El conjunto azulgrana tira a la basura una oportunidad de oro tras el tropiezo del Atlético y falla en casa ante el conjunto gaditano
Messi avanzó a los azulgranas tras penalti provocado por Pedri, pero el Barça jugó con fuego y se quemó, cuando otro penalti, de Lenglet sobre Soriano, reestableció el empate, por mediación de Alex
Imperdonable tropiezo del Barça ante el Cádiz. El conjunto andaluz es el último equipo que ha ganado al conjunto de Koeman y redondeó la jugada arrancando un punto en el Camp Nou y dejando a los azulgranas muy tocados en la autoestima, El Cádiz se atrincheró en su área y esperó sus ocasiones, estrategia que les salió bien ante un Barça muy espeso. Un penalti sobre Pedri permitió a Messi avanzar al Barça y, en los minutos finales, otro penalti, de Lenglet sobre Rubén Sobrino, inocente pero penalti, reestableció el empate. Por el camino, una exhibición de impotencia azulgrana ante ese Cádiz bien plantado, disciplinado y trabajador. Ciertamente, el Barça dominó el encuentro, pero ni supo cerrarlo ni pudo hacer que transcurriera como le interesaba; el Cádiz, dominado, es verdad, en cambio tenía una oportunidad para sacar algo de provecho y la aprovechó.
El ritmo del dominio del equipo de Koeman, que optó por repetir el once que cedió ante el PSG, fue decreciente: activo y claro en la primera parte, con infinidad de avances pero, también es cierto, pocas ocasiones reales: un chut de Dembélé muy alto, otro de Messi que sacó el meta Ledesma, una gran acción defensiva de Fali ante Leo y dos goles anulados justamente por fuera de juego, a De Jong y a Pedri. Pero, en realidad, peligro poco. Y, en la segunda, más espeso, cansino, impreciso... como si esos segundos 45 minutos molestasen a los azulgranas.
Ledesma, el portero cadista, fue en realidad el último obstáculo de la trinchera de un Cádiz que, con dos muros de cuatro y cinco, lo fió todo de entrada a alguna transición, con Negredo solo en ataque y vigilado muy atentamente por Lenglet, que les diera la oportunidad para meterse en la pelea.
Pedri fuerza la ventaja
Pedri, entre líneas una vez más el gran desactivador de las minas de la trinchera rival, provocó el penalti que parecía dejar los tres puntos en el Camp Nou. Llegó antes que Iza un balón que acababa de recuperar Alba y el defensor le hizo falta dentro del área. Messi lo lanzó sutilmente a la derecha de Ledesma, que se había lanzado a su izquierda, y puso el 1-0 en el marcador.
El Cádiz casi empata en la jugada inmediatamente posterior, al quedarse Sobrino completamente solo en el área en un desbarajuste defensivo barcelonista. Remató alto. El jugador cadista iba a ser protagonista una hora más tarde.
El Barça bajó mucho el ritmo de la circulación de balón tras el descanso. No había cerrado el partido en la primera parte y en la segunda permitió que el Cádiz creyese que era posible la hombrada.
Aunque siguieron las llegadas de los de Koeman, los chuts repelidos por Ledesma y alguna oportunidad clara, como otra acción de Dembélé con final incierto o un chut de Griezmann a pase de Messi tras acción de Busquets, el conjunto andaluz llegó al tramo final con opciones. Un sueño para el Cádiz. Lenglet, que había vigilado eficazmente a Negredo hasta que el delantero fue sustituido, cometió un penalti absurdo sobre Sobrino. Álex no falló y el Barça tira a la basura una oportunidad de oro para recuperar opciones en la lucha por LaLiga. De poder mirar hacia el Atlético, a estar pendiente del retrovisor, a ver quién viene por detrás del Sevilla.
Crónica publicada por Joan Poquí, MD.com
Fuente fotos: www.mundodeportivo.com y www.laopiniondemalaga.es
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