Intercambio de golpes entre el Barcelona, líder destacado y el Atlético de Madrid, que llegaba en plena racha de victorias pero perdió ante el último equipo que le había ganado, en la primera vuelta. El triunfo barcelonista, peleado en un partido intenso, con momentos de buen juego, deja al equipo de Xavi más cerca del título. El regreso de De Jong y Pedri dio clarividencia al juego barcelonista y marcó Torres a centro de Raphinha: chute de autoestima para dos delanteros necesitados de ella. El Atlético buscó el empate, pero el conjunto barcelonista resistió con intensidad, oficio y fases brillantes, con un segundo tiempo de intercambio de golpes. El Barça ya pone la directa hacia el título.
No es Sant Jordi históricamente una buena fecha para el Barcelona, sobre todo en jornadas de Copa de Europa. Traumáticas experiencias en semifinales ante el Leeds, el Madrid, el United o el Bayern. Pero en LaLiga es otra cosa y el Barcelona, luciendo el uniforme con la ‘senyera’ en honor al patrón de Catalunya, ofreció un buen partido ante el Atlético.
Salió dominador el conjunto de Xavi, con Frenkie de Jong entrando en el once inicial y convertido en uno de los motores del Barcelona, clarividente en ataque y muy trabajador a la hora de presionar. Pedri esperó al segundo tiempo para reaparecer y dio continuidad a los buenos minutos del Barcelona, que tuvo en Raphinha a su delantero más ambicioso.
Organizador de las acciones de ataque del Atlético, Griezmann advirtió de buenas a primeras de su intención de hacer daño en su primera visita al Camp Nou tras su marcha. Con el cabello pintado de fucsia para despistar, mandó un chut envenenado al travesaño en la primera jugada del partido tras una pérdida grave de Sergio Busquets. Una acción que hacía pensar en un Atlético atrevido y dominados.
Lo cierto es que los rojiblancos generaron peligro y tuvieron al Barcelona controlado, pero a la manera de Simeone: dejando que el conjunto barcelonista les dominase territorialmente. Así, los de Xavi merodearon con peligro los dominios de Oblak, como en una muy buena acción de Lewandowski con pase al interior del área a Ferran Torres, muy activo. Lemar rebañó el balón cuando el valenciano iba a rematar, en el área pequeña.
Atacaba el Barcelona, pero el Atlético buscaba las transiciones. Griezmann se presentaba en casi todas las zonas del campo y generaba superioridades de los atléticos. Los problemas de los rojiblancos eran dos: los muchos metros metros que tenían que recorrer Nahuel, ‘cazado’ en falta por Marcos tras una pérdida absurda, por la derecha o Carrasco por la izquierda y la presencia en la retaguardia barcelonista de un titán llamado Araujo.
Con la zaga atlética muy bien parapetada, el primer disparo con peligro del Barcelona fue de Frenkie de Jong, al rematar desde el suelo al subir a pelear un balón en el área visitante. Pero, como respuesta inmediata, Ter Stegen salvaba el 0-1 en un remate de Griezmann como colofón de un pequeño desbarajuste defensivo tras internada de Carrasco por la izquierda superando a Koundé.
Inesperada contra
Inesperadamente, el Barcelona sorprendió al Atlético descolocado tras un intento de contra. La respuesta llegó en una apertura de Araujo hacia Raphinha, que encaró y aguantó a Hermoso y centró hacia Ferran Torres, con Giménez rompiendo el fuera de juego. Ferran se encontró con espacios y tuvo tiempo de controlar en la frontal del área y colocar un chut ajustado al palo lejos del alcance del meta atlético.
Oblak se encontró ante el peligro de que el Barcelona dejase casi sentenciado el choque nada más iniciarse el segundo tiempo, en un remate de Lewandowski y en una acción en la que los protagonistas del 0-1 casi repiten: centro de Raphinha e intento de Ferran, cuyo gran partido no impidió que dejase su plaza a la esperada reaparición de Pedri a la hora de partido. Nada más entrar el canario, Gavi cruzó demasiado un balón. Por los pelos.
No entró un remate de De Paul en una buena ocasión de un Atlético que buscaba reaccionar con cambios atrevidos, como la entrada del joven Barrios y de Morata en busca de una reacción. Raphinha, pese a jugar un gran partido, perdió la ocasión de sentenciar a centro de Lewandowski y remató con la rodilla a las manos de un Oblak ya batido. Y, acto seguido, Griezmann de tacón remató a las manos de Ter Stegen un centro de Morata. El partido era un intercambio de golpes. Lewandowski perdonó incomprensiblemente el 0-2 en un balón al espacio y el Barça tuvo que apretar los dientes al final, aunquie resistió y ya vislumbra en el horizonte el título de LaLiga.
Crónica publicada por Joan Poquí, MD.com
Fuente fotos: www.mundodeportivo.com y www.laopiniondemalaga.es
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