3-1: El Barça dinamita al Atlético de Madrid
Victoria de campeón para un equipo que tuvo al tridente Messi, Neymar y Suárez como goleadores
Sensacional partido de los blaugrana que hicieron vibrar y disfrutar a un Camp Nou que se olvidó de cualquier división en el club
Leo le marcó el gol número 21 en la historia al Atleti y demostró que es el mejor del mundo en la víspera del Balón de oro
Undiano Mallenco estuvo a punto de liar un serio altercado por sus tremendos errores, una falta previa de Lionel y un penalti que no era de Leo
El gran Barça volvió ante el Atleti. Jugó al nivel del día del PSG en Champions. Ganó, al fin, al cuadro colchonero (3-1) que la temporada anterior le quitó la Liga por un gol, que les eliminó en Champions. Les tenían ganas y se notó desde el primer minuto. Les metieron dos goles al cuadro de Simeone en media hora, algo que el año pasado no fue posible nunca, para encajar un tercero en la segunda parte, los tres obra del tridente de oro compuesto por Messi, Neymar y Suárez. Y, de paso, igualmente importante, el Camp Nou apoyó al equipo desde el primer minuto con pasión.
Esta vez no hubo ‘división de opiniones’ entre el apoyo a Luis Enrique o Messi. Hubo unanimidad en que lo que interesaba era que el Barça esté por encima de todo el mundo. Eso sí, corearon el “¡Messi, Messi, Messi!” al recibir el trofeo de máximo goleador de la Liga y varias veces más. En ese tema no hay discusión. Aunque esta noche también fue premiado con esos gritos el brasileño Neymar, que hizo un excelente partido.
De paso, Lionel Messi, en la víspera de la concesión del Balón de Oro, recordó quien es el mejor. Le dieron un trofeo por haber batido el número de goles en la Liga de Telmo Zarraonandia. Fue un partido especial porque también se homenajeaba a su amigo el ‘Topo’ López, fallecido en desgraciado accidente de tráfico durante el mundial de Brasil. Leo, listo como pocos, aprovechó el regalo del Cholo Simeone de colocar sobre él a Jesús Gámez, al que le hizo un ‘traje’ a medida. Fue básico en el 1-0 de Neymar, le dio el 2-0 a Luis Suárez en otra asistencia y fiirmó el tercero. Su partido 450 con el Barça, otro record, fue de los que se debe recordar. Hasta se ayudó, esta vez del ‘brazo de Dios’, en el inicio del segundo tanto, que fue falta clara.
La primera parte del Barça fue intensa. Prueba de ello es que el Atleti sudó para frenar al Barça y sólo fue capaz de tirar una vez y mal, sobre la meta de Bravo. Encima, superó a los colchoneros en su terreno, fue mejor en la presión, les superó en la batalla aérea y les ‘mató’ al contraataque. Es decir, que les pasaron por encima con el estilo propio del Atleti, que no nos engañemos, es el que le encanta a Luis Enrique. De propina funcionaron las bandas, Messi-Alves y Neymar-Jordi Alba fueron dos pequelas randes sociedades que dinamitaron a los laterales de una zaga rojiblanca más insegura que otros días que daba demasiado espacio.
La suerte del campeón
Encima, el Barça tuvo la suerte del campeón de su lado. El primer gol, vital en el desarrollo del partido, fue una combinación en que los fallos fueron casi tan importantes como los aciertos. Messi inició la jugada, se la dio a Rakitic, el croata a a Alves que se la devolvió a Leo. El argentino le hizo un ‘puente’ a Godín por el exterior y centró a Suárez. Juanfran desvió el balón, Luis no la controló pero se la pasó a Neymar que, con toda la tranquilidad de un crack, batió a Moyà (12’). El Camp Nou explotó de alegría con el 1-0.
El Atleti acusó el golpe. Intentó frenar al Barça a base de patadas, sobre todo, en una entrada alevosa de Giménez a Neymar que le clavó los tacos en su tobillo. Undiano Mallenco (¿no había otro árbitro para dirigir este duelo?) no dio una a derechas. En vez de castigar las acciones violentas, amonestó a Mandzukic por pelearse dialécticamente con Busquets y al pobre Gámez por falta a Messi. Por el contrario, ni él ni sus ayudantes, vieron como Messi se llevaba el balón con el brazo en el inicio de la gran jugada personal que propició el 2-0 en su asistencia número 100. Luis Suárez no perdonó y volvió a marcar tras rematar el pase de Leo.
El uruguayo vuelve a ser el ‘killer’ de siempre. Quizá hubiera sido más justo que el 2-0 hubiera llegada en una jugada del tridente de lujo. La inició Messi, se la dio a Suárez que se fue de la zaga rojiblanca por velocidad y le centró el balón con suavidad a la cabeza de Neymar, que remató de forma equivocada, con un cabezazo mal dirigido.El 2-0 con el que se llegó al descanso fue justo por la diferencia observada entre ambos equipos. El Atleti venía de superar con claridad al Real Madrid en la Copa. El Barça de bordear el ridículo en Anoeta en Liga y golear al Elche, en el torneo del KO.
Otra de Undiano
El partido que seguía igual que en la primera mitad se vio alterado, otra vez, por una decisión injusta de Undiano Mallenco. Curiosamente el árbitro navarro pitó…¡penalti de Messi! Algo inaudito. No en vano es el primero que le sancionan en toda su carrera futbolística. Fue un ligero toque de Lionel sobre Jesús Gámez que el rojiblanco aprovechó con picardía. El colegiado pareció querer compensar que no había visto la falta de Messi en el 2-0 con otra decisión equivocada, esta vez, a favor del Atleti. Mandzukic transformó la pena máxima en el 2-1. El partido volvió a abrirse.
El Barça cambió un tanto su forma de jugar. Ya corrió menos, buscó más la triangulación entre sus hombres. Eso sí, siguió serio atrás, aunque sin presionar como en la primera mitad, pero con verticalidad (sobre todo Neymar) cada vez que había espacio y olían a gol. Simeone se la jugó dando entrada a Fernando Torres, tradicional verdugo de los azulgrana por el todoterreno Gaby, retrasando a Koke. Presionaron fuerte muy arriba, a los hombres de Luis Enrique le costó más llegar al área rival. Notó algo el cansancio. El Cholo puso más contundencia aérea con Raúl García por Griezmann.
Por parte barcelonista, Andrés Iniesta hizo acto de aparición, con el cambio de estilo, el gran manchego volvió a ser importante en el juego del Barça y el equipo lo agradeció. Ahí surgió la figura de Bravo que salvó ante Torres y luego en una jugada embarullada, con colaboración de Jordi Alba. Luis Enrique no reaccionaba. Simeone seguía a lo suyo y rectificaba: salía Siqueira por Gámez. Tarde.
Acababa de chutar Messi en el primer remate del Barça de toda la segunda parte. Era el octavo partido ante los rojiblancos en que Leo no ‘mojaba’, pero Leo es mucho Leo. Cuando más lo necesitaba el equipo surgió su menuda pero gran figura para marcar el definitivo 3-1, un gol de hombre de área, culminando desde el suelo una ‘pared’ con Rakitic. Fue un tanto que hizo aplaudir hasta a Luis Enrique por la tremenda importancia que tenía para cerrar un encuentro espectacular. Suárez habái cruzado el balón a Rakitic y el croata se lo dio a Messi.
Esta victoria tiene un claro valor, debería servir para pacificar al vestuario, a los aficonados, al entorno, a todo el Barça en general. El FC Barcelona siempre debe estar por encima de todos. Este Barça hace soñar.
Crónica publicada por Francesc Aguilar, MD.com
Fuente fotos: www.mundodeportivo.com, www.laopiniondemalaga.es y www.marca.com
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