Se había presentado la oportunidad de poner tierra de por medio respecto al Real Madrid, el Barcelona no la desaprovechó y ya vuelve a mirar a sus competidores por el retrovisor. Goleada por 4-0 y sin sufrimiento ante la Real Sociedad, que en Anoeta había sido el primer verdugo del conjunto de Flick en esta Liga, pero que en la segunda vuelta si había tenido alguna opción ésta se desvaneció en cuanto se quedaron con diez. Y muy pronto: al cuarto de hora. ¡Ojo!, que nadie se engañe: la roja a Aritz Elustondo no ofrece discusión alguna. Sí la ofrecía, y la sigue ofreciendo, la anulación de aquel gol de 'Big Foot' Leewandowski por calzar un 60 o un 70 de pie. Pero en esta ocasión la roja es indiscutible, por muchas patrañas o milongas que lean u oigan ustedes en determinados foros. Los hechos irrefutables fueron los goles de Gerard Martín, Marc Casadó, Araujo y Lewandowski.
Indudablemente, la jugada en cuestión condicionó, y mucho, el partido. La Real había empezado bien e incluso se le anuló un gol, por fuera de juego igualmente sin discusión, pero no encontró argumentos para plantar cara con uno menos al líder cada vez más claro de LaLiga, el Barcelona, que aprovechó bien el tropiezo del Madrid y además pudo gestionar esfuerzos de cara al partido de Champions frente al Benfica, Los lisboetas han tenido descanso este fin de semana, frente a la increíble decisión de LaLiga de programar el partido del Barça en domingo y no en sábado.
No había engañado Flick al personal cuando anunció rotaciones. Respecto a la macanuda semifinal copera frente al Atlético, descansaron Balde, Iñigo y Frenkie (salió al final), mientras Lewandowski volvió al equipo tras haber descansado en Copa. A Flick le salió bien la jugada pese a unos primeros minutos apagados en tarde desapacible y fría, en ese horario (16.15 horas) que tan mal se le da al Barcelona, pero que para Gerard Martín será inolvidable: jugó en lugar de Balde, fue de los más destacados y se estrenó como goleador, igual que Marc Casadó. Es el 'Barça de los Nanos'.
De entrada, el mundo al revés en el arranque de partido, con una Real inconformista, desacomplejada, presionante, y un Barcelona, como es habitual en este horario, dubitativo e impreciso. El conjunto azulgrana se defendió como hace mejor: con la táctica del fuera de juego. Así incurrió en 'off side' Javi López en el pase de Barrene que precedió a la asistencia hacia Sergio Gómez, que marcó. Poco después, Oskarsson estrelló una pelota en el larguero, pero arrancando clasísimamente en fuera de juego.
Inofensivo en el manejo de balón, el Barcelona tenía problemas con Barrene por la izquierda y Gómez por la derecha, que generaban peligro por las bandas, mientras en el Barça el encargado de activar los ataques era, sorpresivamente, Gerard Martín, recambio de Balde en la izquierda, pero después a Raphinha y Lewandowski les faltaba frescura para acabar las jugadas.
Sin que el Barcelona hubiese inquietado a Remiro más que en una presión de Pedri al meta, sonó la hora de Dani Olmo, que lo cambió todo en una jugada clave: sentó a su par en la zona ancha con un movimiento de cadera con el que aprovechó un gran pase en profundidad de Lewandowski. Se iba disparado hacia la portería y el gol, pero Elustondo, a la desesperada, le entró por detrás siendo el último defensor. A la calle, por muchos lloros que haya. Desde ese momento, el partido ya fue otro: Imanol retocó líneas, la Real retrasó la línea de defensa y el Barcelona se fue a por el partido sin oposición.
Con los azulgranas lanzados, Olmo dio continuidad en el área a una gran acción de Lamine Yamal, que hizo un caño y sentó a su par antes de pasar a su compañero. Cuando parecía que lo tenía todo a favor para rematar, vio a Gerard Martín en el segundo palo y le asistió para que se estrenase como goleador en el Barcelona, como premio a su gran arranque de partido.
Un abrir y cerrar de ojos después, rechace de Remiro en un saque de córner y remate desde fuera del área de Dani Olmo que posiblemente iba desviado pero que acabó en el fondo de las mallas tras rebotar en Casadó, que de este modo también marcó su primer gol en el primer equipo.
Sin oposición
Sosegado el espíritu azulgrana tras los dos goles y considerando que el partido estaba a buen recaudo, el Barça se divertía. Lamine Yamal activó su repertorio, comenzó a desbordar y a repartir caramelos. Remiro desvió a córner un chut de Pedri tras uno de esos regalitos del extremo y, en definitiva, el Barcelona dominaba el partido... aunque había que cerrarlo.
Incombustible, Pedri continuaba a su ritmo liderando el juego barcelonista. Un chupinazo del canario se estrelló en la mismísima escuadra. Habría sido un golazo de bandera. Pero el honor de marcar recayó en Araujo en el día de su vuelta al equipo. Raphinha botó un córner (otro gol en jugada de córner), Remiro rechazó como pudo un remate de Lewandowski y Araujo recogió el rechace de cabeza para lograr el tercero.
Otra vez Araujo en el cuarto: chut desde fuera del área tras recibir de Eric Garcia y, de forma parecida a la acción de Casadó en el 2-0, el balón tocó en Lewandowski y entró. Gol para el 'Pichichi'.
No perdonó el Barcelona la oportunidad de quedarse solo en el liderato, con doce jornadas por delante y por segunda vez en este campeonato, después de los primeros meses de competición. El Barça de los 'nanos' mantiene su ritmo y se permitió preparar el Benfica-Barça con un entrenamiento de lujo.
Crónica publicada por Joan Poquí, MD.com
Fuente fotos: www.mundodeportivo.com y www.laopiniondemalaga.es

































































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