1-1: Un Barça, con dos caras, empata ante el Mallorca en el Camp Nou
El Barça se ha dejado dos puntos fundamentales en el partido que este domingo ha disputado contra el Mallorca (1-1). El empate ante el equipo de Laudrup no es sumar un punto sino perder un par, necesarios en una competición de regularidad como la Liga BBVA. Lo cierto, no obstante, es que el Barça ha mostrado dos caras: en el primer tiempo, un juego dinámico, veloz y triangulado; mientras que en el segundo tiempo, el equipo de Guardiola ha estado espeso, gris y poco cerebral.
Debía ser un buen homenaje de este equipo al mítico equipo de les Cinc Copes, que ha sido homenajeado en los prolegómenos del partido junto al malogrado Manchón. Debía ser así y los primeros minutos han sido un buen homenaje al buen fútbol. El equipo de Guardiola ha mostrado un buen ritmo en los primeros minutos. Bojan y después Messi han tenido inspiración ya desde los primeros minutos. No se valía buscar excusas por las bajas en ataque. Krkic en el minuto 10 ha puesto a prueba a Aouate y Messi, con su movilidad, ha dejado en más de una ocasión en "fuera de juego" la defensa bermellona.
En los primeros veinte minutos la actividad en ataque del Barça era fabulosa. Media docena de córners y otras tantas ocasiones ante la portería de Aouate. Tanto fue el Barça a la puerta del Mallorca que al final se rompió la red balear con una buena jugada de Alves, que desde la banda derecha se fue centrando para dar un bonito pase a Pedro, que dejó de espuela a Messi. El Balón de Oro "no tuvo más remedio" que sacarse un disparo raso para marcar el primer gol azulgrana. Sí, fácil, parece fácil de hacer, aunque esta juergas futbolísticas son difíciles de repetir si no es en una pantalla táctil. El Barça juega de memoria y a pesar de la circunstancial baja de David Villa el conjunto de Guardiola se ha mostrado impactante en el área rival.
El conjunto de Laudrup ha aplicado el "laissez-faire" ante el Barça. No siendo rácano en ataque e intentando cortar las diagonales, pases y jugadas que los once azulgrana intentaban. De acuerdo, el ataque Messi-Pedro-Bojan ha sido la punta de lanza pero ha sido un partido de buen juego coral. No se ha notado la baja de Xavi Hernández en el centro del campo azulgrana en los primeros minutos. La circulación de balón en el césped ha sido elevada con Iniesta en el timón del equipo de Guardiola. Pero siempre hay un 'pero' o varios.
Mayor eficacia
Más movilidad e intensidad del Barça es imposible. Más eficacia, sí. Lo que Guardiola pide a sus jugadores no es machacar a los rivales, sino poner tierra por medio a los rivales en el marcador. El Mallorca, a cinco minutos para el descanso a puesto otra vez en aprietos al Barça con una doble jugada. Primero, Cavenaghi y Castro han puesto el susto en el área del Barça. En el córner siguiente, Valdés no ha podido evitar que Nsue rematara de cabeza y pusiera el empate en el marcador. A partir de ahí, los problemas.
En la segunda parte, el Mallorca de Laudrup ha salido más contenido, más cerrado y buscando el nerviosismo del Barça con el marcador igualado. Las líneas del Mallorca se han juntado y al equipo azulgrana le ha costado mucho trenzar entre la maraña balear. Messi ha bajado más su posición y el ataque del Barça se ha resentido.
Webó y Nsue han puesto en compromiso la defensa azulgrana y la portería de Víctor Valdés. El Mallorca, aunque con un Laudrup no excesivamente participativo en la banda, se ha ido creciendo, jugando de tú a tú al Barça. A medida que el conjunto del danés iba posicionándose, el Barcelona íba perdiendo cabeza, empujando más con el corazón que con la cabeza. Mal recurso este para un conjunto basado en la técnica y el tiralíneas. Este panorama no ha mejorado con las cambios de Pep. Nolito, Thiago y Jeffren han aportado frescura pero no liderazgo.
Dos puntos menos y a los vestuarios. Un palo de Bojan ha podido decantar el marcador finalmente pero no ha sido así. Lo frustrante del empate del Barça no son sólo los puntos perdidos sino que el rival no ha puesto el autobús en su área, ni lo ha intentado. Ha sabido jugar en el Camp Nou con un juego no excesivamente brillante pero efectivo. Los pecados del Barça son diversos. No sé si llegan a siete, pero a la falta de efectividad, cabe añadir la desorientación en algunos tramos del partido y la cabeza fría para afrontar situaciones límite. Por cierto, el césped y las raíces cortas del Camp Nou tampoco ayudan.
Crónica publicada por Miquel Pellicer - 03/10/2010 21:00
El Barça se ha dejado dos puntos fundamentales en el partido que este domingo ha disputado contra el Mallorca (1-1). El empate ante el equipo de Laudrup no es sumar un punto sino perder un par, necesarios en una competición de regularidad como la Liga BBVA. Lo cierto, no obstante, es que el Barça ha mostrado dos caras: en el primer tiempo, un juego dinámico, veloz y triangulado; mientras que en el segundo tiempo, el equipo de Guardiola ha estado espeso, gris y poco cerebral.
Debía ser un buen homenaje de este equipo al mítico equipo de les Cinc Copes, que ha sido homenajeado en los prolegómenos del partido junto al malogrado Manchón. Debía ser así y los primeros minutos han sido un buen homenaje al buen fútbol. El equipo de Guardiola ha mostrado un buen ritmo en los primeros minutos. Bojan y después Messi han tenido inspiración ya desde los primeros minutos. No se valía buscar excusas por las bajas en ataque. Krkic en el minuto 10 ha puesto a prueba a Aouate y Messi, con su movilidad, ha dejado en más de una ocasión en "fuera de juego" la defensa bermellona.
En los primeros veinte minutos la actividad en ataque del Barça era fabulosa. Media docena de córners y otras tantas ocasiones ante la portería de Aouate. Tanto fue el Barça a la puerta del Mallorca que al final se rompió la red balear con una buena jugada de Alves, que desde la banda derecha se fue centrando para dar un bonito pase a Pedro, que dejó de espuela a Messi. El Balón de Oro "no tuvo más remedio" que sacarse un disparo raso para marcar el primer gol azulgrana. Sí, fácil, parece fácil de hacer, aunque esta juergas futbolísticas son difíciles de repetir si no es en una pantalla táctil. El Barça juega de memoria y a pesar de la circunstancial baja de David Villa el conjunto de Guardiola se ha mostrado impactante en el área rival.
El conjunto de Laudrup ha aplicado el "laissez-faire" ante el Barça. No siendo rácano en ataque e intentando cortar las diagonales, pases y jugadas que los once azulgrana intentaban. De acuerdo, el ataque Messi-Pedro-Bojan ha sido la punta de lanza pero ha sido un partido de buen juego coral. No se ha notado la baja de Xavi Hernández en el centro del campo azulgrana en los primeros minutos. La circulación de balón en el césped ha sido elevada con Iniesta en el timón del equipo de Guardiola. Pero siempre hay un 'pero' o varios.
Mayor eficacia
Más movilidad e intensidad del Barça es imposible. Más eficacia, sí. Lo que Guardiola pide a sus jugadores no es machacar a los rivales, sino poner tierra por medio a los rivales en el marcador. El Mallorca, a cinco minutos para el descanso a puesto otra vez en aprietos al Barça con una doble jugada. Primero, Cavenaghi y Castro han puesto el susto en el área del Barça. En el córner siguiente, Valdés no ha podido evitar que Nsue rematara de cabeza y pusiera el empate en el marcador. A partir de ahí, los problemas.
En la segunda parte, el Mallorca de Laudrup ha salido más contenido, más cerrado y buscando el nerviosismo del Barça con el marcador igualado. Las líneas del Mallorca se han juntado y al equipo azulgrana le ha costado mucho trenzar entre la maraña balear. Messi ha bajado más su posición y el ataque del Barça se ha resentido.
Webó y Nsue han puesto en compromiso la defensa azulgrana y la portería de Víctor Valdés. El Mallorca, aunque con un Laudrup no excesivamente participativo en la banda, se ha ido creciendo, jugando de tú a tú al Barça. A medida que el conjunto del danés iba posicionándose, el Barcelona íba perdiendo cabeza, empujando más con el corazón que con la cabeza. Mal recurso este para un conjunto basado en la técnica y el tiralíneas. Este panorama no ha mejorado con las cambios de Pep. Nolito, Thiago y Jeffren han aportado frescura pero no liderazgo.
Dos puntos menos y a los vestuarios. Un palo de Bojan ha podido decantar el marcador finalmente pero no ha sido así. Lo frustrante del empate del Barça no son sólo los puntos perdidos sino que el rival no ha puesto el autobús en su área, ni lo ha intentado. Ha sabido jugar en el Camp Nou con un juego no excesivamente brillante pero efectivo. Los pecados del Barça son diversos. No sé si llegan a siete, pero a la falta de efectividad, cabe añadir la desorientación en algunos tramos del partido y la cabeza fría para afrontar situaciones límite. Por cierto, el césped y las raíces cortas del Camp Nou tampoco ayudan.
Crónica publicada por Miquel Pellicer - 03/10/2010 21:00
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