El Barça con un gran Neymar sabe sufrir para llegar a la final
Neymar (2) y Suárez sellan el pase ante un peleón Villarreal que baja los brazos tras la justa expulsión de Pina
Para jugar una final hay que saber sufrir. Lo ha hecho el Barça en El Madrigal, más de la cuenta en algunas fases del encuentro, y el 30 de mayo peleará por la Copa del Rey. El 1-3 no hizo justicia a lo sucedido en la vuelta de la semifinal ante un Villarreal que se dejó la piel en busca de remontar el 3-1 de la ida, pero sí a los 180 minutos de la eliminatoria. Los goles de Neymar (2) y Luis Suárez, dos de ellos tras la justa roja directa a Pina en el 64’, eclipsan las dificultades sufridas, personalizadas en la lesión de Sergio Busquets.
El Barça marcó muy pronto. En principio era lo ideal, pero la ventaja en el marcador (0-1), más clara todavía en la eliminatoria (1-4), se convirtió en una trampa. La vida que le dio Neymar al Villarreal fallando el penalti de la ida, el que le paró Asenjo con el definitivo 3-1 en el Camp Nou, se la volvió a quitar en el minuto 3 con un remate con la izquierda al primer toque aprovechando un gran servicio de Messi tras un balón bien movido por Mascherano y Luis Suárez de banda a banda.
Mientras que el Villarreal reaccionó con orgullo y entereza al golpe, como mentalizado de que era algo que podía pasar cuando te enfrentas a un tridente de tanta calidad, el Barça eligió jugar a verlas venir, demasiado contemplativo, con la intención de dormir el juego, pero sin conseguirlo y cediendo demasiados huecos. Si alguno pensó ya en la final, sólo lo sabrá él, pero no es normal que el Villarreal protagonizara seis llegadas peligrosas en los primeros 20 minutos, eso sí, sin la efectividad de la única azulgrana.
El zurdo Cheryshev, motivadísimo y además cedido madridista, buscó el gol hasta en cuatro ocasiones de todas las formas posibles en ese inicio del partido atípico. Con la cabeza, desde lejos con la izquierda, a bocajarro con la derecha y otra vez con la diestra en ese 20’ en el que Ter Stegen salvó el gol con una mano providencial. Vietto, de cabeza en el 11’, y Uche, con un disparo al lateral de la red, junto al poste, se sumaron al acoso y derribo.
Con Vietto y Uche sabiendo jugar entre líneas, el Barça era un flan en defensa y sólo asomó la cabeza en ataque en otro sensacional pase de Messi que esta vez no pudo definir Iniesta en el 25’.
El Villarreal, sin acercarse tanto a portería, sí daba sensación de peligro cada vez que daba tres pases seguidos, pero la ocasión más clara hasta el descanso, o eso parecía, la tuvo Neymar. Se escapó en solitario tras un pase en profundidad de Luis Suárez, pero se entretuvo en esperar a Mario, que le acabó tapando el remate.
Sin embargo, en el 42’ llegó el 1-1 en una jugada desgraciada. Busquets no llegó a interceptar un pase de Pina a la banda y quedó dolorido en el césped. Jaume Costa siguió la jugada y su buen centro lo remató el ex canterazo culé Jonathan dos Santos en el segundo palo. Gol y grave lesión de Busquets, que dejó su plaza a Mathieu para que Mascherano jugara en la media.
Entre la presión del Villarreal, la pasión de la afición que casi llenó El Madrigal y la lesión de Busquets, la segunda parte comenzó con la sensación de que de aquello de pensar en reservar a los apercibidos Mascherano y Luis Suárez para la final, nada de nada. Lo importante era clasificarse, perdiera a quien se perdiera por el camino.
Vietto y Cheryshev siguieron poniendo cerco a la portería de Ter Stegen, que transmitió tranquilidad pese a la que se le venía encima, con Mathieu muy inseguro y Piqué con una amarilla a cuestas por una entrada a Vietto.
Messi apareció en el 54’ para poner a prueba a Asenjo desde fuera del área, pero el gran trabajo de Pina y Trigueros en la media seguía haciendo daño a un Barça algo más concentrado, pero todavía desconocido.
En el 64’ llegó la jugada llamada a marcar la eliminatoria. Pina, que había lesionado de forma involuntaria a Busquets en la jugada del 1-1, en esta ocasión puso todo de su parte para cazar a Neymar por detrás, una patada feísima que le costó la justa roja.
Con 10, el cansancio del gran partido realizado pasó factura al Villarreal, que ya dejó pasillos atrás ideales para las contras del Barça. Neymar volvió a dormirse en la primera, que le acabó sacando Asenjo (71’), pero en el 73’ Luis Suárez no perdonó en un envío largo de Mascherano, dribló a Asenjo y logró el 1-2 a portería vacía, todo con la izquierda y aguantando el cuerpo a cuerpo con Musacchio. Un gran gol de ‘9’. Y Neymar, tras un graan servicio de Xavi, sentenció de cabeza casi al final.
Crónica publicada por Javier Gascón, MD.com
Fuente fotos: www.mundodeportivo.com, www.laopiniondemalaga.es y www.marca.com
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