quinta vez en siete partidos de Champions en detrimento de Rakitic. Unai Emery enchufó a los suyos y su plan salió perfecto. Ni la sentida baja de Thiago Silva afectó a un equipo que mareó al Barça alcanzando un 61% de posesión en el primer cuarto de hora. Rabiot, excepcional relevo de Motta, pasó por encima de Busquets en la medular con Verratti y Matuidi percutiendo y Di María en plan Messi. En su 29 aniversario, el ex del Madrid lo bordó. Su movilidad entre líneas actuando más de mediapunta que de extremo derecho no encontró antídoto en el Barça, sustentado por Ter Stegen hasta el golazo de falta de Di María en el minuto 17. El alemán sacó una mano imposible seis antes tras un chut de Matuidi, a pase del argentino y llegando desde atrás.

Sergi Roberto aguantó más de lo previsto ante Draxler en la banda derecha pero las apariciones de Busquets, Iniesta, André Gomes y también Messi fueron tan aisladas como estériles. Solo Neymar, muy superior a Meunier, estiró al Barça hacia arriba pero sin mantener la bola en campo contrario. Fue precisamente con el brasileño siendo asistido en la banda por un golpe cuando llegó el primer mazazo: falta de Umtiti a Draxler y golpeo impecable de Di María. Se veía venir.

Del 1-1 de André Gomes al 2-0 de Draxler

El gol recompensó los méritos del equipo de Emery, que activó su segundo plan. El PSG recuperó energías dejando la iniciativa al Barça, que maquilló el porcentaje de la posesión viviendo a 50 metros de Ter Stegen. Messi y Suárez se buscaron más, Iniesta movió el juego a lado y lado pero solo Neymar desordenó al rival. Todo pudo haber cambiado con una aceleración suya que dejó solo a André Gomes ante Trapp. Se cantaba el gol, como hace 22 años pasó con José Mari ante Lama en el mismo estadio. El germano desvió el balón a córner haciendo ganar al portugués más detractores culés sobre la media hora. Emery respiró sin variar su guión esperando atrás el error del Barça. En una de las pocas incorporaciones surgió de nuevo la mano derecha de Ter Stegen tras un remate de Draxler. Fue el aviso antes del 2-0, fruto de la presión de Rabiot y Verratti a Messi en el círculo central. El italiano conectó con Draxler por el eje y el alemán dejó al Barça contra las cuerdas a cinco del descanso.

No hubo atisbo alguno de reacción en la reanudación contra un PSG que olió sangre. Incapaz de superar la muralla francesa, nunca se vio a un Barça de Luis Enrique tan perdido. Quizás en Anoeta en noviembre pero esta vez el rival, a años luz en intensidad, no perdonó. El tercero cayó en el 55’. El guante izquierdo de Di María dibujó una rosca imparable para Ter Stegen tras superar a Iniesta y no entrarle un indolente André Gomes.

A falta de más de media hora y a expensas de una hombrada en el Camp Nou, el Barça siguió moribundo con pérdidas incomprensibles ante los incansables Rabiot, Matuidi y Verratti. Di María, exhausto, dio paso a Lucas Moura, otro puñal para rematar por la banda de Alba. Lucho optó por Rafinha en lugar de André Gomes buscando aire en la media mientras Neymar, Messi y Suárez querían y no podían en la telaraña parisina. A 20 del final, mientras Rakitic esperaba parea salir por Iniesta, Meunier firmó un carrerón de 60 metros, dejó atrás a Neymar e Iniesta y habilitó a Cavani. Faltaba su gol para celebrar sus 30 años entre caras largas de un Barça hundido como nunca en la historia reciente. Ni la suerte tuvo de cara cuando Umtiti remató al poste un balón peinado por Piqué en el 84’. La herida es profunda, casi irreparable.

Crónica publicada por Sergi Solé, MD.com













































Fuente fotos: www.mundodeportivo.com y www.laopiniondemalaga.es
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