2-2: El Barça empata en un partido marcado por las lesiones de Messi y Mascherano
El regreso de Tito al banquillo quedó ensombrecido por la lesión de Messi y un partido pleno de incidencias en contra
El Barça deberá decidir, otra vez, en el Camp Nou, su pase a las semis de la Champions
Alves estuvo soberbio defendiendo y atacando, con un pase de crack a Leo en el 0-1
El Barça logró en París un empate del que se hablará durante años. No fue un partido exquisito, de esos con ‘rondos’ maravillosos y toques de clase. Fue más bien una guerra cuerpo a cuerpo en el que, esta vez, los barcelonistas no giraron la cara como en San Siro. Lo peor de todo fue la lesión de Messi (que este miércoles debe saberse su alcance) y lo mejor el regreso de Tito Vilanova al banquillo del Barça. De propina, el PSG metió un gol en fuera de juego y tuvo toda la suerte del mundo en el definitivo empate a dos. Aunque, eso sí, el penalti que forzó Alexis no fue claro en directo, pero las imagenes de TV no dejaban duda.
Con todo, el Barça confirmo su carácter, que nunca se da por vencido, que nadie puede creer que les tiene contra las cuerdas porque se lleva un disgusto como en el golazo de Messi tras pase genial de Alves.
En el lado negativo, el hecho de que, otra vez, el rival, como hizo el Milan, supo crearle ocasiones de peligro con cierta facilidad con pelotazos largos a la espalda de una defensa que estuvo poco apoyada por el centro del campo y los puntas en la presión necesaria para establecer un dominio claro de la posesión del esférico. Encima se volvió a sufrir a balón parado. Valdés volvió a estar soberbio en París, una ciudad que se le da muy bien, aunque tuvo la inmensa mala suerte del gol final, increíble, por su resolución.
Minutos de sufrimiento
El Barça sufrió en la primera parte. Lo hizo como en algunas fases del partido de San Siro ante el Milan. La diferencia fue que la intensidad de los azulgrana fue mayor en conjunto y que los franceses fueron mucho más ambiciosos y peligrosos, sobre todo con un Lavezzi que quiso demostrar a la gente de Rosario, la misma ciudad en que nació Messi, que él tambien es un crack que le puede disputar la fama entre los rosarinos. Ezequiel volvió loca a la defensa del Barça que veía como le llegaban en oleadas los contrarios.
Carlo Ancelotti no es seguro que tuviera vídeos de Mou sobre como jugarle al Barça, pero se sabía la ‘asignatura’ de memoria. Presionó con fuerza arriba y buscó descaradamente el contrataque con la sorpresa de David Beckham en el equipo inicial como lanzador. Daba igual la posesión. Su juego era directo. Balonazo arriba para que lo bajara Ibra o el esférico al hueco para que Lavezzi profundizara o a Lucas Moura (pedazo de jugador) jugara entre líneas.
Fueron unos minutos iniciales en los que el Barça lo pasó mal, en los que volvió a aparecer la figura gigantesca de Valdés que, cada vez que juega en París, se convierte en héroe, ya sea con el Barça como con la Roja. Sólo Víctor y un inmenso Alves eran capaces de aguantar al PSG.
Los franceses no marcaron de milagro en una jugada en que Lavezzi y finalmente Busquets remataron casi al alimón. El balón se estrelló en el poste, afortunadamente. Luego Valdés hizo un paradón en tiro de falta de Ibrahimovic. Otro de Pastore también fue conjurado, con apuros, por un gran Víctor. Tito se desesperaba en la banda pero el PSG era muy superior.Un tiro de Iniesta fue la primera señal de vida del Barça que trataba de tocar, pero era incapaz de superar el ‘pressing’ y las faltas tácticas de los franceses.
¡Increíble Alves!
Y cuando peor pintaban las cosas, apreció un Alves genial que se disfrazó de Xavi e Iniesta a la vez. Dio un pase con el exterior del pie que hubiera firmado cualquiera. Su balonazo al área fue recogido por un Messi a la carrera que fusiló a Sirigu sin remedio. Era el 0-1 que devolvía la vida al Barça, que dejaba muy tocado al PSG. A partir de ahí, ya no presionó igual, le costó buscarle la espalda a la zaga barcelonista.
Pero era una noche de desgracias. París seguía siendo un mal sitio para Leo. En la capital parisina vio ganar al Barça la Champions ante el Arsenal en el 2006 desde la grada porque Rijkaard no le convocó. Esta noche fue peor. Así tras protagonizar otro jugadón, con tiro que casi acaba en gol, se llevó la mano al muslo. Se quedó clavado. Dialogó con Tito y el doctor a pie de campo. Ya apenas se movió mas en lo que quedó de primera parte.
Messi, KO
La peor noticia se confirmó. Leo no salió tras el descanso. Otra lesión en el maldito bíceps femoral. Su puesto lo ocupó Cesc Fàbregas. El PSG cobró nuevas fuerzas. Los murmullos no habían parado en el Parque de los Príncipes desde que Leo se quedó ‘clavado’ en el campo. La ausencia de Messi les dio alas a los franceses, sobre todo al público que se creyó el ‘slogan’ que se leía en una gran pancarta en el Parque de los Príncipes: ”Soñemos en ser más grandes”. Tuteaban a todo un Barça.
El equipo de Tito, consciente de sus problemas en defensa, hizo una cosa buena, tratar de controlar el esférico y jugar en campo del PSG. Pero eso equivalía a jugar con fuego por la peligrosidad de los franceses en el contrataque. Cesc apoyaba a Xavi e Iniesta en la construcción del juego, pero faltaba pegada arriba porque ni Villa ni Alexis culminaban las jugadas. Sobre todo, porque ese juego murió en los pies de un Alexis que no fue el “jugadorazo” que él mismo había pregonado en su país, ante los medios chilenos. Tuvo dos buenas ocasiones y las malgastó de forma lamentable. No, en París, no fue un jugadorazo. Ni forzando un penalti.
Ancelotti tiró de plan B. Sacó a un Lavezzi muy cansado y dio entrada a Menez, un delantero que puede jugar por el extremo pero que es hombre de área. Buscó apoyar a Ibra con otro jugador ‘grande’ y rematador. También rectificó el error de poner a un Beckham fuera de forma (tras su periplo publicitario por China) y dio entrada al interesante Verratti. El joven internacional azzurro le trató de dar más orden al juego del PSG con sus pases y apoyos.
Y Alves casi logra el 0-2 que hubiera sido definitivo con un saque de falta que se fue fuera por poco. Hubiera sido la guinda a su partidazo. Algún compañero debió intentar emular a Dani por todo el empeño que puso.
Stark la lía
El Barça casi había marcado en un lanzamiento de falta de Xavi en el que el balón casi entra tras un rebote en la barrera. Antes Valdés había detenido un disparo del ex blaugrana Maxwell. El partido estaba equilibrado. El gol podía caer por cualquier bando, en cualquier jugada.
El partido se complicaba por momentos. La mala suerte vestía de amarillo y naranja, una vestimenta que no le va a este gran Barça, que le trae mal fario. Y para que no faltara nada, el árbitro Wolfgang Stark pareció quererse congraciar con Mou y hacerse olvidar por la expulsión de Pepe en el Bernabéu. No quiso ver nada en el área del Barça en que chocaron Masche y Alba, que hub de todo. Pitó corner y la jugada acabó en el 1-1 de Ibrahimovic. Villa hizo una falta y el sqque fue cabeceado por Thiago Silva para que Zlatan remachara el gol en claro fuera de juego (79’). Stark debió ganarse la felicitación de Mou, seguro.
Masche, KO
La entrada de Tello por Villa coincidió con la lesión de Mascherano. Marc Bartra salió deprisa y corriendo. ¿Qué más le podía pasar al Barça en una noche tan fatídica? Masche, que ya no podía jugar la vuelta por la tarjeta amarilla que vio en París, estará seis semanas de baja. Un desastre.
Pero este equipo es muy grande y en una jugada trenzada en que Tello estuvo muy vivo, el balón acabó en los pies de Alexis que supo forzar la pena máxima ante la salida desesperada de Sirigu que se lo llevó por delante, al llegar tarde. Jugada clara, salvo por el hecho de que el protagonista fuera el chileno, tan amigo de las ‘piscinas’.
El caso es que Xavi trasformó el penalti en un increíble 1-2, un resultado para la historia después de todo lo que pasó sobre el vetusto estadio del Parque de los Príncipes. Era el minuto 89, lo más difícil parecía que estaba hecho.
Pero la pesadilla de París aún reservaba otro golpe tremendo. En el último segundo de partido, un tiro del leñero Matuidi era desviado ligeramente por Bartra que batía a un Valdés que veía, impotente, como el balón atravesaba la línea de meta lentamente. Un empate que hace daño.
Crónica publicada por Francesc Aguilar, MD.com
Fuente fotos: www.mundodeportivo.com, www.laopiniondemalaga.es y www.marca.com
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario