Un Messi prodigioso activa al Barça ante el Celta
Un ‘Hat trick’ del argentino, con dos goles de falta idénticos, asegura tres puntos balsámicos para los azulgrana
Una nueva exhibición de talento, rabia y gol de Leo Messi, con dos goles casi calcados de falta directa y otro de penalti, puso en marcha al Barça ante el Celta y supuso, a la postre, un triunfo balsámico para irse al parón FIFA con cierta tranquilidad. El 4-1, con los tres tantos de Leo y un cuarto de Sergio Busquets, refleja un marcador más amplio que el juego que se vio en algunos momentos en el Camp Nou, si bien es cierto que el conjunto azulgrana apenas sufrió, más allá de los tres minutos transcurridos entre el gol del Celta, también de falta directa, lanzada por Olaza, aunque una falta inexistente, y el 2-1, el primero de falta que clavaba Messi.
Leo no sólo marcó. Se activó con la injusticia de esa falta y se situó, en algunas fases del segundo tiempo, como ‘falso’ nueve. Fueron los momentos en los que buscó más a Griezmann, con la intención de regalarle un momento de gloria que finalmente no llegó, aunque el francés lo intentó y, tras un primer tiempo apagado, se integró más en el juego en la segunda parte.
Valverde introdujo muchos cambios respecto al once que empató sin goles ante el Slavia, entre ellos un Junior Firpo que se reivindicó generando el penalti que abrió el marcador. También Sergi Roberto como medio centro, aunque la lesión de Semedo le oblogó a replantear posiciones. Delante, un Celta que salió con buenas intenciones y con un 3-5-2 flexible con el que dominó los primeros minutos, pero que se diluyó rápidamente.
El penalti fabricado por Junior Firpo, que centró desde la izquierda un balón que Aidoo rechazó claramente con la mano dentro del área, animó hasta cierto punto un inicio de partido anodino. El Celta había empezado intenso pero se fue apagando poco a poco y, en el momento en que Messi no falló, acabaron de fundírsele los plomos.
Tampoco con 1-0 el Barça aprovechó en principio la fragilidad anímica de los vigueses. El juego del Barça no arrancaba, pese a los intentos de Messi, inusualmente impreciso en el regate, los desmarques fallidos de Griezmann, una noche más apagado en la primera parte, o alguna que otra intentona de Arthur, una de las cuales acabó en gol aunque el balón ya había salido cuando centró el brasileño.
Messi, humano y divino
Todo en este Barça gira alrededor de Messi y Leo, en tres minutos, fue protagonista para lo malo, para lo bueno y para lo excepcional. Lo malo, un balón que él perdió en zona peligrosa y la falta que se inventó el árbitro, Cuadra Fernández, después de que el propio jugador argentino reaccionase y recuperase el balón. Pape Cheikh se tiró a la piscina. Tarjeta para leo y gol de lanzamiento directo del central Olaza. Lo excepcional merece punto y aparte.
Cabreado por su pérdida de balón y, sobre todo, por el atropello de Cuadra, Messi lo arregló en menos de tres minutos. Cogió el balón tras una acción personal de Arthur que acabó en falta y clavó, por la escuadra, otro gol prodigioso de falta directa. Excepcional, aunque no lo parezca porque lo hace a menudo. Bueno, casi siempre.
Y, si hay que repetir, se repite. Y Messi repitió. Falta sobre De Jong al inicio de la segunda parte, tras combinación con Griezmann, en la misma zona que la anterior: frontal del área, ligeramente a la derecha del ataque. Ideal para él. Y la clavó por la misma escuadra que la de antes, pero esta vez en el Gol Nord. Hat trick a balón parado.
Después de una fugaz reacción celtiña, con sendas paradas de Ter Stegen en un chut desde lejos de Beltran y un remate precipitado de Pione Sisto tras pase de Iago Aspas, Messi adoptó otras funciones y buscó a Griezmann, que remató un pase de Leo con parada (de las pocas) de Rubén.
Y le hicieron un penalti como una casa tras combinación con Griezmann que el árbitro tampoco quiso pitar.
Crónica publicada por Joan Poquí, MD.com
Fuente fotos: www.mundodeportivo.com y www.laopiniondemalaga.es
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