Un Barça para sentirse orgulloso arrolla al Bayern
Un Barcelona del que sentirse orgulloso brindó una noche memorable en Montjuïc. Espectáculo vibrante, goles, emoción y una promesa de grandeza europea de un grupo de un futuro brillante. 'Hat-trick' de Raphinha y gol de Lewandowski, que no celebró. Ni falta que hacía. Ya lo hizo por él un Montjuïc entregado. El Bayern había llegado riéndose del Barcelona y se va escaldado.
El Barça se comportó como un grande de Europa. Presionó arriba, supo aguantar el tipo en los momentos dominadores de un rival que no quería perder y fulminó arriba con un Raphinha magnífico, el gran peligro al espacio desde el principio. Pero es un triunfo global, de una generación de jóvenes guerreros ante veteranos prepotentes como Müller o Neuer.
Fermín fue el elegido por Flick para jugar en la media por delante de Casadó y Pedri y fue el encargado de abrir la primera brecha. Tardó poco en encender Montjuïc, con un pase al espacio a Raphinha, que ganó la espalda a Kimmich, se fue hacia Neuer, le sorteó y marcó. No había pasado un minuto desde el inicio del trepidante choque.
Atento Peña, en su papel de líbero, había comenzado bien ante Harry Kane, saliendo a interceptar un pase al delantero inglés con la defensa muy avanzada. Sin embargo, poco pudo hacer ante un cabezazo del inglés a centro de Müller. Se coló por la escuadra a pesar del vuelo del meta. Lo que pasa es que el '9' del Bayern estaba en fuera de juego milimétrico y la euforia de los seguidores bávaros se congeló. Pero había quedado establecido un partido con mucho espacio tras las defensas y con un Bayern que monopolizaba, de momento, el balón en busca del empate tras el gol de Raphinha. La delantera del Barça estaba aislada, desactivada, con Lamine Yamal de espectador, y se intuía el gol.
Fuera de juego en el primer aguijonazo de Kane, pero no en el segundo. El gol del inglés llegó por la banda contraria al anulado. Con el Bayern dominando totalmente el juego y moviendo al balón de lado a lado, Olise cambió hacia Gnabry, cuyo centro fue rematado, esta vez de volea, por el delantero en el eje del ataque. Y esta vez no había fuera de juego. Parecía la noche del Bayern. Fue un espejismo.
Un Lamine Yamal vigilado por Davies estaba agazapado, a la espera de su momento. Poco a poco, fue tocando balones y advirtiendo al Bayern. Incluso estuvo a punto de marcar de rebote en un error grotesco de Neuer en el área pequeña. El extremo inició la jugada del 2-1, con un pase a Fermín, que se llevó el balón ante Kim, acción en la que el Bayern pidió falta, y superó a Neuer con una vaselina, asistiendo a Lewandowski, que remachó a placer el gol del 'ex'.
Con el público absolutamente entregado, el Barcelona se había sacudido el dominio del Bayern y plantaba cara. Marc Casadó vio ante sí al cotizadísimo Kimmich y se creció. Pase largo a la izquierda al nivel de Schuster o Koeman, directo al pie de Raphinha, control, carrera y recorte del brasileño y golazo con un derechazo ajustado al palo opuesto al que tapaba Neuer.
Kane había marcado y el Bayern había intimidado, pero el 'pipiolo Barça' no se había amedrentado y no sólo estaba vivo, sino que mandaba por 3-1 al descanso, pese a fases de dominio alemán. Era necesario conservar el nivel ante un Bayern que, sin duda, iba a mantener sus líneas muy altas.
Otra vez el equipo de Múnich salió a buscar el empate y otra vez el Barcelona apretó los dientes, desde el primer jugador al último. Pedri, que puso todo su bien hacer en el mimo de balón, controló uno cerca de la frontal del área y vio a Lamine Yamal, que vio a Raphinha empezar a correr y le mandó un nuevo regalito. El brasileño, tocado por una varita mágica, no falló. Encaró a Neuer y marcó su tercer gol. Cuarto del Barça. Delirio.
Frenkie de Jong fue el primer cambio, por un Fermín que había abierto el partido y se fue con dos asistencias, para poner algo más de posesión y pausa en un partido acelerado, mientras Kompany hacía cuatro cambios de golpe en un Bayern que mejoraron al equipo. El Bayern seguía creando peligro por las bandas, sobre todo con continuos cambios de orientación.
Faltaba ponerle el lacito a un partido histórico, memorable. Y costó, porque el Bayern no se rendía, seguía presionando arriba y buscando un gol que le reavivara. Y estaba el señor árbitro, que en cada jugada dividida pitaba, indefectiblemente, a favor del equipo UEFA. Arbitraje provocador, en un partido que sirvió para que prepotentes como Müller saliesen escaldados. Y mal perder del Bayern, con una agresión de Goretzka a Casadó de roja que quedó en amarilla. El quinto no llegó por milímetros en un centro de Lamine Yamal que Lewandowski no llegó a rematar bien por muy poco.
Crónica publicada por Joan Poquí, MD.comFuente fotos: www.mundodeportivo.com y www.laopiniondemalaga.es
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