Sevilla 1 - Barça 4 (09-02-2014)


1-4: Vendaval del Barça contra el Sevilla

Con Messi e Iniesta al frente, el campeón remontó y goleó en el Sánchez Pizjuán

A la contra, con Leo dejando en la lona a los de Emery, el campeón recuperó el liderato

Como Muhammad Ali ante George Foreman, el Barça estuvo contra las cuerdas y al borde de la alerta naranja que este domingo se apoderó de Sevilla pero el más grande, sigue siendo Leo Messi. El campeón, con su extraterrestre al frente y un Andrés Iniesta que demostró por qué nunca debe ser suplente, remontó en el Pizjuán y transformó el vendaval de agua en otro de fútbol.

A la contra, con el argentino dejando en la lona a los de Unai Emery como Cassius Clay hacía sin piedad en el cuadrilátero, el campeón recuperó el liderato con un triunfo (1-4) rubricado con el doblete de Messi, el pasajero empate de Alexis y la rúbrica de Cesc. Real Madrid y Atlético suman también 57 puntos pero el Barça resucitó cuando agonizaba y es más candidato que nadie al título si además Leo y Andrés se juntan como en Nervión.

Con una buena parte de Liga en juego, Gerardo Martino sorprendió al apostar por un once con rotaciones, contrariamente a lo anunciado en la víspera. Iniesta entró por Cesc pero Montoya y Song hicieron lo propio con Alves y Busquets. El resto, lo mejor de lo disponible con Bartra junto a Piqué en el eje de la zaga de un Barça que salió demasiado precavido por no perder el balón en los escasos pero peligrosos charcos.

Falto de la ambición necesaria para el asalto al liderato, no pisó el área sevillista hasta el minuto 23. Ya por entonces el equipo de Unai Emery podría haber ido con 2-0 a favor tras golear al Barça en intensidad, agresividad y profundidad liderado por un futbolista excepcional. Rakitic, puro lujo, engendró al cuarto de hora un jugadón que habría firmado el Barça de los mejores tiempos paseándose el balón al primer toque de lado a lado del área hasta que llegó a Alberto Moreno.

Alberto Moreno adelanta a los locales

El lateral izquierdo, libre de marca sin que el extremo derecho azulgrana (Alexis) hiciera la cobertura, remató con rabia. El cuero rebotó en Bartra y descolocó a Valdés. Lejos de verle las orejas al lobo tras verse obligado a remontar de nuevo fuera de casa en una rutina ya peligrosa, la pájara del Barça se acentuó.

La involución a la que aludió Martino días atrás iba camino de alcanzar su máxima expresión sin que los intentos de Xavi e Iniesta de ordenar el fútbol surtieran efecto. Song se incrustó entre Bartra y Piqué para dar salida al juego pero el bloque barcelonista se estiró en exceso quedando Messi en tierra de nadie y acumulando una pérdida tras otra a 40 metros de Beto.

A los cinco minutos del 1-0, Bacca perdonó al rematar al poste una falta botada magistralmente por Rakitic. Volaban tres puntos más (habrían sido 10 de los últimos 15 en disputa) y Messi despertó la fiera que lleva dentro. La misma que temía Emery. En una de sus arrancadas habilitó con espacios a Alexis, inoperante como es habitual en ataque estático, pero el chileno erró al devolverla.

El dúo Xavi-Iniesta adelantó 20 metros a un Barça que encontró en Montoya otra baza ofensiva en la banda derecha. El Tata le dio vía libre para subir pero del posible 1-1 tras fallar nuevamente Alexis en el remate se pasó a una contra letal. Y cuando el Pizjuán cantaba ya el segundo telegrafiando el chut de Rakitic, éste pensó demasiado y envió el balón fuera.

Casi noqueado tras capear el temporal como pudo, el Barça se sobrepuso a lo grande con un arrebato de campeón y tres golpes de genio de Messi con Don Andrés Iniesta como socio. Un acelerón suyo derivó en una falta de Pareja que mereció amarilla. Leo la picó hacia Alexis, que empató con la joroba en fuera de juego, como marcó Cristiano en Mestalla en diciembre. La mayoría de culés se abalanzó sobre un Messi que silenció luego la grada explotando las armas que Martino temía del Sevilla.

Tras igualar a balón parado, el Barça volteó el marcador en un contragolpe de manual. Iniesta lanzó al séptimo de caballería, Pedro voló por la izquierda, alzó la vista y la dio a Messi. El desenlace, el de casi siempre en los últimos seis años. Zurdazo y a la red en pleno temporal. Cómo y cuándo quiso, la mirada asesina del mejor futbolista del planeta envió un mensaje para navegantes. Si alguien quiere esta Liga, tendrá que vérselas con él. Y eso, tratándose de un Leo insaciable, es mucho.

Messi e Iniesta sentencian la contienda

Tan trepidante como el final del primer tiempo fue la reanudación hasta que Messi e Iniesta se propusieron sentenciar la contienda. Vitolo, tras llevarse por delante a Bartra, se plantó ante Valdés pero chutó cruzado. Casi replicó Leo tras un envío de Montoya y Alexis merodeó el 1-3 con un centro-chut antes de que Valdés se luciera por partida doble en un disparo lejano de Bacca y, con el pie, en otro a bocajarro de de Gameiro siguiente al despeje.

Pero en el intercambio de golpes suele ganar el más grande y ahí estaba Messi para noquear al Sevilla. En otra contra vertiginosa, Andrés buscó a Alexis pero Leo pasaba por allí, se la quedó y la metió dentro por bajo como si los últimos meses hubieran sido simplemente un mal sueño.

Quedaba media hora, el Sevilla nunca capituló pero el incansable Pizjuán temió más el 'hat trick' de Messi mientras Iniesta, con Cesc y Busquets como hombres de refresco, conducía un rondo azulgrana que mutó definitivamente el partido como un calcetín. Como ocurrió de forma increíble en el 2-3 encajado ante el Valencia. Aquella primera media hora y el final de Sevilla, coronado con una bella vaselina de Cesc ante Beto a pase de Alexis, es el camino.

Crónica publicada por Sergi Solé, MD.com 

Los goles:

 










































Fuente fotos: www.mundodeportivo.com, www.laopiniondemalaga.es y www.marca.com
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