Los duelos entre el Barcelona y el Atlético de Madrid suelen presentarse plagados de goles. La semifinal copera no falló a la tradición, aunque seguramente el guión no fue el esperado. Un inicio sorprendentemente goleador del Atlético, con tantos de Álvarez y Griezmann, obligó al conjunto de Flick a desplegar todo su potencial ofensivo. Antes del descanso, Pedri, Cubarsí e Iñigo habían remontado, como si el espíritru de 'Macanudo' Pizzi hubiese hecho de las suyas en cuarenta y cinco minutos arrolladores. El segundo tiempo, sin embargo, presentó un duelo de tú a tú entre dos equipos que buscaron la portería rival en un choque de alternativas que deja la eliminatoria abierta para la vuelta. Lewandowski ponía al Barça dos por delante, pero Marcos Llorente acortó distancias y en el descuento, como en LaLiga, Sorloth apuntilló. Empate a goles (4-4) y a remontadas. El partido acabó como había empezado, con el Atlético en el área del Barça, y decidirá el Metropolitano.
El Barcelona salió dormido, sin sospechar que el Atlético le iba a buscar con la determinación que exhibió en un arranque atacante demoledor. Pero, en cuanto se vio con dos de ventaja, Simeone pensó que era el momento de encerrarse en su parcela, que es lo que muchos esperaban que hubiese hecho desde el minuto uno. El conjunto barcelonista le atropelló entonces en una gran reacción para completar un enorme primer tiempo. El descanso interrumpió la tunda al Atlético.
Salió el Atlético inesperadamente al ataque, con un Julián Álvarez demoledor, en un partido con diversas fases. Reaccionó el Barcelona, con los regates de Lamine Yamal en banda, la magia de Pedri entre líneas y la solvencia de los dos centrales, Cubarsí e Iñigo, con un gol cada uno, en sendos córners. Y, tras el descanso, otro partido, de poder a poder, en el que emergieron de nuevo Cubarsí e Iñigo, un Szczesny cada vez más seguro e incluso aclamado por el público y, por supuesto, un Lamine Yamal que destrozó a la zaga colchonera antes de la no menos inesperada reacción final matlética.
Cuando se anunciaron las alineaciones, la gran sorpresa fue la inclusión de Ferran Torres, con rotación de Lewandowski. El 'Tiburón' había sido protagonista en el partido anterior de Copa, en Mestalla. Esta vez demostró por qué su entrenador le da partidos, al generarse dos claras oportunidades al espacio, pero no jugó con la dentadura tan afilada y él mismo las desperdidió, una con 0-2 y otra ya con el empate a dos. La presencia de Frenkie de Jong fue la otra gran novedad, en este caso más esperada, con Dani Olmo en la mediapunta.
Un arranque tan fuera del guión previsto como demoledor por parte del Atlético puso la eliminatoria patas arriba desde el primer minuto. En veinte segundos, una vertiginosa transición colchonera obligó a Szczesny a enviar forzadamente a córner a chut de Julián Álvarez. En el saque de esquina, Griezmann combinó con De Paul y el centro del francés desde la derecha lo bajó de cabeza Lenglet para que Álvarez remachase a gol.
Todo el partido por delante para que el Barcelona despertase. Pero aún estaba en pleno bostezo cuando Griezmann puso más energía que en sus dos años como azulgrana y marcó el 0-2. Pase muy malo de Koundé a un De Jong que la esperaba al pie, intercepción de De Paul y contra veloz de Julián, que asistió a Griezmann para que el galo encarase a 'Tek' y le superase.
Al público de Montjuïc le costaba reconocer en el Atlético al rival que dos meses atrás había sido superado en todos menos en los goles. Pero fueron diez minutos. Del mismo modo que se había transformado en un equipo vertiginoso en ataque, el Atlético se encerró y, sin Oblak, dejó de ser una fortaleza defensiva. El Barcelona despertó. Diez minutos tarde, pero se activó. Ferran, el 'nueve' por sorpresa, erró ante Musso pese a tener espacio y tiempo y pese a que, corriendo al espacio a pase de Raphinha, había exhibido sus virtudes. El que no falló fue Pedri, que remató en el área el 'pase de la muerte' de Koundé, resarcido de su error en el 0-2 al entrar en profundidad para recibir un gran pase de Lamine Yamal.
La primera remontada
La igualada llegó más deprisa de lo que había marcado el Atlético el segundo. Cu-Cu-Cubarsí remató impecablemente de cabeza, superando a Barrios, un córner lanzado por Raphinha. Y Ferran, poco después, volvió a perdonar, tras luchar intensamente por un balón y tropezarse al ir a rematar cuando ya había sorteado a Musso. Transcurridos poco más de veinte minutos, vuelta a empezar. Y a poco del descanso, la remontada.
Por la derecha, el destrozo que le estaba haciendo Lamine Yamal a Javi Galán era de época. Raphinha botó un córner que el extremo había forzado, con túnel incluido al lateral, e Iñigo Martínez remató de cabeza a gol, con el Atlético protestando por un bloqueo. ¡Menuda pareja de centrales titular tiene el Barça!
Intentando repetir el arranque de partido, el Atlético salió vertical tras el descanso y Szczesny se lució en un mano a mano con Griezmann antes de que el Barça fuese a recuperar el mando del juego. No era, sin embargo, el rodillo del primer tiempo y el partido se convirtió en un entretenido intercambio de golpes, con Lamine Yamal reclamando penalti del recién incorporado Lino.
Totalmente desatado, ahí emergió un Lamine Yamal descomunal. Recibió un pase extraordinario de Pedri, desbordó a su nuevo marcador, Reinildo, tras la sustitución de Javi Galán, y asistió a Lewandowski, de 'nueve', que no perdonó. Pero no se rindió el Atlético y llegó su propia remontada. Marcos Llorente recortó en una acción vertiginosa. En el último suspiro, resbalón de Koundé (otra vez) y gol de Sorloth, otra vez; ya fue verdugo en el descuento en Liga y ahora también en Copa.
Crónica publicada por Joan Poquí, MD.com
Fuente fotos: www.mundodeportivo.com y www.laopiniondemalaga.es
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