Barça 1 - Real Madrid 3 (Ida Supercopa de España) (13-08-2017)


1-3: El Madrid casi sentencia la Supercopa

Un autogol de Piqué condicionó el partido, el Barça sólo fue eficaz de penalti y Cristiano marcó un golazo pero fue expulsado

El Madrid ganó media Supercopa en el estreno de la temporada en el Camp Nou. Tras un inicio muy equilibrado, el primer Clásico oficial de la temporada se encendió en la segunda parte por un autogol de Piqué. A partir de ahí, con cuarenta minutos por delante, al Barça le faltó capacidad de reacción, pero una decisión arbitral puso pasión de Clásico a un partido poco vibrante hasta entonces. Messi empató de penalti inexistente, pero a la contra el Madrid hizo mucho daño y sentenció con dos golazos: uno de Cristiano, antes de ser expulsado por doble amonestación, y otro de Asensio, ya en el minuto noventa.

Un Barça sin chispa y con pocos recursos no fue capaz de aprovechar los cuarenta minutos que tenía desde el 0-1 para empatar. N i siquiera supo aprovechar los diez últimos, en los que jugó con uno más por dos ridículas tarjetas a Cristiano: una por quitarse la camiseta y lucir palmito tras marcar (un golazo, eso sí) y otra por tirarse ante Umtiti buscando el penalti.

No hubo sorpresas en el once de Valverde. Fue el mismo del Gamper. Sí la hubo en la indumentaria del Madrid, que boicoteó a los daltónicos. Salió con un color inclasificable, entre verde y un extraño pastiche como de río contaminado. Oficialmente, ‘azul turquesa’. La segunda sorpresa, aunque esperada por el rumbo que ha ido adquiriendo el juego del Madrid en los últimos tiempos, fue la disputa que el Madrid hizo del control en el centro del campo, con un 4-4-2 en el que Isco manejaba el timón, pero muy escorado a la izquierda.

Lo que no cambia, luzca el color del uniforme que luzca, es la ruindad del juego sucio de Casemiro. Quince segundos tardó en hacer la primera falta, sobre Rakitic, y veinte en ser amonestado, tras una entrada durísima sobre Messi ante la cual De Burgos Bengoetxea, que poco antes se había comido unas manos en el área de Carvajal a centro de Deulofeu, no tuvo más remedio que enseñarle la amarilla. Kovacic fue desde ese momento la sombra de Leo.

El juego del primer acto fue una disputa en la media, con pocas ocasiones de gol y un Barça generoso en las ayudas defensivas, un aspecto en el que estuvo muy activo Deulofeu. El Barça llegó con un chut de Suárez tras combinar con Messi y una internada de Aleix en que no vio a Suárez, además de una falta lanzada por Leo. Sin embargo, los de Valverde sufrieron en pérdidas de balón de Ter Stegen, Aleix e incluso Iniesta ante la presión madridista. Pero posicionalmente, el Barça estuvo sobresaliente. El Madrid tampoco fue pródigo en llegadas peligrosas en el primer tiempo, pese a la profundidad de Marcelo y el toque preciso de Isco. La mejor, un remate de Bale a centro de Isco que Ter Stegen rechazó a córner.

Cambio de escenario

Todo cambió tras el descanso. Piqué estaba jugando un partido excelso, en el que llegó a sacar un balón de dentro del área de tacón, en el momento en que tuvo la desgracia de marcarse en propia puerta a centro de Marcelo recién iniciado el segundo tiempo, una acción que condicionó completamente el rumbo del encuentro y descentró a Gerard, que acabó saliendo en la foto de los tres goles.

Jordi Alba sacó balos palos un remate de Carvajal tras jugada de Benzema que pudo dejar resuelto el título antes de tiempo. No fue así, pero el guión volvió a los parámetros en los que el Madrid se siente más cómodo: buscando la contra, con Isco y Kroos dominando el juego. Que Valverde no las tiene todas con Deulofeu lo demuestra el hecho de que fue sustituido por Denis Suárez como reacción. El gallego y Sergi Roberto, por un fatigado Iniesta, fueron los revulsivos, en busca de más intensidad y juego por las bandas.

Un paradón de Ter Stegen a chut de Marcelo y un gol anulado a Cristiano por fuera de juego claro permitieron al Barça llegar vivo a la jugada de la caída de Suárez ante Navas, que no llegó a tocar al uruguayo. Messi no falló, pero a la contra el Madrid fue letal con un golazo de Ronaldo, colocando el balón en la escuadra ante la oposición de Piqué. Ronaldo vio tarjeta por quitarse la camiseta y, poco después, veía la segunda por piscinazo ante Umtiti buscando el penalti.

Marco Asensio dio la puntilla con otro golazo a la contra y por la escuadra, casi calcado al de CR7. También tenía delante a Piqué, pero Asensio chutó con la izquierda y la clavó enla escuadra derecha. Cristiano, al revés. Al Barça le hará falta un milagro en el Bernabéu.

Crónica publicada por Joan Poquí, MD.com







































Fuente fotos: www.mundodeportivo.com y www.laopiniondemalaga.es
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