Neymar, colosal, dinamita a un Rayo enorme
Cuatro goles del brasileño y una asistencia a Suárez sentencian a la contra al conjunto de Jémez, que se ha adelantado en el marcador y ha tenido al Barça contra las cuerdas, a pesar del 5-2 final
Puede estar orgulloso Paco Jémez de su Rayo Vallecano. El 5-2 con el que regresa a Vallecas es más engañoso que nunca en sus duelos con el Barça, normalmente caracterizados por marcadores amplios. Esta vez ha obligado a un Barça con la luz de la reserva encendida a resguardarse en ocasiones casi a la desesperada y a replegarse durante buena parte del partido, sobre todo en la segunda parte. Sobre todo, el Rayo ha obligado a surgir al mejor Neymar, una auténtica furia desatada que con cuatro goles, dos de ellos de penaltis cometidos sobre él mismo, y una asistencia a Suárez, ha sido el percutor que el conjunto barcelonista ha empleado para atar tres puntos imprescindibles a la espera de tiempos mejores.
Y es que el Rayo ha mantenido al Camp Nou en vilo. Primero se ha adelantado en el marcador, después ha apretado a por el empate cuando el Barça se ha puesto 2-1 y no se ha rendido ni siquiera con el 5-1. Ha logrado su segundo gol y ha seguido buscando un tercero que no ha llegado.
El Barça ha logrado los tres puntos gracias a un espíritu combativo que este equipo mantiene y gracias a un Neymar grandioso. El Rayo trianguló, presionó, atacó, con un Lass incansable, un Trashorras al que da gusto ver manejar el balón y con unas líneas juntas y bien dispuestas para tener la pelota. Así las cosas, el Barça ha tenido que explotar su contragolpe letal, apoyado en su jugador actualmente más en forma, Sergi Roberto, que jugando de interior ha armado muchas jugadas a la contra. Y naturalmente, en un Neymar líder que se ha echado el equipo a su espalda y ha dinamitado la retaguardia rayista.
Incluso, en los momentos de más agobio, en la segunda parte, ha sido necesario que Claudio Bravo mantuviese el equipo a flote con tres intervenciones casi milagrosas que han evitado un empate (2-2) que habría sido fatal.
Valiente, el Rayo ha asumido los riesgos que, sin engañar a nadie, su entrenador había anunciado, fiel a sus esquemas. Ha apretado arriba y fruto de esa presión ha llegado el 0-1, a la salida de un córner cedido ya al límite por Mathieu. Tras un saque en corto, Bebé ha centrtado para que Guerra rematase a gol.
En contrapartida, el conjunto de Jémez ha cometido alguna imprecisión que ha pagado muy cara y ha dejado espacios por los que el Barça, con un Neymar majestuoso ejerciendo de líder, ha destrozado su estrategia defensiva. El brasileño, entrando con diagonales diabólicas desde la izquierda, ha hecho añicos al Rayo. Ha forzado dos penaltis, muy claros los dos, y los ha transformado, casi sin tomar carrerilla. el primer, a la derecha de Toño. El segundo, a la izquierda. Engañándolo en ambas ocasiones.
Para quienes sigan con la patraña de que la salvaje agresión colectiva a Neymar por parte de todo el Athletic en la final de Copa estaba justificada, queda la joya del segundo penalti del Barça-Rayo: túnel con bicicleta en el área a Nacho, que le zancadillea. Penalti. Nadie ha ido a regañarle o a azotarle. Es fútbol, aunque le pase el balón por debajo de las piernas (o por encima de Bustinza, que encima le hizo falta no señalada en aquel indigno momento) al defensa.
Igualmente claro había sido el primero, cometido por otro defensa, Llorente, después de un recorte del brasileño en un palmo en el área pequeña. Ha habido más detalles de fútbol de oro de Neymar, como un control de rabona.
El Barça ha tomado ventaja de penalti, pero pudo haber sido a la contra. El conjunto azulgrana se habría ido al descanso con una goleada de escándalo si Rakitic, Suárez y Sandro no hubiesen desperdiciado un auténtico carrusel de ocasiones clarísimas, fruto de esa estrategia atacante del Rayo, solos ante el portero rayista, Toño.
Primero ha aguantado a Rakitic tras pase de Sergi Roberto, a los cinco minutos, para despejar con el pie. Cuatro minutos después, acción casi idéntica ante Suárez, después d eun error en la salida de balón del propio meta y recuperación de Busquets. En el caso de Sandro (ya con 1-1 en el marcador, el delantero canario ha rematado alto, solo ante el meta, y cuando tenía a Suárez desmarcado esperando un posible pase de la muerte. Toño ha completado su gran primera parte rechazando un disparo de Sergi Roberto a pase de Neymar.
Y el brasileño ha sentenciado al Rayo en la segunda parte, cuando el Barça estaba sufriendo, al límite de sus fuerzas, con Bravo evitando el empate y con un Busquets colosal tapando vías de agua. En veinte minutos de taquicardia, Bravo se había lucido ante Guerra y Bebé y había puesto él mismo algo de suspense en un error jugando con el pie. Con el Rayo lanzado en pos del empate, Neymar ha vuelto a desbordar por la izquierda a Dorado, sustituto de un nacho que ya había tenido bastante del brasileño en el primer tiempo, y ha pasado el balón a Suárez. El disparo del uruguayo lo ha rechazado Toño y el propio Neymar ha colocado el 3-1.
La pareja con Suárez ha aparecido para llegar a la ‘manita’: Suárez ha asistido a Neymar en el 4-1 (póker del btrasileño) y ‘Ney’, con un centro sensacional, al uruguayo en el 5-1. Sin duda, un marcador a la altura del partidazo de Neymar, pero muy injusto con el partido del Rayo. Cuando han logrado por fin marcar su segundo gol ya era tarde.
Crónica publicada por Joan Poquí, MD.com
Fuente fotos: www.mundodeportivo.com, www.laopiniondemalaga.es y www.marca.com
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario