El conjunto de Ronald Koeman remontó un gol inicial de Willian José y después aguantó como equipo al equipo que llegaba como líder
El mejor Barça en lo que va de temporada tumbó a la Real Sociedad, que llegaba con la etiqueta de colíder y más confiado que nunca en sacar un buen resultado del Camp Nou. El conjunto azulgrana jugó un gran primer tiempo, encajó gol cuando mejor estaba y tuvo que remontarlo. Primera remontada de la temporada. No se rindió y antes del descanso Alba y De Jong habrían puesto el 2-1. Después, Griezmann falló increíblemente el tercero y tocó apretar los dientes para aguantar en el tramo final y tumbar al equipo que llegaba como líder. El Barça regresa a la Liga y la Real, a San Sebastián derrotada por vigesimoquinta vez consecutiva desde el Camp Nou.
Ronald Koeman demostró creer en los chicos de casa. Dio la responsabilidad del eje de la defensa al tándem Araujo-Mingueza, que la pasada temporada no era el principal del filial en Segunda B, y ambos ofrecieron una exhibición en defensa. Cuando el dominio del Barça remitía, ya en la segunda parte, para oxigenar al equipo, recurrió a Aleñá, por delante de Pjanic. Liberó a Mingueza de responsabilidad cuando cometió un error que podía pesarle en el tramo final.
Durante el primer tiempo y el inicio del segundo, el Barça fue un equipo dominador, dinámico, con alma. Messi se mostró implicado, liderando a los jóvenes y formando un dúo de lujo con Pedri. Ambos generaron mucho juego. Leo no marcó, pero ejerció de jefe. Una coz criminal de Le Normand por detrás al argentino debió ser roja, a diez minutos del final. Se quedó en amarilla.
Puede decirse, sin miedo a estar demasiado lejos de la verdad, que el Barça jugó uno de los mejores primeros tiempos de la temporada. Con ritmo, presión arriba, mucha movilidad en las posiciones y un sistema muy elástico: partiendo del 4-2-3-1, con Pedri de mediapunta, Messi de teórico ‘falso nueve’ (pero moviéndose por todas partes) y Griezman y Braithwaite, en ataque De Jong subía desde su posición en el centro del campo y sorprendía con su llegada. Igual que los laterales, sobre todo un Jordi Alba decisivo.
La presión del Barça en la recuperación fue sobria y eficaz, con buenas recuperaciones en campo contrario. Bajo estas premisas, el conjunto de Koeman dominó y llegó bien, con una picadita de Griezmann demasiado cruzada, un cabezazo de Pedri a centro de Dest que marchó fuera por poco o un chut de Messi.
Pero la Real echó un jarro de agua fría sobre las ilusiones azulgranas a la primera que tuvo. A la salida de un córner, Pedri perdió la marca de Portu en su único lunar del primer tiempo (después lo compensó de sobras en la jugada clave rechazando un balón de Isak que entraba, chocando con el poste y justo antes de ser sustituido por Pjanic), combinó con Le Normand y, de primeras, centró para que Willian José rematase casi sobre la línea, libre de marcaje.
Los mejores minutos del Barça
El 0-1 era muy injusto. Y, de hecho, el Barça se rebeló. No habían pasado cuatro minutos cuando Alba marcó con la derecha rematando de primeras un balón dejado por Pedri tras centro de Griezmann, que había recogido un rechace de un chut de Messi.
El Barça continuó achuchando. Y, tras un remate sin peligro de Januzaj, Griezmann disparó al palo después de pillar un regalo de la defensa y driblar al central y al portero. Acto seguido, Braithwaite desperdiciaba una gran ocasión tras pared Messi-Pedri y, finalmente, De Jong, en una de sus proyecciones al ataque, marcó el 2-1 a centro de Alba tras otra larga jugada colectiva.
La Real subió una marcha tras el descanso, pero el Barça se defendió con orden, intensidad y, sobre todo, ganas. Se implicó en el trabajo. Y, a la contra, creó peligro. Griezmann perdonó increíblemente el tercero, solo ante la línea de gol. El centro de Jordi Alba fue una asistencia en toda regla. El delantero galo entró al remate, pero desvió el balón a las manos del portero, Remiro, ya superado, que no entendía nada. Como si se hubiese equivocado de dirección. Poco después, chutaba y Remiro salvaba el tanto.
La implicación defensiva fue determinante para aguantar el empate. El Barça había perdo nado y después, la Real le fue comiendo el terreno. Pedri evitó el empate y Monreal chutó desviado. la media hora final fue complicada. Ter Stegen rechazó un chut de Willian José con la Real ya lanzada y acto seguido desvió con el pie el remate de Isak. La gran concentración defensiva del Barça evitó ocasiones claras de la Real.
Crónica publicada por Joan Poquí, MD.com
Fuente fotos: www.mundodeportivo.com y www.laopiniondemalaga.es
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