Barça 5 - Ferencvaros 1 (20-10-2020)


Fiesta del Barça con peaje final (5-1)

Un penalti de Piqué cuando el Barça ya ganaba 3-0 puso suspense al final y dejó al equipo con diez y sin el central para Turín

Los jóvenes se destaparon, con gran noche de Ansu Fati, Trincao, Dembélé y Pedri

Una gran jugada de Messi desatascó al Barça tras un inicio frío y debutaron como titulares Pjanic y Trincao

Marcaron Messi, Ansu, Coutinho, Pedri y Dembélé en la primera ‘manita’ europea de Koeman

Ansu y Pedri, un descaro juvenil histórico

Se estrena Pedri, otro goleador de 17 años, y Dembélé marca el quinto

La entrada del Barça de Koeman en la Champions acabó con la primera ‘manita’ europea del técnico holandés. Una fiesta que hace crecer en autoestima al equipo y que supuso un impulso a los jóvenes, pero que tuvo el peaje en la forma de un penalti y una roja a Piqué que aportó un suspense inesperado al tramo final del partido y conlleva la pérdida del central para Turín. Un penalti muy caro, que sin embargo no oscureció la alegría por los goles de Messi, que desatascó al equipo tras un inicio frío, Ansu (golazo), Coutinho, Pedri y Dembélé, con asistencia de Leo.

El conjunto de Koeman, que dio descanso a Griezmann y Busquets de entrada para que Trincao y Pjnaic debutasen como titulares, ganó confianza en un buen partido que deparó momentos de brillantez y diversión. Noventa minutos que llegan en un momento oportuno, después de haber marcado un solo tanto en los dos partidos anteriores. Y que permitieron a Koeman dar más descansos incluso de los que dispuso en el once inicial: ya con 3-0, llegó la dosificación. El Barça jugó con ritmo, creó ocasiones y presionó arriba al Ferencvaros. Pero también sufrió con las transiciones, muy rápidas, de los húngaros, una de las cuales complicó el tramo final del choque, con lo que Sergio Busquets acabó saliendo, cuando no estaba previsto, para dar un toque de pausa.

Porque, a pesar del 2-0 con el que finalizó el primer tiempo, y que permitía afrontar el segundo con cierta tranquilidad, fue Messi quien tuvo que desatascar un partido que se había puesto preocupante en un inicio extraño. Leo cogió el balón desde la derecha, se inventó una de sus grandes jugadas y, después de tres regates y habiendo entrado en el área, fue derribado en falta por Laidouni. Él mismo marcó, abrió el marcador y tranquilizó al equipo.

Y es que, hasta ese momento, el Ferencvaros había sabido aprovechar pérdidas de balón en zonas preocupantes para lanzar balones largos que buscaban a Nguen. Resultado: un gol anulado por fuera de juego cuando le hicieron el pase, antes de ganar la espalda a Piqué, driblar a Lenglet y fusilar a Neto; y sobre todo un chut al palo de Sael, tras una dejada de tacón de Nguen.

Los buenos momentos del Barça

Los húngaros habían advertido, pero la reacción que llegó tras la jugada de Messi tensó al Barça, que hasta ese momento había jugado con un punto de apatía. Trincao, por la derecha, comenzó a encarar y desequilibrar. Un centro del portugués encontró a Ansu Fati, cuyo remate propició un paradón del meta del conjunto húngaro, que volvió a sacar una mano prodigiosa ante Trincao, que había entrado en el área y se quedó muy cerca del gol.

Finalmente, el segundo llegó por mediación de Ansu Fati, tras recibir una asistencia del holandés De Jong, una asistencia magnífica tras recibir del propio Ansu, creciente en juego y confianza con el paso de los minutos. La finalización de la jugada fue soberbia y daba paz mental al equipo.

El tercero, de Coutinho, llegó tras una gran asistencia que efectuó Ansu Fati de tacón, una obra de arte, después de recibir de Messi, que había recibido de Pjanic antes de encarar a la defensa en el área. La resolución de Cou fue, igualmente, magnífica.

El suspense final

Cuando todo estaba dispuesto para un final de partido festivo y cómodo, un balón largo a Nguen, que volvió a ganar la espalda a Piqué, derivó en penalti y expulsión del central catalán, que agarró al delantero aunque el agarrón era mutuo y venía teniendo lugar desde mucho antes de la entrada en el área. Marcó Kharatin y en el tramo final la fiesta se complicó.

Pero ahí llegó Dembélé para salir en una contra demoledora para llegar a la línea de fondo y dar el pase de la muerte a Pedri, que consiguió el cuatro, providencial. Y el francés se quedó para así el quinto, a pase de un Messi generoso.

Crónica publicada por Joan Poquí, MD.com

RESUMEN Y GOLES

TE LO CANTA ALFREDO















































 Fuente fotos: www.mundodeportivo.com y www.laopiniondamalaga.es

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