Dos goles de Sergi Roberto, nada más comenzar, y Memphis, un golazo, resolvieron para el Barça la papeleta de la visita del Getafe, un partido a priori asequible que se complicó y que acabó convertido en un pequeño calvario para llegar al parón de selecciones con la tranquilidad de los tres puntos pero con algunas dudas. El ex azulgrana Sandro logró un gol que generó inquietud y el conjunto de Koeman necesitó de la energía de Gavi y Nico, además de Dest, para acabar de amarrar los puntos. Aportaron clarividencia, energía y autoestima cuando el Barça se hundía en sus propias dudas.
El Barça fue de menos a más y el Getafe se encontró con un equipo azulgrana que no cerró un partido que se le había puesto de cara desde el inicio. Koeman apostó por la pareja de centrales esperada, Araujo-Lenglet, y dio la titularidad a Emerson por Dest, experimento que no salió bien. El equipo comenzó bien, tuvo mucho acierto con dos goles en dos ocasiones, y después se fue apagando hasta que Koeman reaccionó y puso en acción a Dest, Gavi y Nico.
Un gol rápido de Sergi Roberto impulsó un inicio esperanzador del Barça, con movimientos corales rápidos, intensos y solidarios. Con Memphis por el centro con la libertad de movimientos del ‘falso nueve’, el conjunto azulgrana dominó al Getafe, tuvo el balón y lo movió con criterio. Así, Memphis, situado entre líneas, abrió hacia Jordi Alba, que centró al interior del área pequea, Braithwaite dejó pasar y Sergi Roberto, llegando desde atrás, inauguró el marcador con un remate inapelable.
Inspirado Sergio Busquets como medio centro con De Jong ubicado como interior izquierdo, ambos constituyeron la sala de máquinas azulgrana en ese buen inicio, con los laterales para Alba y, por la derecha, Emerson en lugar de Dest. Sin embargo, el partido se fue enrareciendo. Primero, con interrupciones por molestias de jugadores. Después, con encontronazos, como uno de Lenglet con Enes Unal y otro de, incomprensiblemente, Aleñá con Sergio Busquets.
El juego se desaceleró, el Getafe no se desanimó y el Barça topó con un oportuno gol del equipo madrileño, pergeñado por dos ‘ex’ con ánimos de revancha, con cierta pasividad de los jugadores azulgranas. Janko inició jugada por la izquierda tras un pase largo de Ter Stegen a Griezmann que acabó en pérdida. Janko encontró a Sandro, que desde la izquierda hizo una pared con Aleñá, que le devolvió el balón de primeras para que Sandro mandase un chut ajustado al fondo de la portería, gol con celebración que no gustó al público.
Con muy poco, una vez más, le hacían gol al Barça, pero ahí estaba Memphis, que fue el encargado de desencallar una situación que incomodaba a los azulgranas. Tras recuperación de Busquets, De Jong pasó en profundidad el balón a Memphis, que controló en el área y, frente a Iglesias, amagó, hizo dos bicicletas y se sacó de la chistera un latigazo con la pierna derecha que se coló como un obús que entró entre el portero y el poste.
Segundo tiempo muy flojo
El gol de Memphis había salvaguardado la ventaja del Barça en un primer tiempo irregular, pero el arranque no mejoró las sensaciones. Con cambio de sistema tras el descanso en el Getafe, que pasó a jugar con tres centrales contra la tripleta atacante del Barça, el conjunto madrileño consiguió cambiar el escenario y tomar la iniciativa, sin que Koeman reaccionase hasta bien entrado el segundo tiempo . Una pérdida de Emerson generaba un primer susto en chut de Janko que Ter Stegen desvió a córner. Emerson compensó el error, poco antes de ser sustituido, al evitar un remate de Aleñá, lento, dentro del área, cuando se mascaba el empate.
El Barça no se parecía en nada al del inicio del partido, enganchado entre imprecisiones, pérdidas de balón e incluso decisiones estrambóticas del árbitro, como una tarjeta a Memphis sin explicación posible. Todas las faltas eran tarjeta. En cambio, quedó impune el trompazo de Janko que lesionó a Sergi Roberto, acción que generó también la entrada de Gavi y de Nico, por un Braithwaite que también cayó lesionado en un momento de desbarajuste.
Vuelve la luz
Dest reavivió al Barça, junto con Nico y Gavi, que volvieron a poner luz en la oscuridad. Dest se situó como extremo tras la entrada de Mingueza por Griezmann, al que no hay manera deque le salga algo. Un centro suyo fue rematado acrobáticamente por Memphis ligeramente alto, poco después de un gol anulado a Araujo, una vez más mejor defensa, por fuera de juego claro. Entre Dest, Gavi y Nico dieron nuevos bríos al Barça.
Crónica publicada por Joan Poquí, MD.com
Fuente fotos: www.mundodeportivo.com y www.laopiniondemalaga.es
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