3-1: El Barça gana al Ajax con la cabeza en el Clásico
El Barça casi se deja empatar por el Ajax tras un primer tiempo en el que había sido muy superior.
Neymar y Messi marcaron, pero el conjunto azulgrana no cerró el partido y bajó la tensión.
El Barça casi paga muy caro la bajada de intensidad con la que afrontó el tramo final del partido ante el Ajax. Durante una hora, el conjunto azulgrana dominó sin agobios a un Ajax irreconocible a no ser por la franja roja vertical de su uniforme. Neymar y Messi pusieron por delante al conjunto de Luis Enrique, que antes del descanso pudo haber goleado. Pero dejó un pequeño resquicio abierto para que los holandeses soñasen con la hombrada y el técnico asturiano, además, cometió la imprudencia de querer demostrar que es capaz de sentar a Messi. En el segundo tiempo, sacó del campo sucesivamente a Neymar, el argentino y Andrés Iniesta. Casi lo paga con la pérdida de dos puntos, puesto que el Ajax recortó distancias en un arreón final.
El Barça, a diferencia de lo sucedido el pasado sábado, fue claramente de más a menos. Empezó muy bien, con un juego esperanzador. El 4-3-3 fue más claro que el dibujo más versátil de la mayoría de partidos, más al uso de la tradición barcelonista, podríamos decir. Con los interiores más avanzados y no tan pendientes de las subidas de los laterales, más comedidas. Tal vez a modo de ensayo del Clásico, quién sabe. Iniesta y Rakitic participaron en las jugadas de los dos goles del primer tiempo, tuvieron presencia en ataque y mucha movilidad. Igual que Pedro, al que Luis Enrique parece dispuesto a levantar la moral y que se movió mucho, sobre todo en los primeros minutos y por dentro. Lástima de un tiro al poste, ya con 2-0 y tras jugada de Neymar, que podría haber servido para rehabilitarle definitivamente.
Como no podía ser de otra manera, el papel estelar recayó en Messi y Neymar. El argentino eligió los momentos para frenar o acelerar, controlar o desbordar. Y 'Ney' fue un incordio para la zaga del Ajax, especialmente el central Veltman, al que sacó de su zona y que debió haber visto tres tarjetas amarillas antes del descanso.
Leo fabricó a los siete minutos el 1-0 tras una jugada colectiva iniciada por Piqué en la que participaron Rakitic, que recogió el pase largo de Gerard y tocó de primeras para Messi; Pedro, que combinó en un rápido tuya-mía con el argentino; y el propio Leo, que recogió del canario, se revolvió por el centro, se giró y abrió para Neymar. El brasileño cruzó el balón lejos del alcance del meta.
Con un control casi absoluto del Barça, Iniesta vio a Messi desmarcado tras una recuperación de Mascherano aprovechando un fallo en la salida de balón de Zmiling, a los veinticuatro minutos. El lateral zurdo, Viergever, había salido antes de tiempo de su zona y Messi se encontró con la extraordinaria asistencia de Andrés, aguantó, encaró y marcó el 2-0.
El tercero pudo ser obra del propio Iniesta, que se marcó una internada tras recibir un pase corto y algo forzado de Neymar. El manchego entró por el centro, se metió hasta la cocina driblando rivales y acabó con un último gesto suave, buscando la sutileza en lugar de la contundencia ante puerta. Cillessen desvió a córner.
Tampoco fue gol, ya en los inicios del segundo tiempo, un disparo de Pedro desde media distancia que el meta dejó en su rechace blando a pies de Messi. Leo marcó,pero estaba en fuera de juego. El Barça no había cerrado el encuentro y practicó un peligroso juego.
Tras el insano debate de los últimos días consecuencia del diálogo entre Luis Enrique y Messi ante el Eibar, el técnico asturiano dio descanso a Messi. Antes ya se había ido a la ducha Neymar y después lo hizo Iniesta. Una maniobra audaz, sin duda, pero que a pesar del entusiasmo de Munir, Sandro y Rafinha acabó por diluir la capacidad ofensiva de un Barça que ya había comenzado a gestionar esfuerzos.
Los holandeses mejoraron con la entrada de Riedewald en el medio centro y, ante la indolencia del Barça, tuvieron al menos la apariencia de equipo de fútbol. Nada que ver, ni de lejos, ni siquiera con el peor de los peores Ajax de los ochenta. Indigno. Pero el Barça les dejó creer que tenían alguna opción. Un chut desviado de Van Rhijn y, sobre todo, un mal despeje de Piqué pusieron el miedo en el cuerpo, pero fue en los minutos finales cuando el recién entrado El Ghazi remató a gol una jugada colectiva en pleno desbarajuste del eje defensivo azulgrana.
El Barça, incapaz de 'matar' el partido a pesar de la aportación de Rakitic, el salvavidas en el tramo final (forzó dos faltas peligrosísimas que después el equipo no supo gestionar), tuvo que apretar los dientes y a la contra, Sandro marcó el tercero cuando el Ajax estaba volcado en busca de un milagro que ni había imaginado. Estos regalos, en Europa y con un equipo de verdad, son fatales
Crónica publicada por Joan Poquí, MD.com
Fuente fotos: www.mundodeportivo.com y www.laopiniondemalaga.es
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