Barça 1 - Madrid 1 (3-12-2016)


Ramos neutraliza en el último suspiro el gol de Suárez

El Barça no supo ‘matar’ un partido que tenía controlado y en unos minutos finales desafortunados, los blancos pudieron igualar el marcador e irse del Camp Nou con ventaja de seis puntos

El Barça empató ante el Real Madrid en un Clásico que puede ser vital para el desenlace final de LaLiga. Lo hizo gracias a un gol del ‘killer’ Luis Suárez y a la magia de un Andrés Iniesta que cambió el escenario del partido cuando salió tras el descanso, tras haberse pasado, incomprensiblemente, toda la primera parte en el banquillo. El cuadro azulgrana no supo ni pudo imponerse en un partido que tenía controlado y que los cambios ‘habituales’ de Luis Enrique en el medio campo fueron aprovechados por el cuadro blanco para lograr la igualada en un cabezazo ya tradicional de Sergio Ramos. Pero es que antes ya pudo marcar de igual forma el sevillano y el propio Cristiano Ronaldo en idéntica jugada. El Madrid sigue a seis puntos, como líder, cuando debió irse sólo a tres.El Barça mereció ganar pero no supo como hacerlo.

Zinedine Zidane calcó la táctica del año anterior y aprovecho la marcha de Rakitic para dar libertad a Marcelo que hizo mucho daño por su banda al no estar el croata. Ni André Gomes le frenó ni Arda Turan (otro turista) se encargaron de controlar al excelente lateral brasileño de los ‘merengues’.

Fue una lástima que el Barça no supiera cerrar el partido cuando tenía completamente controlado al Real Madrid coincidiendo la entrada de Andrés Iniesta con el gol de Luis Suárez. Así los blancos estuvieron cerca del ‘KO’ pero supieron reaccionar, dirigidos por un magistral Luka Modric que estuvo en todos los sitios y hasta le puso el balón en la cabeza a Sergio Ramos para el empate.

Sin Iniesta

Luis Enrique sorprendió de salida dejando en el banquillo a Andrés Iniesta (oficialmente recuperado) y escogiendo, por tercera vez, a André Gomes como titular, durante la ausencia del manchego. Lo que pudo ganar en el plano físico y en las jugadas de estrategia, lo perdió en el control del esférico y, de paso, del partido.

La gran suerte para el Barça fue que Sergio Busquets fue el gran catalizador que se echaba de menos esta temporada. Busi estuvo inmenso en el corte, la presión y en organizar la salida del balón. Aunque estuvo demasiado solo hasta que apareció Iniesta. Fue lo mejor de un gris partido azulgrana en esa fase ante un Real Madrid muy ordenado, condenadamente peligroso en sus contraataques en oleadas en que se suman jugadores con inusitada facilidad.

La mejor noticia para el Barça en la media parte fue el empate. En el marcador (0-0) y en casi todo lo demás. Los primeros 45 minutos fueron una batalla emocionante en que el fútbol apareció poco. Privaron más los errores, sobre los que basaban los ataques el rival. La presión fue feroz. Lo que sucedió es que ninguno de los dos ataques fueron capaces de crear situaciones claras de remate.

Mal arbitraje

El partido tuvo como triste protagonista a un Clos Gómez al que le vino grande el Clásico. No tuvo valor para pitar en ninguna de las dos áreas. Ni el penalty que le hizo Mascherano a Lucas Vázquez (innecesario a todas luces) ni las claras manos de tras tiro de Sergi Roberto que Carvajal ‘atajó’ con el brazo que eran merecedoras de pena máxima.Lo peor fue su manera de administrar justicia en las faltas, ley de ventaja y tarjetas. Lo vio casi todo de color blanco.

Lo peor es que no se sabía a que jugaba el Barça, porque igual trataba de dominar el partido con la posesión del balón que entraba en un cambio de golpes que siempre beneficiaba a los blancos.De hecho, los madridistas remataron más veces entre los tres palos que los barcelonistas, otro partido más, muy romos en ataque, con un Tridente que no carburaba, con unas linas muy alejadas entre sí que facilitaba la labor de destrucción de los ‘merengues’. Salvo Messi y en contadas ocasiones, Neymar, nadie buscaba romper las líneas rivales en vertical, en jugadas de ‘uno contra uno’.

Para acabar de complicar las cosas, todo el mundo resbalaba en un terreno de juego que parecía una pista de hielo.

¡U-RU-GUA-YO!

La segunda parte empezó con un Barça más decidido en ir hacia arriba. Pero, sobe todo, con Andrés Iniesta calentando en la banda, cosa que recuperó el ánimo en la grada. Todo coincidió con una jugada en que Neymar hizo que Varane picara y le hiciera una falta lateral al brasileño que él mismo sacó. Su centro fue transformado en el 1-0 por un Luis Suárez que no estaba brillando pero que en las grandes citas siempre se puede contar con él. Entró como un león a por el balón y nadie pudo frenarle. Su cabezazo fue imparable. El Camp Nou enloqueció (53’). Más todavía cuando vio que don Andrés se preparaba para entrar en el campo.

Incomprensiblemente, Iniesta remplazó a Rakitic (el hombre que se encargaba de Marcelo), pasando Gomes a la derecha.El brasileño, tal como ya hizo el año pasado con el mismo error táctico de Luis Enrique, empezó a desequilibrar por su lado. Y todavía fue peor cuando Arda Turan sustituyó al portugués. En el primer balón que tocó Andrés, el Barça hizo una triangulación con el esférico, lo que estaba echando de menos.Iniesta cambió totalmente el escenario y le dio el control del partido que tanto necesitaba el Barça.Iniesta es de los que no defrauda nunca. Fueron los mejores minutos del Barça con un juego que ya no se recordaba, que se echaba tanto de menos como al crack manchego.

Zidane reaccionó dando entrada a Casemiro y concediendo mayor libertad a Modric para adelantar su posición. El Real Madrid quería buscar el empate. Hasta metió al joven Mariano, nacido en Premiá de Mar.

La lástima fue que un jugadón del Barça, de las de toda la vida, con robo de balón de Busquets, pase a Iniesta y asistencia del manchego a Neymar no acabara en gol porque el brasileño le pegó demasiado fuerte al balón que se marchó por encima del larguero. Era el momento en que el Barça debía cerrar el partido.

Y e 2-0 debió llegar en un mágico pase de Iniesta a Messi de los que el crack argentino no acostumbra a fallar,pero en esta ocasión su remate fue en exceso cruzado y el balón acabó fuera.

Los minutos finales, cuando el Barça debía haber controlado, más que nunca el esférico, fue un ‘correcalles’ en que el Real Madrid siempre saca provecho. Si Luis Suárez marcó de estrategia, Sergio Ramos hizo lo mismo. Fueron de los pocos aciertos en un partido pleno de errores de los jugadores y también desde el banquillo azulgrana. Con todo, globalmente, el Barça mereció y debió ganar, aunque no supo rematar la faena y eso ante el Realisimo se acostumbra a pagar caro. Los últimos diez minutis del Barça fueron una pesadilla, empezando por los cambios de Lucho. Aunque eso sí, Casemiro salvó el posible gol de la victoria del Barça en la misma línea de gol en el último minuto.

Crónica publicada por Francesc Aguilar, MD.com














































































































Fuente fotos: www.mundodeportivo.com y www.laopiniondemalaga.es
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