El francés salvó in extremis un triunfo obligado ante un Valladolid que acabó con diez por polémica expulsión de Plano y que tuvo a los azulgrana contra las cuerdas
El Barça sufrió mucho y rozó lo que habría sido un tropiezo imperdonable, pero doblegó la resistencia del Valladolid y se sitúa ya con el primer puesto a tiro. Evitó lo que habría sido imperdonable Dembélé, gran protagonista de la reacción en la segunda parte después de que el equipo regalase la primera. Un gol tardío logrado a la desesperada, con épica, a pase de Araujo, cuando el partido se había complicado mucho después de un primer tiempo impropio, premió el esfuerzo del equipo azulgrana. Con más corazón que cabeza, el conjunto azulgrana reaccionó al final ante un Valladolid que acabó con diez por expulsión de Óscar Plano y que pidió unas manos de Alba dentro del área. A los noventa minutos, el central uruguayo bajó un centro de De Jong, remató Dembélé y LaLiga está finalmente a tiro para el Barça.
Un Valladolid muy serio, muy bien situado, sorprendió al Barça en un primer tiempo inesperado, en el que los de Sergio dominaron a los puntos a los azulgranas y aprovecharon las pérdidas de balón del Barça con despliegues efectivos a los que faltó una buena definición. De Jong y Messi, apercibidos de cara al Clásico, jugaron. En la pizarra, el Barça salió con todo. Pero después, en el césped no fue así. No parecía que el Barça se estuviese jugando el título. Aunque Pedri acabó nivelándolo con un palo casi al descanso, el Valladolid había maniatado al Barça y se había atrevido incluso a amenazar con un remate al larguero. El conjunto de Koeman se parecía poco al equipo poderoso de antes del parón.
A todo esto llegó el factor-silbato, muy distinto en este primer acto al que provocó las protestas vallisoletanas al final. Que el listón de las faltas (a favor del Barça, no las otras) iba a estar bajo quedó claro muy pronto, cuando el señor colegiado permitió un agarrón-empujón, dos al precio de uno, del supuestamente técnico Roque Mesa sobre Messi, en el primer intento del crack por romper la presión del Valladolid, que arrancó sin complejos y con algún que otro acercamiento, como un centro al área que Lenglet quitó de la testa de Kenan Kodro cuando el delantero ya se aprestaba al remate. Poco después, tampoco ‘vio’ un codazo de Alcaraz a la cara de Griezmann. Escandaloso.
Alarma: balón a la madera
Kodro, segundo delantero en el esquema del técnico pucelano junto a Sergi Guardiola, mandó un balón al travesaño al rematar de cabeza un centro de Janko, en una jugada que confirmaba que el Barça no había entrado en el partido como si se estuviese jugando el título. El Valladolid, que volvió a probar suerte en una llegada de Nacho con centro-chut y en dos tiros de Mesa, había estado más cerca del gol en un arranque de partido poco tenso de los barcelonistas.
Además, a los tres avisos del Valladolid se unió el festival del señor colegiado (Don Jaime), que completó un ‘hat trick’ cuando ignoró una falta clamorosa de Olaza sobre Dest al borde del área. La duda es si pisó al lateral azulgrana fuera o dentro. Pero que era falta del defensa pucelano sólo el señor colegiado no lo quiso ‘ver’.
Pese a un primer tiempo muy espeso, el Barça se fue al descanso con el tiro a la madera de Pedri. El canario, en una fase final del primer tiempo en la que De Jong decidió saltarse la pizarra y dejar su puesto de líbero para subir al ataque, culminó rematando al poste una jugada colectiva, con pase atrás final de Messi. El holandés ya se quedó en la medular tras el descanso, en un cambio de dibujo en busca de una reacción.
Dembélé se situó a la derecha del ataque (a la izquierda tras la entrada de Trincao) en un 4-3-3 convencional y sacudió el juego. Generó una falta que Messi no pudo aprovechar y remató después un pase de Leo en una transición que acabó con rechace de Masip. Aún cabeceó fuera Griezmann. A pesar de que el Valladolid salía aprovechando que el Barça se había estirado y pidió una mano de Alba en el área (habría sido el colmo que señalase penalti en una acción claramente involuntaria), el conjunto azulgrana encaró el tramo final lanzado a por la portería de Masip, que detuvo una falta de Messi y un chut de Trincao, pero condenado a un intercambio de golpes muy peligroso, con llegadas como una muy peligrosa de Olaza.
La decisión de Jaime Latre
Chutó Messi desviado, Dest llegó y asistió a Braithwaite y, llegada a llegada, el Barça iba acercándose a la portería de un Masip que lo paraba todo. Una entrada por detrás de Plano a Dembélé cuando se internaba fue castigada con roja directa por el señor colegiado, que en la segunda parte se ganó las iras pucelanas. Una roja polémica y rigurosa. En cualquier caso, con un criterio muy distinto al del primer tiempo. Finalmente, a la desesperada, un centro de De Jong lo bajó Araujo para el remate de Dembélé. LaLiga, a tiro.
Crónica publicada por Joan Poquí, MD.com
Fuente fotos: www.mundodeportivo.com y www.laopiniondemalaga.es
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