Un partido que parecía encarrilado, perfecto para distensionar de cara al Clásico, se complicó, y de qué manera, con un gol del Shakhtar cuando quedaba menos de media hora para el final y el Barcelona no había cerrado el marcador con el tercero. Y peor se pusieron las cosas, en clave de futuro inmediato, con la lesión de Joao Félix. Habían marcado Ferran y Fermín cuando el exceso de relajación provocó el gol de Sydakov, que hizo que se encendieran las alarmas. Final feliz con sufrimiento y peaje para el Clásico.
No había espacio para las reservas y Xavi no las hizo. Repitió Iñigo, Araujo tuvo su primera titularidad después del parón y volvió Lamine Yamal, algo a medio gas y sin la frescura con la que había roto en partidos anteriores. El protagonismo juvenil fue, esta vez, para Fermín, que fue el indiscutible protagonista azulgrana del partido. Fue la energía de un Barça que por momentos daba la sensación de ir al ralentí.
Buena primera hora de partido antes de pasar a un tramo final con angustias inesperadas, después de dos chuts al palo de Fermín, un gol anulado también a Fermín y un partido con un solo color: el azulgrana. Después del 2-1, un partido distinto, ante un rival resucitado. Tocaba .
Otra cosa aparentaba el partido en los primeros minutos. El Shakhtar salió sin complejos, decidido a mimar el balón cuando lo tenía y a buscar la portería del Barcelona a través de posesiones largas y juego combinativo, iniciando las jugadas en su portero. Pero sin 'punch'.
No jugaba el Barcelona con mucha rapidez en el manejo del balón, pero sí se aplicaba en las recuperaciones, especialmente un Oriol Romeu espoleado por algunas pérdidas en los últimos partidos. Presionó arriba y con contundencia. Una de sus recuperaciones en la frontal del área ucraniana derivó en oportunidad de Fermín, que recibió y recortó a su marcador en el interior del área, pero remató flojito con todo a favor, lo que permitió al meta Riznyk rechazar con el pie.
Cada vez que el Barcelona pisaba área se mascaba el peligro, pese a que no acababa de mostrarse afilado con el balón. Así, las ocasiones fueron cayendo del lado azulgrana. Una internada de Cancelo, enj tuya-mía con Fermín, acabó con remate a puerta del luso que detuvo otra vez el meta cuando Gündogan esperaba el remate.
A por el gol
Así, se iba mascando el gol y finalmente llegó. Centro de seda del alemán al área, control de Fermín con el pecho y volea a la media vuelta a la vieja usanza que pegó en el larguero. El ‘Tiburón’ Ferran, ya decisivo en Oporto, cazó el balón solo en el área y no perdonó con otra volea inapelable.
La Masia volvía a ser protagonista en la persona del joven barcelonista del Campillo (Huelva). Fermín estaba cuajando un partidazo: movía el balón, buscaba pasillos para entrar en el área, creaba ocasiones y ya había tirado al poste. En plena ebullición de su juego, recibió un balón de Ferran tras inicio de jugada de Iñigo (como en el gol ante el Athletic y en la jugada con Joao y Marc Guiu), recortó a su marcador y mandó con la derecha un chupinazo ajustado al poste que, esta vez sí, se coló tras dar en la madera.
Buena ventaja en el marcador, pero insuficiente todavía para que los muchachos de Xavi iniciase ya la previa del partido contra un Madrid que ya llevaba un día entero en casa, recargando baterías. El meta Ryznik rechazó un cabezazo acrobático de Joao Félix, lesionado poco después, y al cabo de un rato Ferran volvió a marcar, pero en fuera de juego en la recepción.
O marcaba el tercero o el partido podía complicarse. Y esto es justo lo que pasó. Con el equipo azulgrana sesteando, una combinación en la media entre Sydakov y Azarov acabó en internada, con el flanco derecho de la defensa desguarnecido y Romeu superado en carrera, y remate ante un Ter Stegen impotente.
Tantas cosas hizo Fermín que hasta le anularon un gol, con un cabezazo impecable, por fuera de juego de Ferran en el inicio de la jugada. Y, después de haberla mandado al palo en el primer tiempo con la izquierda, en la segunda parte lo hizo con la derecha. El Barça no marcó al Shakhtar, que resucitó. Ter Stegen tuvo que despertar de la siesta, Marc Guiu despejó en su primera acción y hasta Casadó achicó un balón, con alguna transición peligrosa del Barcelona, que acabó pidiendo la hora tras haber podido golear.
Crónica publicada por Joan Poquí, MD.com
Fuente fotos: www.mundodeportivo.com y www.laopiniondemalaga.es
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