El conjunto de Koeman deja escapar una oportunidad de oro para lograr el liderato y, tras una inesperada derrota, ya no depende de sí mismo
Oportunidad de oro increíblemente perdida por el Barça, que se queda a las puertas de asaltar el liderato después de una derrota del todo imperdonable al Granada. El conjunto de Koeman perdió contra un equipo al que había apeado de la Copa con una remontada heroica en los últimos segundos y ya no depende de sí mismo, porque tiene por delante no sólo al Atlético sino también al Madrid. Pese a que un gol de Messi, en gran combinación con Griezmann, avanzó a los de Koeman, el Granada dio la vuelta al partido en un segundo tiempo increíblemente espeso de los azulgranas, con goles de Machís y Jorge Molina. Un Barça abatido y agotado no tuvo capacidad de reacción tras el 1-2. Esta vez no se dio la remontada de la Copa.
Frente a un rival con cinco defensas claramente plantados cerca de su portería y con su vocación ofensiva depositada a los movimientos de Soldado, el hombre más en punta, y Luis Suárez, así como en ordenadas pero escasas transiciones, al Barça el partido se le atravesó desde el primer momento. Koeman, con LaLiga en juego, apostó por tres cambios respecto al once habitual: Umtiti atrás, Sergi Roberto en el carril derecho e Ilaix en la media para dar descanso a Pedri.
De buen inicio, se vio que la tarde azulgrana no iba a ser la más brillante. El partido se puso cuesta arriba ante un rival roqueño (y plagado de bajas, ojo) que no dejaba huecos y al que el Barça no superaba. Y que, además, ganó el sorteo y rompió la tradición de que el Barça ataca siempre el Gol Nord en la segunda parte. Ilaix tampoco tuvo la mejor de sus tardes, a pesar de que buscó dar verticalidad a las acciones del equipo. Y, pese a todo, el Barça abrió la lata. El encargado de hacerlo, en esta ocasión, fue Griezmann.
El francés protagonizó la primera ocasión del Barça con un chut centrado y, poco después de un acercamiento del Granada a través de una acción de Machís que no llegó a rematar Herrera, combinó con Messi por el eje del ataque con un maravilloso pase al primer toque devolviendo el balón al argentino, que remachó con un gran chut ajustado al palo para abrir el marcador y señalar lo que parecía el camino al liderato.
El Granada le da la vuelta
Ni con el marcador en contra el Granada modificó su planteamiento, pero ya comenzó a avisar: Piqué desmanteló una contra en la misma frontal del área pequeña, en que Soldado buscó una asistencia en lugar de chutar. Griezmann remató fuera por poco, también Sergi Roberto demasiado alto, el Barça no tenía cerrado el partido y el Granada se metió por la rendija que le dejaron: una imprudencia de Umtiti y un mal despeje de Mingueza provocaron una internada de Machís tras dejada del recién incorporado Jorge Molina y acabó en remate relativamente cómodo del venezolano por debajo de las piernas de Ter Stegen.
A poco más de un cuarto de hora, con Koeman en la grada por roja directa, el Barça cambió el sustema en busca de una reacción. Y, sin embargo, el Granada marcó el segundo en un remate de Jorge Molina a centro de Adrián Marín, recién entrados los dos, en una posición increíblemente cómoda entre los dos centrales del Barça.
No hubo reacción clarividente del Barça. El gol ni llegaba ni se le esperaba. Ter Stegen subió a rematar una falta lateral en el último momento del añadido. Atrapó Aarón el centro de Messi y se escaparon tres puntos irrenunciables por el desagüe de LaLiga.
Crónica publicada por Joan Poquí, MD.com
Fuente fotos: www.mundodeportivo.com y www.laopiniondemalaga.es
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