Un doblete de Trincao, otro de Messi y un gol de Junior resuelven un partido en el que Koeman pudo hacer muchas rotaciones
El Barça acabó goleando al Alavés en un partido más incómodo de lo que indica el resultado y que permitió a los azulgranas rearmarse moralmente de cara a la ida de la eliminatoria contra el PSG. Trincao, que acaba de estrenarse como goleador, firmó su primer doblete en el Barça, que no fue ‘hat trick’ por un fuera de juego. Y Messi con sendos golazos (y también un tercero anulado) le secundó con otro. Junior completó la goleada en un partido con muchas rotaciones: Riqui Puig y Junior completaron 90 minutos, Ilaix debutó en LaLiga con una asistencia pero tuvo el borrón de su error en el gol del Alavés, Sergio Busquets descansó toda la segunda parte y regresaron Dest y Pjanic tras su baja por lesión.
El Alavés del ‘Pitu’ Abelardo se había metido en el partido, con gol de Rioja, al inicio del segundo tiempo, pero en dos minutos de locura Messi y Trincao lo liquidaron. El marcador es algo engañoso, porque durante algunos minutos el Barça deambuló por el alambre, tal vez demasiado contemporizador pensando en el miércoles y en la Champions, pero obtuvo una goleada (5-1) que alimentará su autoestima.
Koeman fue valiente en el planteamiento, con Riqui Puig e Ilaix Moriba como interiores y Trincao como extremo derecho. Descansaron, de entrada, Pedri, Dembélé o Jordi Alba, que cedió el lateral zurdo de la defensa a Junior. El Alavés, por su parte, apareció astutamente vestido como el Ajax, sin duda con la intención de despistar a De Jong, que jugó como central al lado de Lenglet, probablemente la pareja que se enfrentará al PSG, hasta la entrada en la segunda parte de Umtiti por Busquets, con lo que De Jong se situó como medio centro en la segunda parte. Medio partido de descanso para ‘Busi’.
El conjunto barcelonista, que a veces se situaba con Mingueza como tercer central en ataque en previsión de una posible contra con dos atacantes del Alavés, salió intenso, agresivo, dispuesto a no dejar cabos sueltos desde el pitido inicial. Griezmann avisó con un chut que sacó la defensa con agobios después de una internada en que combinó con Trincao desde la derecha.
Sin embargo, el Alavés poco a poco se sacudió el dominio inicial barcelonista. Obturó los pasillos al Barça y buscaba con balones largos a Joselu y Lucas Pérez. Ter Stegen se vio obligado a blocar un remate en la primera ocasión seria de los visitantes. Primero despejó un centro-chut de Edgar y el rechace posterior llegó a Battaglia, que cargó un disparo que detuvo el meta. Ter Stegen, siempre atento, volvió a ser decisivo poco después al interceptar un centro de Lucas con la defensa mal colocada.
El momento dulce de Trincao
El Barça había perdido parte de su autoridad, pero la recuperó. Fue un Trincao creciente, mentalmente liberado tras haber marcado su primer gol como azulgrana en el partido ante el Betis, quien recondujo la situación. Y la desencalló con un gol providencial. Remató de manera impecable una magnífica asistencia de Ilaix después de haber recibido un buen centro, desde la banda derecha, de Mingueza. Los jóvenes, al asalto del poder.
Todo parecía más fácil desde ese momento y poco después Messi marcaba tras un rechace de Pacheco a remate de Griezmann, que había ganado la espalda a los centrales. Pero el VAR ‘detectó’ un fuera de juego del delantero francés en el inicio de la jugada. ¿Que no puedo encontrar fuera de juego?, sujétame el cubata.
El segundo de Messi, por mucho que se esforzasen, no iban a poder anularlo. Recibió de Sergio Busquets entre líneas, escorado a la derecha. Se fue hacia dentro, descolocó a Battaglia, su vigilante, y lanzó un disparo firme, preciso y fuerte entre el meta y la base del poste izquierdo. El partido, muy bien encarado y el VAR, resignado.
Pudo meterse el Alavés en la pelea, pero Lucas Pérez mandó a las nubes un buen pase de Edgar nada más reanudarse el partido. Sí revivió con un gol de Rioja tras un mal pase de Ilaix a de Jong. Entró por el centro, encaró a Ter Stegen y marcó, sin que los centrales, Umtiti y Lenglet, le incomodasen. Pero la resurrección del Alavés fue un espejismo.
El Barça, pese a que tenía poca continuidad en el juego, pudo haber resuelto en sendas acciones de Trincao, con gran parada de Pacheco ante el remate del extremo luso, que tenía solo a la izquierda a Ilaix, y Griezmann, que remató sin éxito un pase de Messi. Habían perdonado los azulgranas, pero ahí apareció Pedri. Se sacó de la chistera un pase en profundidad descomunal a Leo, que encaró a Pacheco. El meta le ganó el uno contra uno, pero su rechace llegó a Trincao, que esta vez no perdonó.
Con la espina clavada por su acción ante Pacheco, sólo un minuto después Messi armó su pierna izquierda, tras recibir de Griezmann, y clavó el balón por la escuadra. Golazo. Y Junior completó la ‘manita’ al rematar otra asistencia de Griezmann, después de un gran pase picadito de Leo.
Crónica publicada por Joan Poquí, MD.com
Fuente fotos: www.mundodeportivo.com y www.laopiniondemalaga.es
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