Sevilla 3 - Barça 1 (Ida Final Supercopa de España) (14-08-2010)


El Barça se encomienda al partido de vuelta para ganar la Supercopa de España, después de perder en el Sánchez Pizjuán por 3-1 ante un Sevilla que fue de menos a más. La cantera azulgrana efectuó una muy buena primera parte, aunque se vio superada en la segunda.

El partido empezó con Leo Messi en el banquillo y con Zlatan Ibrahimovic como referente en el ataque. Era el día perfecto para que el sueco se reivindicara y liderara el joven equipo que encaraba la polémica eliminatoria. Y no decepcionó. El Barça de la cantera salió enchufado desde el comienzo del partido y presionó al Sevilla, aunque con cierta tranquilidad. No fue hasta el minuto 16 que los azulgranas efectuaban una buena jugada de la mano de Bojan, a pase de Ibrahimovic, pero que perdió ante Palop. Los de Pep Guardiola avisaban, controlando el partido y conservando la posesión de la pelota. Aún así, los hispalenses optaron por esperar al contragolpe y dejar que el Barcelona moviera la pelota. Dos minutos después, Jesús Navas se internaba por la derecha y chutaba un disparo cruzado que Miño despejaba con seguridad.

Ibra adelanta al Barça

Pero fue en el minuto 21 cuando los azulgranas dieron un golpe en la mesa y se adelantaron con gol de Ibrahimovic que, con este tanto, se convertía en el pichichi de la temporada habiendo marcado en todos los partidos que ha disputado. Maxwell, que jugó un partido impecable, le atorgaba un gran pase al sueco que se internaba entre dos defensas y marcaba con la punta de la bota. El partido parecía dar la razón a Guardiola, tanto en su férrea apuesta por el buen juego de la cantera como en su polémica decisión de dejar a los internacionales en casa. El Sevilla no estaba conforme y se notaba. En el minuto 25 Romaric lo intentaba con una gran jugada, pero su lentitud dentro del área ayudaba a la defensa a desviar el peligro. Los hispalenses parecían despertar poco a poco. Así mismo, Jonathan Dos Santos aprovechaba una pelota en medio campo para realizar una gran jugada, se la pasaba a Maxwell que la enviaba a la derecha de la portería de Palop. Ésta, junto al gol, fueron las dos únicas ocasiones en que los azulgranas remataban a portería. El Barça estaba cansado y se notaba. Ibrahimovic era la personificación del agotamiento del equipo al no dejar de tocarse las rodillas temiendo, por otra parte, alguna molestia o lesión.

Los azulgranas se acomodan

La segunda mitad empezó con el sueco encima del terreno de juego, alejando así cualquier temor. Aún así se le seguía viendo cansado, pero no falto de motivación. Sólo a él se le ocurrió intentar una jugada demasiado optimista en la que efectuó un sombrero a uno de los defensas. Cuatro minutos era sustituido por Messi. El argentino sólo necesitó un minuto para colarse en el área sevillista y recibir una falta por detrás que no fue pitada. Ese balón lo aprovechaba la zaga andaluza para efectuar un contragolpe con una jugada en la que Renato remató a bocajarro provocando que Miño se luciese en su debut.

El partido de pone cuesta arriba

A estas alturas del partido el Barça parecía cómodo con el resultado y cedió todo el peso del control al Sevilla, algo que le perjudicó notablemente. En el minuto 61 llegaba el primer tanto merecido de la mano de Luis Fabiano. Cigarini le atorgaba un pase al hueco que el brasileño dominaba perfectamente y marcaba entre las piernas de un impotente Rubén Miño. Los azulgranas no jugaban con la misma intensidad de la primera parte y parecía que las veían venir. Un nuevo golpe en el minuto 73 de partido dejaba a la cantera tocada. Negredo centraba desde la banda derecha a Kanouté que, desentendiéndose de la defensa culé, marcaba a bocajarro sin que el meta catalán pudiera hacer nada. Un magnífico gol que ponía cuesta arriba el partido. A esas alturas el partido estaba descentrado completamente y en manos del Sevilla. El Barça parecía querer pedir la hora. Ni tan sólo Messi podía tirar del carro. La puntilla final vino de la mano, otra vez, de Kanouté que aprovechaba un pase de Perotti rozando el final del partido.
Ahora el Barça debe centrarse en el partido de vuelta en el Camp Nou de aquí a una semana. Tiene tiempo para arreglar los flecos sueltos que dejó este partido y tener a los internacionales listos para jugar en plena forma.

Crónica publicada por Mónica Mata (MD.es) - 14/08/2010 22:19





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