Barça 1 - Espanyol 0 (8-7-2020)


Suárez resuelve y manda al Espanyol a Segunda

El Barça sufre, pero conserva sus constantes vitales en la Liga y el conjunto blanquiazul certifica su descenso en el Camp Nou

Rozando el drama, pero el Barça mantiene las constantes vitales en la Liga. Por los pelos. Ganó sufriendo al Espanyol, cediendo córners y poniendo a Araujo como tercer central para defender las subidas a la desesperada de los centrales de un equipo que certificó su descenso de categoría.

Luis Suárez, en su única pero valiosísima aportación al partido, decidió un derbi con nervios, muchos más que fútbol, y con dos expulsiones, una por bando. Ansu Fati vio la roja por entrar con los tacos por delante en una disputa del balón y, casi inmediatamente, Pol Lozano equilibró la balanza. El Espanyol se va a Segunda en el Camp Nou.

El Barça tiró por la borda gran parte de las buenas sensaciones que había recolectado en Villarreal. Sufrió mucho en todas las facetas. Le costó doblegar a los blanquiazules al principio e incluso perdió el control del partido al final, con el marcador a favor, cediendo opciones a los rivales a la espalda de la defensa.

La acumulación inicial de gente atrás por parte del Espanyol, con cinco defensas y tres centrocampistas por delante, cerró por completo las vías por las cuales el Barça pudiese maniobrar. La nueva pizarra de Setién, con Messi de mediapunta, Griezmann por la derecha y Suárez por la izquierda, con las bandas para las subidas de los laterales, no pudo fabricar los espacios que en Villarreal le permitieron percutir sobre la portería rival y dejar el partido resuelto ya en la primera parte. Todo lo contrario.

El 5-3-1-1 del Espanyol lo fió todo a esa fortaleza defensiva y a que en alguna contra Embarba y Raúl de Tomás fuesen capaces de llegar al área de Ter Stegen con peligro. Lo consiguieron en un pase largo y muy preciso de Marc Roca, constructor de las mejores acciones blanquiazules, a Embarba, cuyo remate fue repelido por el meta alemán, en el primer aviso de un Espanyol que trató de imponer el guión de partido y lo consiguió. Otro chut de Roca de lejos fue desviado por Piqué.

Dominio estéril del Barça

Ganas no le faltaron al Barça, pero ese embotellamiento acabó por anular casi todas sus acciones. Con las bandas taponadas, el juego interior no fue efectivo, sino todo lo contrario. Las mejores ocasiones llegaron en un intento de córner directo por parte de Messi que Diego López rechazó y en un lanzamiento de falta directa de Leo, fuera por poco. Aparte de un pase en profundidad de Griezmann a Suárez, que no acertó a rematar, el Barça no encontró por dónde entrar.

Antes del descanso, en cambio, el Espanyol volvió a avisar, muy seriamente, y perdonó el 0-1, en una contra en la que pilló a los azulgranas completamente descolocados. Entre Lenglet y Ter Stegen rechazaron, con carambola incluida, el centro de Dídac Vilà, y el remate posterior del propio lateral zurdo se marchó fuera tras dar en el poste.

Tras la escasez de claridad de la primera parte, Setién buscó el revulsivo en Ansu Fati. Duró tres minutos: una entrada con la plancha por delante en una pugna de un balón con Calero hizo que Munuera Montero, que primero le había mostrado la tarjeta amarilla, reconsiderase su decisión a instancias del VAR y expulsase al joven crack. Y, cuatro minutos después, jugada casi idéntica, esta vez con el también joven Pol Lozano por una plancha sobre Piqué. También con VAR. Pol Lozano no tocó el balón. Ansu, sí.

Toda la ventaja del Espanyol se esfumó. En la primera vuelta, tras la expulsión de De Jong, le sacó rédito, pero esta vez no. Casi a continuación, Luis Suárez, inédito hasta ese momento, recogió un rechace de Cabrera tras remate de Messi y marcó el gol. Es lo que tiene ser un ‘killer’. De hecho, en la jugada anterior Griezmann y Messi casi intercambian los papeles de Villarreal: taconazo del francés y remate de Leo.

Impelido por la necesidad de ganar, ya que ni siquiera el empate le valía, el Espanyol comenzó a hacer algún cambio y, con un 4-3-1-1 tras la entrada de Darder, buscó la portería de Ter Stegen. Y el 4-2-3-1 que había planteado Setién se quedó en un 4-3-2. Diego López evitó el segundo del Barça en un gran remate de Messi y dio vida al Espanyol, que casi empata en una doble acción de Raúl de Tomás: Sergi Roberto envió la primera a córner y Piqué, de cabeza, la segunda.

No batió tampoco a Ter Stegen en un nuevo intento en el último achuchón de un Espanyol desahuciado, cuando el Barça se mostraba incapaz de mantener el control del partido. Y el alemán volvió a rechazar a córner en un nuevo intento del delantero. Los minutos finales del Barça fueron de supervivencia, con un casi-gol de Bernardo al final del tiempo añadido. Las señales que emiten sus constantes vitales, muy débiles.

Crónica publicada por Joan Poquí, MD.com
















































Fuente fotos: www.mundodeportivo.com y www.laopiniondemalaga.es

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