Empanada, reacción y ‘Stegenada’
El Barça reacciona en el segundo tiempo tras perder 3-0 al descanso, pero un error de Ter Stegen lo remata
Piqué, colosal, e Iniesta lideraron una reacción del todo insuficiente tras un nefasto primer tiempo
Un brillante segundo tiempo del Barça no sirvió para salvar en Balaídos al menos un punto, en lo que fue una oportunidad de oro perdida tras el tropiezo del Madrid. El conjunto de Luis Enrique reaccionó en la segunda parte después de ser barrido en la primera por un Celta demoledor. Fue un primer acto escalofriante por lo malo. Sin ese naufragio, y sin un error garrafal de Ter Stegen, el Barça habría sacado algo positivo de Galicia gracias a la reacción del segundo tiempo. Cuando entre Piqué e Iniesta estaban cosiendo el roto del primer tiempo, un pase arriesgado de Ter Stegen rebotó en Pablo Hernández y supuso el 4-2. Sin ese error, el gol final de Piqué habría servido para empatar.
El Barça, sencillamente, jugó un primer tiempo espantoso, sin ideas, sin conexión entre líneas y sin juego en el centro del campo, frente a un Celta que salió al 150% y supo explotar todas y cada una de las pérdidas de balón del Barça, que cuando reaccionó ya iba tres abajo en el marcador. La reacción estuvo a punto de ser eficaz, porque el Barça del segundo tiempo fue intenso, llegó mejor y fue capaz de trenzar jugadas. Pero cuando mejor estaba el Barça y el Celta acusaba el esfuerzo, Ter Stegen metió la pata hasta el fondo.
Después de un arranque de partido que fue un espejismo, en el que el Barça dominó y movió el balón con cierto criterio, con una buena pared entre Arda y Suárez con chut del uruguayo como ocasión más clara, el Celta desconectó al Barça y le pasó por encima. Primero lo dejó ‘groggy’ y después acabó rematándolo. El centro del campo formado por Busquets, André Gomes y Arda, que tan buen resultado logró en Gijón, no creó juego y apenas conectó con el tridente de delanteros, igualmente el mismo del Molinón. A Rafinha no le salió nada, Suárez apenas entró en juego y Neymar hizo la guerra por su cuenta.
El conjunto vigués, con un 4-2-3-1 clásico, fue un vendaval por las bandas después de cada pérdida de un centro del campo culé que hacía aguas. el primer gol llegó tras un mal pase de Ter Stegen a Busquets, que, sorprendido por la cesión del meta, no llegó al balón. Radoja recuperó y cedió en profundidad a Pione Sisto, que había ganado la espalda a Jordi Alba, en posiciones de ataque, y encaró a Ter Stegen, al que batió cruzando el balón.
No habían pasado diez minutos cuando, ante el desconcierto del Barça, una pérdida de Suárez en ataque propició un balón largo a Aspas. Busquets no rechazó bien y el delantero en caró y superó a Piqué y marcó el segundo. El tercero, inmediatamente después, fue un autogol de Mathieu al intentar rechazar un centro de Wass. El Barça estaba KO.
Piqué e Iniesta fueron la clave de la reacción del segundo tiempo. La entrada de Andrés por un espeso Rafinha, pasando Arda al extremo, dio sentido a la medular y Gerard fue un coloso atrás y delante. Un córner en corto con centro de Iniesta fue rematado de cabeza por el central barcelonista para poner el 3-1. Y seis minutos después, un pase interior de Iniesta a André Gomes acabó en penalti de Sergi Gómez al portugués.
El penalti fue muy dudoso. Más bien no lo era. Sí lo hubo, en cambio, sobre Neymar en una jugada posterior, poco después de que el brasileño hubiese puesto el 3-2 en el marcado aprovechando la pena máxima.
La ‘Stenegada’ del día cortó de raíz esa reacción. El meta alemán controló un balón dejando que se acercara Pablo Hernández. Tanto le dejó, que cuando quiso hacer un pase por encima el balón rebotó en el mediapunta celtiña y acabó en el 4-2. El gol postrero de Piqué, a centro de Denis fue insuficiente para salvar los muebles. Al menos salvó la dignidad del campeón.
Crónica publicada por Joan Poquí, MD.com
Fuente fotos: www.mundodeportivo.com y www.laopiniondemalaga.es
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