Remontada ante el Eibar y aviso para la Copa
Messi completó el 4-2 con un soberbio gol que cierra una Liga irregular tras noventa minutos con más pasión que juego
Luis Enrique se despidió del Camp Nou con remonatada cuando nadie sospechaba que iba a ser necesario remontar ante el Eibar. Un golazo de Messi , el cuarto del Barça, puso el broche al partido y el cierre a una Liga irregular en la que se han alternado pájaras con momentos brillantes y subidones más anímicos que consecuencia del juego. Como el 4-2 de ayer, vamos. No sirvió de nada, pero el conjunto barcelonista remontó y no cierra la Liga con lo que habría sido un sonoro batacazo ante el Eibar. Y estuvo cerca, porque dos goles del japonés Inui habían colocado el 0-2 con menos de media hora por delante. Pero en diez minutos de locura el conjunto azulgrana dio la vuelta al marcador, cuando al conjunto vasco comenzaban a pesarle las piernas. Juncà se marcó en propia puerta tras tiro al poste de Neymar, Suárez rompió en el 0-2 una nefasta serie de ocasiones falladas y Messi transformó el 3-2 de penalti, después de haber fallado otro. Finalmente, puso el 4-2 con un golazo por el que valió la pena todo lo visto hasta entonces.
Lo cierto es que una Liga llena de luces y sombras, tuvo un epílogo coherente con lo vivido a lo largo de treinta y ocho jornadas. El Barça, que ha ganado en las plazas más difíciles, sufrió para encontrar espacios ante un rival modesto como el Eibar, que sacó provecho de su presión alta al comienzo y supo encerrarse con orden después. El conjunto barcelonista tuvo que recurrir al corazón y a su capacidad para cambiar el ritmo de los partidos para levantar un 0-2 ante un Eibar peleón. Sufrimiento, asfixia mental en algún momento y reacción loca.
La presión alta del Eibar encerró de entrada en su parcela al Barça, que tardó diez minutos en dar por iniciado el partido, dificultó su salida de balón y se cobró un gol rápido mediante el japonés Inui, que remató de primeras un centro de Capa desde la derecha. A partir de ahí, el conjunto vasco se encerró y eliminó todos los espacios, lo que esterilizó el dominio de barcelonista.
Sòlo un minuto después del gol de Inui, Suárez comenzó un particular calvario de ocasiones claras malogradas. Se quedó solo ante el meta Yoel tras un error de la defensa y, ante su salida, cruzó demasiado el balón. Más tarde se le anuló un gol por fuera de juego de Jordi Alba, autor de la asistencia, en el momento en el que Iniesta le lanzaba el pase entre líneas. Y, a diez minutos del descanso, después de otro pase de Iniesta, el delantero uruguayo remató en situación casi idéntica a la de su error anterior pero esta vez el meta desvió a córner con la punta de los dedos.
También hubo un posible penalti de Juncà a Neymar cuando el brasileño iba a rematar en el área, pero el Barça generó muy poco en el primer tiempo. No tuvo fluidez en el juego ni encontró la manera de abrir espacios en el muro eibarrés, mientras cualquier pérdida entre líneas generaba nervios y una posible ocasión del Eibar a la contra. De hecho, Peña tuvo el 0-2 en la última acción antes del descanso, pero remató fuera incomprensiblemente tras un mal rechace de Ter Stegen.
Ausente finalmente Piqué por sus problemas digestivos, Marlon volvió a ocupar el eje de la defensa junto a Umtiti. Más presionado que el rival que en Las Palmas, esta vez lo pasó peor.¿Y Messi?, poco participativo en el primer tiempo, como atrapado entre las líneas de presión del Eibar. Quienes intentaron mover el muro fueron Iniesta y Neymar, así como Alba, por la izquierda.
De Neymar fueron las dos jugadas, en ataque estático, que finalizaron con sendos paradones de Yoel a remates de Iniesta en los primeros compases del segundo tiempo. Poco después, Suárez y Messi se quedaron solos ante el meta del Eibar pero, el uno por el otro, la ocasión se desperdició: Suárez, que podía rematar, la dejó a Leo, tal vez condicionado por sus errores anteriores, y el argentino se entretuvo y remató mal.
Remontada en un partido loco
El partido enloqueció cuando se pasó de ese posible empate al 0-2. El Barça flaqueaba y el japonés Inui completó un inesperado doblete al rematar un pase de Enrich que completaba una contra del Eibar. Y, casi a continuación, una nueva internada de Neymar derivó en un remate al palo del brasileño. El rechace pegó en el defensa Juncà y acabó en autogol.
A partir de ahí, el Barça sacó petróleo del caos. Las pulsaciones subieron y al Eibar comenzaron a flaquearle las fuerzas. Messi falló un penalti (ridículo, de chiste, por tropezón de Alba) poco después y Luis Enrique recurrió a Paco Alcácer para poner toda la pólvora sobre el césped. En el descanso, había dado entrada a André Gomes, que volvió a jugar de lateral derecho, por un Sergi Roberto con molestias. Alcácer tenía que remover el gallinero y así fue. Suárez empató con el Eibar embotellado tras un cabezazo de Rakitic y, casi a continuación, Neymar forzó un segundo penalti. En esta ocasión más claro, por entrada de Capa, que además vio la segunda tarjeta, por detrás. Y en esta ocasión Leo no falló. Tampoco en el cuarto, la mejor jugada del partido y que puso el broche final a la Liga de buena manera.
Crónica publicada por Joan Poquí, MD.com
Fuente fotos: www.mundodeportivo.com
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