El equipo de Koeman se adelantó con gol de Alba a la media hora y otro de Ilaix Moriba en el minuto 83 liquidó el partido
El Barça ganó a un correoso Osasuna (0-2) en Pamplona en un partido serio y solvente. Un gol de Alba a la media hora y otro del joven Ilaix en el 83’ liquidaron la resistencia rojilla y cimentaron un triunfo que mete presión a Atlético y Madrid antes del duelo madrileño de este domingo, en el que alguno, o quizás los dos, se dejarán puntos en la lucha por LaLiga.
De inicio, el Barça mantuvo su esquema habitual en los últimos partidos, el 3-5-2 que tan buen resultado le ha dado ante el Sevilla, remontada copera incluida. Respecto del partido del Sevilla, Koeman introdujo dos cambios: Umtiti entró por el lesionado Piqué y en ataque Griezmann volvió a la titularidad para dar descanso a un Dembélé que se fue con molestias en un gemelo en la Copa.
Susto inicial de Calleri
El partido empezó con un susto de Osasuna. Sólo se llevaban dos minutos cuando Busquets perdió un balón en el círculo central, en campo de Osasuna, y desde ahí mismo Calleri intentó sorprender con un globo a Ter Stegen. El portero azulgrana estuvo vivo, rápido y certero para retroceder porque el tiro del delantero osasunista era potente y centrado y cogió la dirección buena.
Tras ese sobresalto, el Barça cogió la manija del juego y empezó a vivir más cerca del área de Osasuna. Sin llegar a presionar tan alto como en los dos últimos partidos ante el Sevilla, el equipo azulgrana se instaló en el campo del rival y empezó a buscar los huecos para romper la tupida defensa rojilla. Y aunque dominaba el Barcelona, de nuevo rozó el gol Osasuna.
Paradón de Ter Stegen, gol de Alba
Fue en un disparo desde fuera del área de Kike Barja al que respondió Ter Stegen con una plástica estirada y un paradón a mano cambiada. En el córner siguiente, Calleri cabeceó fuera por poco, libre de marca. El Barça no lograba crear mucho peligro y además se mostraba impreciso en algunos pases horizontales impropios de jugadores de primer nivel.
En cualquier caso, el equipo de Koeman cada vez dominaba más y en un ataque estático Messi levantó el periscopio y buscó esa combinación ya clásica y que todo el mundo conoce pero que nadie puede parar: el pase a Alba que el lateral de Hospitalet corrió como siempre y convirtió en golazo con un tiro durísimo que batió por arriba a Sergio Herrera. Era el minuto 30 de partido.
El gol confirmó el dominio del Barcelona pero no hundió a Osasuna ni mucho menos. Y es que sólo cuatro minutos después, el equipo de Jagoba Arrasate rozó el gol cuando con un gran desmarque Rubén García superó a Mingueza y disparó a bocajarro, obligando a Ter Stegen a hacer otro paradón.
Tras esa ocasión clara de Osasuna, Koeman saltó como un resorte de su asiento y le pidió a Ousmane Dembélé que se pusiese a calentar, a diez minutos del descanso. El Barça reaccionó ante el nuevo susto con posesiones largas. Una de ellas la acabó Messi con un tiro desde fuera del área que acabó en córner. Con el Barça controlando el balón se llegó al intermedio.
Dembélé, al campo
En la reanudación, cambio en el once y de esquema táctico: Umtiti se quedó en la caseta y en su lugar salió Dembélé, dando lugar a que el equipo dibujase, de nuevo, un 4-3-3 sobre el campo. Dado que Osasuna atacaba sólo con un punta, Calleri, a Koeman le sobraba un central y decidió quitar a Umtiti y poblar más la delantera para intentar matar el partido con la velocidad, los centros y los misiles de Dembélé.
A los tres minutos, Messi puso a prueba a Herrera con un tiro lejano que el portero osasunista desvió con dificultades. Poco después quien tiró a puerta fue Dembélé, dejando groggy a Aridane con un pelotazo en una zona especialmente sensible. Dest volvió a probarlo, forzando un córner en el 57’ y en el 61 quien rozó el gol fue De Jong con una gran internada en el área que también acabó en córner.
Sale Ilaix Moriba
Arrasate intentó oxigenar su ataque metiendo a Jony por Kike Barja. Koeman respondió metiendo a Ilaix y a Braithwaite por Busquets y Griezmann, respectivamente.
Osasuna rozó el empate en el 70’ con un remate de Calleri a la salida de un córner en que le ganó en el salto a Mingueza pero remató fuera por poco. Arrasate volvió a mover el banquillo metiendo a dos puntas, Budimir y Adrián.
El equipo navarro empezó a tener más el balón y el Barça, a sufrir ante los balones aéreos que empezaban a llover sobre el área pequeña de Ter Stegen. Pero tras una buena fase de posesiones largas y de presión avanzada, Ilaix Moriba, a sus 18 años, liquidó el partido en el minuto 83. Messi le pidió el balón de espaldas a portería en el borde del área, se la devolvió y el canterano tiró un recorte con la derecha, se puso el balón en la izquierda y se sacó un disparo potente que le dobló la mano derecha a Herrera y puso el 0-2 en el marcador. Ilaix ni se lo creía cuando se abrazó a Messi para celebrar su primer gol en el primer equipo.
Tras el gol de Moriba, más cambios: Gallego y Oier en Osasuna para buscar un gol y Junior y Riqui en el Barça para dar descanso a Alba y Pedri. Sin embargo, el equipo de Koeman no sufrió y acabó liquidando el partido con ese oficio que le faltó en el primer tramo de LaLiga y que tantos puntos le costó. Pero ahora la historia ha cambiado, el equipo es una piña, Koeman ha convencido a todos y Atlético y Madrid ven que un tren de color azulgrana viene de atrás lanzado. Hay Liga y mucha.
Crónica publicada por Fernando Polo, MD.com
Fuente fotos: www.mundodeportivo.com y www.laopiniondemalaga.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario