Un Barça desastroso regala tres puntos y pone en peligro el liderato
Los de Valverde se dejaron remontar un 0-1 en ocho minutos ofreciendo una muy mala imagen ante un rival al que dieron alas y lo supo aprovechar
El FC Barcelona regaló, literalmente, tres puntos importantísimos en un partido en el que iba ganado por 0-1 ante el Levante en el minuto 60 y que acabó perdiendo por 3-1 con tres tantos en siete minutos producto del desastre coral, con mención especial a la defensa. El gol de penalti de Messi en el primer tiempo fue volteado por Campaña, Mayoral y Radoja, y los de Valverde se fueron a casa de vacío, con su tercera derrota y volviendo a su peor imagen fuera de casa.
El sol que iluminaba el Ciutat de València en el momento del pitido inicial proporcionaba el brillo perfecto para que los cracks del Barça lucieran de nuevo tras la goleada al Valladolid y lograsen una buena imagen fuera de casa, algo poco habitual en lo que va de curso. La baja de Jordi Alba en el once, por precaución, llevó a un lateral diestro, Semedo, al bando zurdo, y el sustituto natural de Alba, Junior, una vez más lo vio desde la grada. Tras una tregua de quince minutos donde ambos conjuntos tantearon sin apenas pisar las áreas, los locales pusieron una marcha más y encerraron a los de Valverde en su área durante cinco minutos que se hicieron eternos y que no acabaron en gol gracias a dos intercepciones salvadoras del defensa más en forma del Barça, Clement Lenglet. Apagado el primer conato de incendio, el Barça recuperó el control y, con un Griezmann omnipresente y bien asociado con Semedo, comenzó a hacer recular la avanzada defensa local. No fue hasta la media hora que llegó la primera clara, de Griezmann, por supuesto. Messi le tiró un buen balón al espacio que el francés convirtió en un tiro cruzado y obligó al meta Aitor a despejar con acierto.
El dibujo del Barça no era claro, los roles no parecían marcados, y fue De Jong el que se encargó de tomar el mando y ordenar el equipo desde la dirección, con el balón. Y ahí comenzó a cambiar el guión. Lo que no esperaba Valverde es que habría otro cambio, el obligado de Luis Suárez por Carles Pérez debido a los problemas físicos del uruguayo en el sóleo de su pierna derecha. Desde que el ‘9’ culé pidió el cambio hasta que dejó el césped pasaron más de cinco minutos donde lo que se modificó fue el electrónico. Un inocente penalti de Miramón sobre Semedo lo transformó Messi para poner el 0-1 y seguir escalando en la tabla del ‘Pichichi’. El argentino quiere también su séptima Bota de Oro.
El adormecimiento del inicio del partido en el bando azulgrana se reprodujo al comienzo del segundo acto, y lejos de ir a por el 0-2 que pusiese tierra de por medio, el Barça cedió atrás unos metros muy valiosos a su rival. Valverde lo vio y enseguida mandó calentar a Busquets, que volvió a entrar en las rotaciones. Al de Badia le siguió en sus ejercicios en la banda el olvidado pero efectivo Ivan Rakitic. El guion era tan poco habitual que hasta Ernesto Valverde vio amarilla por protestar. El Barça no estaba cómo y cuando un equipo se quita el balón de encima más que lo juega pasa lo que pasó. Un despeje de Piqué en defensa al que no llegó Vidal propició una ocasión local que pilló a la zaga desordenada y Campaña lo aprovechó para igualar el choque.
Lo peor para el Barça estaba por llegar. No se habían ni sentado los aficionados locales tras celebrar el primero cuando Mayoral puso el 2-1 tras controlar amnistiado por Piqué y disparar lejos del alcance de Ter Stegen.
El Levante había remontado en dos minutos y la sangría pudo ser mayor porque acto seguido pudo marcar el tercero. El Barça era un despropósito y tocaba reaccionar. Valverde sacó a Vidal y Arthur y dio entrada a Busquets y Ansu Fati para dibujar un 4-2-3-1 sobre el verde. De Guatemala a guatepeor. Un disparo mordido de Radoja rebotó en ‘Busi’ antes de colarse en la meta de Ter Stegen.
3-1 y veinte minutos por delante para arreglar el desastre y rascar algo en Valencia. El conato de reacción culé quedó en nada tras revisión del VAR. Messi había puesto el 3-2 pero el balón lo recibió de un Griezmann en fuera de juego.
La inercia hizo recular al Levante pero la reacción del Barça ni estaba ni se la esperaba. Y así transcurrieron los instantes finales de un choque que dejó muy tocada la imagen de un equipo que volvió a mostrase muy vulnerable y nada sólido. Una tarde para olvidar.
Crónica publicada por Ángel Pérez, MD.com
Fuente fotos: www.mundodeportivo.com y www.laopiniondemalaga.es
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