Reacción insuficiente del Barça en Vallecas
El equipo de Xavi pagó una pésima primera parte en la que se fue al descanso con el golazo de Unai López en contra y su mejoría tras el descanso sólo le valió para empatar con un autogol de Lejeune
El Barça no curó sus heridas en Vallecas. La reacción de la segunda parte le valió para sumar un punto, una renta insuficiente en su lucha por el título de Liga, pero volvió a regalar la primera parte a un Rayo que se fue al descanso con ventaja gracias a un golazo de Unai López. El equipo de Xavi, sin juego y a la desesperada, mereció un empate que logró de rebote, pero con poco tiempo ya para marcar un 1-2 que no llegó.
El primer día de los nueve meses, más o menos, que se avecinan sin Gavi coincidió con la primera baja liguera de Ter Stegen en mucho tiempo. Son dos líderes, cada uno a su manera, por carácter contagioso el primero y por calma sensata el segundo. Y un tercer 'jefe' como Ronald Araujo comenzó en el banquillo tras vaciarse en dos exhibiciones con Uruguay. También dos fijos como Gündogan y Joao Félix arrancaron de suplentes tras su desgaste con sus selecciones. Para compensar las ausencias de peso, regresó Frenkie de Jong dos meses después de su lesión directamente al once y con el brazalete de capitán porque Sergi Roberto tampoco está disponible. La principal baja del Rayo Vallecano también fue sensible: el sancionado Álvaro García, una bala y verdugo habitual del Barça.
El Rayo tiró del manual de los equipos de barrio toda la vida: a un portero poco habitual hay que probarle pronto desde donde sea. Lo hizo Isi Palazón, el más pillo de la clase, con dos zurdazos desde fuera en apenas cinco minutos, el primero alto y el segundo con un bote que causó problemas a Iñaki Peña, atrapándolo en tres tiempos. No dio sensación de seguridad el portero alicantino en esa acción, pero se desquitó pronto cuando Frenkie de Jong perdió un balón en la frontal y Óscar Valentín colocó un disparo raso que Peña blocó con una buena estirada. En cualquier caso, demasiadas llegadas locales en el primer cuarto de hora.
El Barça, con más posesión y De Jong incrustado entre los centrales para sacar el balón, también dio señales de vida en ataque, aunque tímidas. A Lewandowski se le fue largo el regate a Dimitrievski tras asistencia de Pedri. El propio canario remató a las manos del portero desde la frontal del área, el mismo inocente destino de un intento de Lamine Yamal tras una gran jugada personal. Pobre bagaje ofensivo para media hora de una supuesta resurrección futbolística.
Hasta el descanso, nada nuevo en el Barça plano de las últimas semanas: pérdidas constantes de balón, jugadores que no se ofrecen y escasa iniciativa individual en ataque. Y con Pedri y De Jong de titulares, cuyos regresos pasaban por ser la solución. Quedó claro que el problema es más global. Para colmo, a Unai López le salió el golpeo de su vida desde muy lejos tras el rechace de una falta muy mal defendido, potente, con veneno y colocado al poste a media altura, y logró el 1-0 en el 39'. El VAR revisó un posible fuera de juego previo de Camello, pero el gol subió al marcador. Y suerte que Balde sacó bajo palos antes del descanso un balón que Camello ya iba a empujar para el 2-0.
Xavi no hizo cambios en el inicio de la segunda parte, pero sí tocó posiciones en ataque, con Cancelo ya de interior y casi empatando muy pronto con un latigazo que besó el larguero por arriba. Ferran también tuvo el 1-1, pero su cabezazo solo tras pase de Romeu fue a las manos de Dimitrievski. Lo mismo otro de Pedri, ya con Gündogan y Joao Félix en el campo desde el 55' por Romeu y Ferran, tras pase de Lewandowski. Se le fue alto en posición inmejorable.
El Barça, con Pedri liderando el juego, ponía cerco a la portería del Rayo, pero el tiempo pasaba y el empate no llegaba. Lewandowski estrelló en la barrera una falta, Lamine no atinó con un cabezazo sin ángulo... Xavi llamó a Fermín y Raphinha en el 75' y el brasileño envió un zurdazo a la base del poste nada más entrar. Lewandowski no cazó el rechace por poco.
La mejoría ya la insistencia del Barça merecía un premio que llegó en el 82'. Gran centro de Balde desde la línea de fondo y cabezazo acrobático de Lewandowski en colaboración con Lejeune para empatar por fin.
El Barça tenía tiempo para buscar el 1-2, pero las prisas fueron malas consejeras, se impusieron las precipitaciones y el Rayo sacó fuerzas con el apoyo de su afición para confirmarse una vez más como una bestia negra para el equipo azulgrana.
Crónica publicada por Javier Gascón, MD,com
Fuente fotos: www.mundodeportivo.com y www.laopiniondemalaga.es
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