Barça 5 - Sevilla 1 (20-10-2024)

 

El Barça empieza a lo grande su semana grande
 
Goleó con dobletes de Lewandowski y Pablo Torre, gol de Pedri y reaparición de Gavi, aclamado por el Lluís Companys
 
Johan Neeskens no pudo tener un mejor homenaje del Estadi Olímpic el día que se guardó un silencio respetuoso por su pérdida. Con el 'seis' a la espalda, su dorsal, entró Gavi después de un año en el dique seco por lesión y fue aclamado por el público, como en los setenta lo era el holandés. Y además el Barça estuvo a la altura con un 5-1 al Sevilla cómodo, con doblete de Lewandowski y goles de Pedri y dos más de Pablo Torre.

Otros tres puntos que refuerzan al equipo y que preparan la complicada semana que espera a los azulgrana, con Bayern Múnich y Real Madrid en el horizonte. El desarrollo del partido permitió a Flick reservar esfuerzos en la segunda parte. Apostó por poner el mejor equipo posible, asegurar los puntos y hacer los cambios después. Faltaron por reaparecer Frenkie de Jong y Dani Olmo, pero sí volvieron Fermín y Gavi y, cuando mira al banquillo, Flick empieza a respirar más tranquilo. 

Hubo que esperar más bien poco para encarar el partido ante un Sevilla que comenzó muy bien plantado en el campo, sin conceder ocasiones de gol claras y buscando las contras. Una jugada fue clave para dibujar el rumbo del partido: un penalti, sin discusión pese a los lloros de la Caverna, que Lewandowski transformó y que hizo que el Barcelona aniquilase al Sevilla en el segundo tramo de la primera partre, en la que fue muy superior a un Sevilla que jugó con medias blancas con dobladillo rojo, como en la época de Neeskens.

Ansu Fati jugó porque se lesionó Eric Garcia en el precalentamiento. Se situó en la media punta, como el centrocampista más avanzado en una línea en la que Pedri y Casadó se fueron alternando como medio centro posicional e interior, en una suerte de doble pivote que creó mucho juego y supo tapar a la medular sevillista.

No estuvo muy acertado Ansu en los metros finales, aunque lo intentó y el meta Nyland evitó su gol tras un centro de Fermín en la segunda parte. Suyo fue uno de los primeros remates del equipo, aunque desviado, en un arranque dominador ante un Sevilla bien situado, con las líneas juntas y esperando las transiciones, que llegaron en la figura de Lukébaio, sobre todo una tras una pérdida de Koundé que acabó en remate desviado tras recorte a Iñigo. Parecía en los primeros compases que el extremo belga podía hacer daño.

Nada más lejos de la realidad. Una desafortunada acción del ex azulgrana Peque supuso penalti después de que el sevillista arrollase a Raphinha tras un control del brasileño con un cambio de orientación que sorprendió al joven jugador. Algunos sevillistas protestaron; no así Peque, cuyo rostro reflejaba la decepción por el error cometido. Lewandowski no falló, con su típico saltironcillo, tan alejado de los penaltis del añorado Neeskens, que reventaba el balón cada vez que chutaba un penalti. Si el balón iba al poste, la portería temblaba. Normalmente lo que temblaba eran las redes, como temblaron con el penal de Lewandowski, tan distinto y al mismo tiempo igualmente eficaz.

El gol a favor impulsó al Barcelona, que comenzó a ganar casi todos los duelos. Lewandowski dio continuidad magistralmente a una recuperación de Pedri con una apertura a Lamine Yamal. El extremo avanzó y se sacó de la manga un pase hacia el eje del ataque, donde Koundé no acertó a controlar y Pedri remató a gol.

El tercero fue de Lewandowski, rozando un fuera de juego que rompía Agoumé por muy poco, al desviar un chut de Raphinha que de otro modo se habría ido. Pero poco antes hubo una jugada sensacional que no acabó en gol por el meta sevillista, Nyland, que hizo un paradón ante Lewandowski tras centro de Lamine Yamal, que había recibido un balón procedente de un taconazo de Raphinha que había dado continuidad a una salida de balón sublime de Cubarsí desde la línea de fondo.  

Sin duda, otra actuación sobresaliente del canterano, que forma una pareja de centrales con Iñigo, aunque en la segunda parte cometió un penalti por calcular mal una entrada que, sin embargo, fue anulado por fuera de juego previo. También por fuera de juego se invalidó un gol de Raphina tras un gran pase de Lamine Yamal, que buscaba su momento en el segundo tiempo.

Koundé seguirá siendo el jugador con más minutos, porque no fue el elegido para los cambios para dar descanso. Entraron Pau Víctor y Fermín por Lewandowski y Raphinha, mientras Lamine Yamal aún tuvo unos minutos antes de tener su ración de descanso. Buscó el gol, pero también chocó con el meta Nyland.

El portero sevillista, de los mejores de su equipo pese a la 'manita', evitó que Ansu Fati se reencontrase con el gol al atrapar un cabezazo del delantero a centro de Fermín, justo de antes de que un fuera de juego invalidase un gol de Lukébakio que bien pudo haber dado al Sevilla de cara a los minutos finales.

No había sido muy brillante la segunda parte, con muchas rotaciones, cuando Koundé centró para que marcase Pablo Torre el cuarto. Y aún hubo más en un final de partido trepidante.

Si el Sevilla hubiese marcado antes, podría haber puesto algo de 'suspense' al final, con un Barça lleno de cambios, pero el gol llegó a tres minutos del final, tras una gran transición que resolvió el joven Idumbo. Y Pablo Torre logró su segundo gol en una falta directa que intentó rematar Iñigo.

Crónica publicada por Joan Poquí, MD.com
 

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Fuente fotos: www.mundodeportivo.com y www.laopiniondemalaga.es

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