El conjunto barcelonista reaccionó, tras un primer tiempo anodino con gol de Borja, con la entrada de su estrella, y completó una gran remontada con estreno de Trincao como goleador
Leo Messi, quién si no, lideró una gran reacción del Barça para remontar en su visita al Benito Villamarín el 1-0 inicial del Betis y mantener la racha de victorias en LaLiga. El conjunto de Koeman estuvo contra las cuerdas, no pudo mantener el control del partido la primera vez en que se puso por delante y tuvo que remar hasta el final en un nuevo derroche físico. Pero sumó tres puntos más. ¡Y con gol de Trincao! Contra el equipo andaluz se repitieron varios puntos del guión del partido de la primera vuelta, en el mes de noviembre: también entonces Messi se quedó en el banquillo de entrada. Y hubo una lesión grave: la de Ansu Fati en aquella ocasión. Esta vez fue Araujo, una pésima noticia a la espera de un parte médico definitivo.
Y, por los pelos, pero se repitió el desenlace. El Barça había completado una remontada en el Camp Nou y acabó ganando por 5-2. En el Villamarín, tras encajar en un remate de Borja Iglesias en un primer tiempo muy flojo, la entrada de Messi revolucionó al equipo. Marcó el empate y originó el 1-2, de Víctor Ruiz en propia puerta. Tras el 2-2, del mismo central ex españolista, Trincao se estrenó como goleador de la mejor manera posible. De cualquier modo, la Messidependencia no sólo sigue vigente. Lejos de menguar, aparentemente va a más.
Rotaciones y KO de Araujo
En plena lucha por la Copa semana a semana, Koeman apostó fuerte por las rotaciones. Se quedaron en la caseta Pedri, Messi y De Jong. El descanso del holandés, sin embargo, se quedó en poco más de diez minutos. Y los del argentino y el canario, en medio partido: comenzaron a calentar en el descanso. Resulta que Araujo no fue de los elegidos por Koeman para rotar y tuvo la mala suerte de apoyar mal el pie izquierdo al ir a despejar el balón y torcerse el tobillo de forma muy ostensible. Frenkie entró para jugar de central al lado de Lenglet.
Fue el principal quebradero de cabeza para Koeman en el inicio, pero no el único. Los primeros minutos comportaron muchos problemas para el Barça por la derecha de su defensa. Ahí fue donde se lesionó Araujo y por ahí entraban Juanmi o incluso el lateral Álex Moreno. Sus centros buscaron a Borja Iglesias, pero no llegaron a encontrarlo en esa primera tanda de llegadas. En una ocasión, por los pelos: lo evitó Lenglet in extremis.
El Barça, hasta poco antes de la media hora, no había creado una ocasión clara de gol, a pesar de que se había hecho con el control y había tenido llegadas interesantes buscando a Braithwaite en pases al espacio de Riqui Puig. Lenglet cabeceó fuera en inmejorable posición de remate un centro de Alba tras una jugada de córner. Fue la gran ocasión de los azulgranas para poner el partido en franquicia.
Pero finalmente lo que pasó fue que el ‘Panda’ llegó a un centro. No por la zona de Mingueza, sino por la de Jordi Alba, fino en ataque como siempre pero muy poco fiable en defensa, como Busquets, que ni siquiera compitió por ganar la posición al delantero bético, que remató de primeras el centro de Emerson Royal, que había llegado hasta la línea de fondo por la derecha tras apertura de Fekir, el ingeniero jefe del ataque bético. El Betis se había puesto por delante en un primer tiempo sin ocasiones de gol.
Un chut de Mingueza a centro de Dembélé que el meta rechazó a córner fue el primer aviso del Barça en la segunda parte, tras entrar Pedri por Braithwaite. La respuesta fue de Juanmi, que ganó la espalda a de Jong y obligó a Ter Stegen a evitar el 2-0.
Entra Leo y...
Lo que cambió el partido fue la irrupción de Messi. Fue entrar en el campo y, a los dos minutos, recibió un pase de Dembélé, se acomodó el balón y con la izquierda lo ajustó entre el portero y la base del poste para empatar. Un golazo de Messi para decir: “Aquí estoy yo”. Junto a Leo entró Trincao y el Barça volvió a a un 4-2-3-1, con Busquets y Pedri en el doble pivote y messi entre líneas, con Griezmann arriba y Dembélé y Trincao en las bandas. Dembouz tuvo una gran ocasión, tras recibir una apertura de Griezmann, que el meta Joel Robles mandó a córner.
Catorce minutos después de entrar en el partido, Messi habilitó a Jordi Alba y su centro, que intentó rematar Griezmann pero le salió un rechace, fue finalmente introducido en la portería por el central Víctor Ruiz. Griezmann rechazó y Ruiz goleó: el mundo al revés.
El central se quitó la espina al rematar a gol (2-2) una falta lateral que había cometido Busquets y que lanzó Fekir. El Barça había sido incapaz de salvaguardar el marcador a través del control del balón, no evitó el intercambio de golpes y cedió en cuanto decayó la frescura de los cambios.
Ter Stegen apareció para evitar que el Betis volviera a marcar en los minutos finales en otro remate a la salida de un córner y en una acción de Canales. Pero el que decidió fue Trincao, invitado inesperado en el desenlace del partido, con un chut impresionante que se coló en la portería, ante la vigilancia Víctor Ruiz.
Crónica publicada por Joan Poquí, MD.com
Fuente fotos: www.mundodeportivo.com y www.laopiniondemalaga.es
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