Luis Suárez conquista París
Dos golazos del uruguayo y uno de Neymar para que el Barça se imponga 1-3 a un gran PSG y ponga un pie en la semifinal
Dos golazos de Luis Suárez, ambos con túneles monumentales a David Luiz antes de la definición, colocan al Barça a un paso de las semifinales de la Champions League. El 1-3 en el Parque de los Príncipes, donde e PSG no perdía en Europa desde hace una eternidad, premia la actitud del equipo de Luis Enrique en un partido en el que tuvo de todo: fases de buen juego confirmadas con el 0-1 de Neymar, momentos de nervios en los que el PSG parecía una locomotora y un autogol final de Mathieu que obligará al Barça a extremar las precauciones en la vuelta, cuando ya estarán Verratti e Ibrahimovic.
Siendo dos equipos de corte parecido, con talento para el toque y gusto por el ataque, fue curioso observar la batalla táctica inicial. El PSG decidió esperar de forma descarada en su campo con la esperanza de cazar un contragolpe letal y el Barça aceptó la posesión del balón, el dominio de la situación y apostó por presionar muy arriba, incluso al borde del área local, con implicación y sacrificio de Messi, Suárez y Neymar.
No se puede decir que en los primeros minutos se impusiera alguna de las dos propuestas. El PSG salió con calidad y clase de esa presión e incluso tuvo la ocasión que buscaba tras una extraordinaria circulación colectiva de balón, centro de Matuidi y remate fallido de Pastore en el 8’. Y el Barça, pese a los pocos espacios que tenía, encontró el hueco en el 13’ para que Messi disparara desde la frontal al poste con otra rosca marca de la casa.
Dice el tópico que los pequeños detalles marcan las diferencias en los grandes partidos. Y eso ocurrió cuando Thiago Silva se echó la mano a la pierna tras un mal golpeo en el 15’. David Luiz, rescatado de forma milagrosa, comenzó a calentar con cautela: tenía para un mes de baja y estaba a punto de reaparecer a los 9 días. Pero esos cinco minutos que el PSG tuvo que jugar con Thiago Silva de estatua esperando el cambio fueron decisivos. Tras un gran robo de balón de Sergio Busquets en el 18’, Iniesta vio a Messi entre líneas y éste asistió a Neymar, quien cruzó con sangre fría ante la salida de Sirigu para lograr el 0-1. David Luiz entró por Thiago Silva en el 21’. Ya era tarde.
El partido cambió totalmente tras el gol de Neymar. No es que el Barça se echara atrás de forma meditada, como se le ha criticado en alguna ocasión con Luis Enrique, más bien el PSG adelantó su línea de presión con orden, intensidad y un gran físico, creando dudas y nervios en la hasta entonces plácida salida de balón del ayer conjunto amarillo. Mascherano evitó de forma providencial que Cavani encarara a Ter Stegen, Piqué vio una amarilla por obstaculizar el desborde de un enorme Matuidi y el PSG incluso contó con dos córners, ambos dudosos, para asustar con su arma preferida. El Barça se defendió con concentración. Pero salvo con dos disparos inocentes de Neymar y Luis Suárez, éste tras robar un balón arriba a David Luiz, el Barça ya no dio señales de vida en ataque hasta el descanso.
Quedó claro que el Barça iba a necesitar un plus en la segunda parte en todos los aspectos para no sufrir. Y tras el pitido arbitral se evidenció con la salida agresiva del PSG: presión brutal arriba, más intensidad en los balones divididos, más velocidad y apoyo incondicional de su afición. El equipo francés era un vendaval, también ayudado por un árbitro inglés muy contemplativo, y Pastore se atrevió de lejos con un bote envenenado que casi sorprende a Ter Stegen, atento también después a un zurdazo raso de Rabiot desde la frontal en una acción en la que Iniesta cayó lesionado, siendo sustituido por Xavi en el 53’.
Con el de Terrassa en el campo, el Barça dio más sensación de control mientras que el PSG se tomaba un respiro. Blanc intentó recuperar el ímpetu con la entrada de Lucas Moura por Rabiot en el 65’, pero Luis Suárez aprovechó el bajón físico local para sacarse de la manga un gol sensacional en el 67’ en una jugada de buscavidas: túnel a David Luiz entrando como extremo derecho, recorte a Marquinhos, resistencia para la embestida de Maxwell y remate con sentido ante Sirigu. Genial.
El 0-2 dejó muy tocado al PSG y dio confianza al Barça, aunque Ter Stegen tuvo que evitar el 1-2 en el 70’ con un paradón descomunal tras trallazo de Cavani. A la contra, Messi buscó su gol con una diablura antes de que Luis Enrique moviera ficha con la entrada de Mathieu por Rakitic, subiendo a Mascherano a la media junto a Busquets.
El Barça no sólo había salido vivo de la tormenta, sino que acabó tan fuerte que buscó sentenciar la eliminatoria en la ida. Y para eso estaba Luis Suárez lanzado. Otro túnel a David Luiz y definición fantástica ante Sirigu, Dos golazos en un gran día. Pero cuando el PSG parecía muerto, resucitó de forma inesperada por un autogol de Mathieu, que colocó el pie mal en un remate lejano e inofensivo de Van der Wiel en el 81’. Ter Stegen nada pudo hacer.
Antes del final, Sirigu evitó el 1-4 en una falta de Messi, aunque el Barça también se libró del 2-3 en una acción embarullada.
Crónica publicada por Javier Gascón, MD.com
Fuente fotos: www.mundodeportivo.com, www.laopiniondemalaga.es y www.marca.com
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