Volaba el Barcelona hacia el gol, que llegó de córner y con nueva asistencia de Koundé. Dembélé, que fue Dembélé en estado puro, con algunas pérdidas que generaron intentos de contra del Viktoria pero que fue un torbellino y participó en los goles, sacó el córner, Koundé se impuso a los defensas para tocar con la cabeza y Kessié, que llegaba desde la segunda línea, remató también de cabeza.
Otra cosa fue el tándem Pedri-Lewandowski. Se entienden a la perfección, como ya habían acreditado en el Gamper, y su conexión electrocutó al Viktoria. La primera acción entre ambos fue una galopada del canario desde su campo con pase interior al polaco que se le marchó un poco; la segunda chispa que crearon fue la del 2-1: recuperación de Pedri después de una imprecisión suya, pase a Lewandowski y control, amago y remate espectacular del delantero. Poco después, otra combinación entre ambos desembocó en pase sensacional de tacón de ‘Lewi’ a Pedri, cuyo remate no fue gol por la acción del portero.
Lewandowski, brutal
También Ansu, titular en la rotación de Raphinha, quería sumarse a la fiesta y lo probó por la izquierda, pero el primer acto finalizó con otra acción de un Dembélé eléctrico que recuperó un balón que le habá escapado, volvió loca a la defensa y lanzó un pase milimétrico para que Lewandowski cabecease al fondo de las mallas. Otro golazo que devolvía la justicia al marcador después de que el Viktoria aprovechase el único despiste defensivo de la primera parte para soñar con dar la sorpresa.
Instintivamente, el Barcelona había levantado el pie del acelerador después del 2-0 y el conjunto checo aprovechó la relajación que provocó una internada por la izquierda, con Sergi Roberto cazado fuera de posición y con cierta dejadez de Christensen tras un primer rechace, con centro final y remate a gol de Sykora, al que vigilaba Alba. Poco antes, el VAR había abortado lo que pudo ser una gran injusticia: el árbitro ya tenía la roja para expulsar a Christensen tras pitar penalti por derribo a Mosquera, que sin embargo había dado un codazo previo clamoroso al central danés. El VAR lo aclaró.
Antes del descanso marcó Lewandowski y el Barcelona pudo afrontar la segunda mitad sin agobios, sin urgencias pero sin relax y con la voluntad de mandar un mensaje muy directo a la Champions: el Barcelona está volviendo. Y con Lewandowski dispuesto a mantener el desafío goleador de Haaland en la competición europea.
Fueron Dembélé, con acciones eléctricas que buscaban romper la muralla visitante, y Pedri, con un disparo desde fuera del área que salió fuera poco poco, quienes hicieron que el ritmo subiese en la segunda mitad, tras una fase en la que había decrecido un poco. Algo que Xavi no quiere que ocurra, porque estas lagunas se pagan caras: justo antes de ser sustituido, Chory perdonó tras acción de Mosquera por la izquierda.
Otra vez Lewandowski encendió el Camp Nou: combinó en la frontal con Ferran y lanzó un trallazo ajustado al palo, imparable para el portero Stanek, lo mejorcito del Viktoria pese a la goleada, que tampoco pudo detener el quinto, de Ferran con una volea impresionante a centro impresionante de Dembélé. ‘Hat trick’ de Lewandowski en su debut europeo con el Barcelona.
El Barcelona vuelve a pisar con determinación en la Champions y lanzó un aviso para Europa, para el Bayern y para todos los favoritos. Es la mejor noticia de la noche europea, con un Camp Nou entregado y en plena comunión con el equipo, como en las grandes noches europeas.
Crónica publicada por Joan Poquí, MD.com Fuente fotos: www.mundodeportivo.com y www.laopiniondemalaga.es
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