Barça 2 - Real Sociedad 1 (20-4-2019)


Goles psicológicos que acercan el título

La Real plantó cara en el Camp Nou en un partido poco brillante de los azulgrana, que se impusieron con tantos de Lenglet y Jordi Alba

Los primeros tres puntos de los nueve que le faltaban al Barça para decidir la Liga antes de la semifinal de Champions contra el Liverpool costaron, y mucho. Dos goles de los llamados psicológicos, uno de Lenglet poco antes del descanso y otro de Jordi Alba inmediatamente después del empate logrado por Juanmi, decidieron para el Barça en un partido poco lucido de los azulgrana. La Real, fiel a su tradición de los últimos años, fue un hueso duro de roer para el conjunto barcelonista y, aunque tampoco gozó de grandísimas ocasiones de gol, sí tuvo mucho el balón y se mantuvo en el partido hasta el descuento. El Barça acabó tirando un día más de oficio para restar otra jornada en su carrera hacia el título.

El conjunto de Ernesto Valverde tuvo que picar mucha piedra para superar a una Real más amenazante de lo que señalaba su clasificación. Pese a que llegaba con muchas bajas, el croquis de partido que su técnico había imaginado y dibujado en la pizarra se trasladó a la realidad del césped con bastante fidelidad. Tanto, que los donostiarras tuvieron al conjunto barcelonista aparentemente sedado, con la excepción de un Arturo Vidal incansable que acabó desfondado de tanto correr arriba y abajo. Al habitual juego del Barça le costó mucho romper con la presión alta y anduvo sin ritmo ni profundidad durante muchos minutos. Y la Real mantuvo opciones de sacar algo positivo hasta el final.

Lenglet, al rescate

Un cabezazo de Lenglet rescató al Barça cerca del final de un primer tiempo caracterizado por la igualdad y las pocas llegadas a las áreas. La Real había decidido competir con el Barça con sus mismas armas: le disputó la posesión del balón y, cuando lo tuvo, intentó moverlo con criterio en busca de pases interiores al espacio detrás de la retaguardia azugrana. Pocas veces esa buena circulación de balón se tradujo en ocasión de gol, pero cuando lo hizo el susto fue grande: Ter Stegen evitó el 0-1 a chut de Juanmi tras pase filtrado de Rubén Pardo y el despeje del meta fue enviado por encima del larguero por Willian José.

La jugada estimuló al Barça, que a partir de entonces creó todas las jugadas de peligro del primer tiempo: Rulli se marcó pooc después un paradón a remate de Suárez tras jugada de Messi en el área y apertura de Arthur. El uruguayo no llegó a rematar un centro de Jordi Alba porque Aritz, que ya había evitado un remate del ‘nueve’ poco antes, envió a córner. Y, en el córner inmediato, Lenglet se impuso en el salto al marcaje de Merino e hizo inútil la estirada de Rulli.

La ventaja azulgrana no incidió mucho tras el descanso en el juego de un Barça falto de chispa. La Real, por su parte tampoco cambió: mantuvo su planteamiento valiente y obtuvo el premio a su buen criterio a la hora de partido, con un gran gol de Juanmi, que ganó la espalda a Piqué tras un pase excepcional de Merino. Ese gol, sin embargo, sí activó una de las grande sociedades de este Barça: la dupla Leo-Jordi Alba.

Messi cogió el timón, inició una jugada en campo propio e intuyó por la izquierda la subida de Jordi Alba. Se la dio al espacio y el lateral de L’Hospitalet, con campo por delante, fue entrando en diagonal para acabar con un magnífico disparo ante el que nada pudo hacer Rulli.

Sólo habían pasado tres minutos desde el gol de la Real. Otro golazo psicológico, como el de Lenglet al límite del descanso. El conjunto donostiarra trató de buscar más mordiente con los cambios (excesivamente tarde los dos últimos), pero el Barça supo cerrar bien espacios y gestionar esfuerzos hasta el final, con un cabezazo de Vidal que pudo haber sido un merecido epílogo del chileno con gol.

Crónica publicada por Joan Poquí, MD.com






































Fuente fotos: www.mundodeportivo.com y www.laopiniondemalaga.es

No hay comentarios: