Derrota inapelable del Barça (3-1) ante un Valladolid que dio un paso de gigante para soñar con la permanencia. Los azulgrana, con una mezcla de titulares y suplentes, sumaron una nueva derrota tras proclamarse campeones y cayeron con estrépito en un partido que estuvo a punto de acabar en humillación. Un gol en propia puerta de Christensen en el primer minuto, un penalti inocente cometido por Eric y un tercer tanto de Plata castigaron en exceso a un Barça que hizo una primera parte correcta pero que se fue diluyendo con el paso de los minutos. Lewandowski maquilló el resultado con un gol casi al final.
Como ante la Real Sociedad, Xavi introdujo cambios en el equipo, pero sin hacer una revolución total. La gran novedad en el once fue la primera titularidad en Liga para Pablo Torre y la segunda prueba con Eric Garcia como mediocentro. Los que buscaban sus récords personales, como Lewandowski o Ter Stegen, seguían en el once para luchar por sus retos individuales.
Pero el alemán sólo tardó 82 segundos en encajar otro gol. En la primera acción de ataque del Valladolid, Machis centró desde la banda izquierda y Christensen, en lugar de despejar, la clavó de forma involuntaria en la portería de Ter Stegen. Sólo había transcurrido un minuto y el Barça ya perdía en el marcador.
Las dos siguientes ocasiones las tuvo de nuevo el Valladolid, ambas en las botas de Machis, pero Sergi Roberto primero y Ter Stegen después, despejaron el peligro. Y pasados diez minutos de partido, apareció el Barça en Pucela. De la mano de un Raphinha muy activo y de un Pablo Torre muy participativo, los azulgrana recuperaron el balón, el dominio y empezaron a crear peligro ante la portería de Masip.
Cuando parecía que el Barça se ponía serio y rondaba el gol del empate, un nuevo regalo propició el segundo gol pucelano. Eric García cometió un inocente penalti sobre Gonzalo Plata, que estaba de espaldas a portería. Soto Grado, bien situado, no lo dudó y señaló la pena máxima sin necesitar la confirmación del VAR. Larin no falló desde los once metros, engañó a Ter Stegen y anotó el segundo del partido. Zorrilla enloqueció, mientras los azulgrana lamentaban que en sólo 20 minutos ya habían encajado dos goles.
Pese al resultado adverso y a que no se jugaban nada, los jugadores del Barça se rebelaron en busca de una reacción. Raphinha apareció en casi todas las acciones de peligro y fue el que más cerca estuvo de marcar, pero topó casi siempre con Jordi Masip. El catalán se lució con varios paradones, evitó que marcara el brasileño y también sacó una mano espectacular para detener un remate de cabeza de Christensen. En líneas generales no estaba haciendo un mal partido el Barça, pero dos errores en defensa costaron muy caros y en ataque pese a generar muchas ocasiones no habían sido capaces de superar a Masip.
En el descanso, Xavi decidió dejar en el vestuario a Ter Stegen, quizás para proteger el récord histórico de menos goles encajados, y le dio minutos a Iñaki Peña. También entró Kessie por Sergi Roberto, por lo que ahí acabó la prueba de Eric como mediocentro, ya que el catalán se situó entonces como lateral derecho.
A medida que se fueron apagando Raphinha y Pablo Torre, los más activos en la primera parte, el juego del Barça se fue desinflando. Las irrupciones de Balde por banda izquierda se convirtieron en el principal y casi único argumento ofensivo de los azulgrana, pero sus centros no encontraban nunca rematador.
El Valladolid iba reculando para defender un botín con el que posiblemente ni soñaba y perdiendo todo el tiempo que podía para arañarle segundos al crono. Y cuando el partido entraba en una fase soporífera llegó el 3-0 del Valladolid. Larin se desmarcó por la izquierda y superó con facilidad a Iñaki Peña. El colegiado lo anuló en primera instancia por fuera de juego, pero desde la sala VAR le corrigieron, porque Eric García habilitaba al delantero canadiense.
El tercer tanto local finiquitaba el encuentro, permitía al Valladolid seguir soñando con la permanencia y castigaba en exceso a un Barça que fue de más a menos y que sigue de resaca tras las celebraciones por el título de Liga. Incluso pudo ser peor y acabar en resultado humillante, pero el palo evitó el 4-0 tras una acción de Lucas Rosa, con Iñaki Peña ya batido. Casi al final, Lewandowski maquilló el marcador y sumó un nuevo tanto rumbo al ‘Pichichi’
Crónica publicada por Edu Polo, MD.comFuente fotos: www.mundodeportivo.com y www.laopiniondemalaga.es
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