Barça 0 - Benfica 0 (05-12-2012)


0-0: El Barça cierra la fase de grupos con un empate y con lesión de Messi

La lesión de Messi ha sido la peor noticia en una noche en que el record de Müller fue más protagonista que el fútbol

Los portugueses, excesivamente duros, sufren el castigo de ir a la Europa League, mientras el Celtic sigue en Champions

Tito Vilanova hizo un equipo extraño, con una defensa improvisada, que no dio un nivel suficiente en Europa

El Barça empató a cero ante el Benfica. Daba igual porque ya era primero de grupo. El equpo de Tito Vilanova deberá esperar a conocer su rival en octavos de final de Champions que saldrá ente el Porto, Arsenal, Milan, Shakhtar y Galatasaray. El sorteo será el próximo día 20 en Nyon. Pero todo ello quedó en segundo término ante la preocupante noticia de la lesión de Leo Messi que abandonó el terreno de juego en la camilla móvil doliéndose de su rodilla. Las primeras noticias no eran del todo preocupantes sobre el estado de Leo Messi, siempre a la espera de un comunicado médico definitivo, que a la postre hizo respirar tranquilo al barcelonisamo al padecer Messi sólo una contusión y no estar descartado para el Betis-Barça del domingo.

Leo Messi, que empezó en el banquillo, salió en al segunda mitad, en busca del dichoso record del ‘Torpedo’ Müller. El crack y el Barça lo pagaron caro. La lesión llegó en una jugada con elportero Artur, pero pudo llegar antes en dos tarascadas de Luizao y Matic que fueron castigadas con tarjeta amarilla y quizá merecieron más castigo. La dureza del Benfica sobró, igual que en el partido disputado en Lisboa. Su castigo fue que se van a la Europa League y se clasifica para seguir en la Champions, el Celtic.

Tito Vilanova pensó en el Betis más que en el partido de Champions, dio minutos a la gente joven de la casa y resguardó a los titulares indiscutibles,. La gestión de las rotaciones sigue siedo ejemplar. Sólo sobró que juagara Messi, pero es lo que todo el Camp Nou pedia a lo largo de la primera parte. Y dejarle ayer sin jugar era casi peor que le lesión que sufrió ante Artur. Leo quería jugar y Vilanova así le dejó.

Equipo sorpresa

Tito Vilanova sacó ante el Benfica un ‘once’ canterano, con seis jugadores jóvenes del ‘planter’ barcelonista. Puyol, Adriano (que jugó de central), Song, Villa, Thiago, con Pinto de portero, completaron un equipo sorprendente. Seguro que en Glasgow, los seguidores del Celtic debieron llevarse las manos a la cabeza. En el banquillo estaban Valdés, Piqué, Busquets y, sobre todo, Leo Messi. Iniesta, Cesc, Xavi, Alba, Pedro o Mascherano quedaron directamente descartados, reservados para el Betis.

El Benfica salió jugando como lo hizo el Athletic de Bielsa, presionando muy arriba y casi en emparejamientos uno contra uno. La diferencia es que en este partido no estaban Iniesta, Cesc, o Messi (de salida) que desequilibraran en jugadas individuales. Tampoco hombres como Jordi Alba que llegaran desde atrás o centrocampistas que dieran pases de oro como hace habitualmente Xavi. Vilanova completó las sorpresas, poniendo a David Villa como nueve auténtico, de delantero centro tradiconal.

El club lisboeta lo aprovechó para meter en su área al Barça. Los blaugrana tenían el balón, pero no salían de su campo. Las oportunidades se fueron sucediendo para un Benfica que mereció en esa primera mitad resolver su pase a la siguiente fase de la Champions.

Pinto, decisivo

Pinto debió trabajar a fondo. Primero aguantó bien a un egoísta Rodrigo que se plantó sólo ante el gaditano y en vez de pasar a Nolito, que estaba solo, remató fuera. Luego, Pinto Colorado vio como Lima cabeceaba fuera un excelente centro de Nolito, con un control previo de crack. Pero sus mejores intervenciones fueron desviando al poste un tiro de Lima (31’) y otro de John, tres minutos después. En el remate a la madera, Planas despejó como pudo el balón.

El Barça, en toda esa primera parte, sólo tuvo una oportunidad a los pies de Tello, tras jugada de Song. Luizao se despistó y Cristian se llevó el esférico pero ante la salida de Artuir, se le escapó a su control. Muy poco bagaje ofensivo para el Barça.

El Barça no jugço una buena primera parte. La verdad. No sacó bien el balón desde su improvisada defensa (Montoya, Puyol, Adriano y Planas). No tuvo control en el medio campo ni presionó con acierto a los portugueses. En suma, Villa y Tello apenas si participaron porque no gozaron de balones. Rafinha intentó hacer el trabajo de unir esas dos líneas.

Baste citar que el Benfica ligó nueve buenas jugadas de ataque, mientras que el Barça, sólo una, en esa descafeinada primera parte.

Messi calienta y sale

Nada más empezar la segunda parte, el Camp Nou rugió. Leo Messi salió a calentar por la banda (48’). El público coreó su nombre y el crack se vio obligado a saludar.

Antes de que Leo ingresara en el campo, hubo un intercambio de golpes. Maxi Pereira y Villa obligaron a los dos porteros a intervenir. El remate del Guaje fue el primero entre los tres palos en lo que iba de partido. Los dos equipos se estiraron más, perdieron un poco su orden. El asturiano tuvo su oportunidad (56’) pero en vez de rematar directo, quiso elevar el balón por encima de Artur y le salió un ‘misto’.

Leo ingresó en el campo por Rafinha en el minuto 57. Tito Vilanova estuvo hablando con Messi antes de que entrara en el campo. Nada más pisar el césped, Luizao le hizo un entradón que le volteó. El brasileño vio con justicia la tarjeta amarilla.La sola irrupción de Messi cambió el escenario y desarrollo del partido. Villa siguió de ‘nueve’ y Lionel se colocó a su espalda. Messi tuvo su primera oportunidad de acercarse al record de Gred Müller en el saque de una falta, pero Leo remató fuera (70’).

Tito Vilanova también metió a Gerard Piqué para dar salida al balón desde atrás. El equipo lo agradeció. ‘Piquenbauer’, además, rompía las barreras de los lisboetas en medio campo con sus galopadas hacia el ataque.

La mejor prueba d elo que sentía el Benfica hacia Messi fue ver como hasta siete jugadores le rodearon en una jugada en que Leo no pudo dar el pase a sus compañeros libres, por muy poco.

Leo lo volvió a intentar en otra falta, fruto de otra tremenda tarascada, esta vez de Matic que casi lesiona al argentino, antes del lanzamiento. Sobró esa dureza gratuita del Benfica, igual que sucedió en Lisboa en el partido disputado en A Luz.

Leo trató de marcar en un remate que, tras superar a Artur, el propio portero portugués pudo detener con apuros. El guardameta, de paso, golpeó a Leo que quedó en el suelo, doliéndose del impacto. Fue lo peor de un partido raro, con exceso de viento, con poco fútbol y excesiva dureza.

Crónica publicada por Francesc Aguilar, MD.com



































Fuente fotos: www.mundodeportivo.com, www.laopiniondemalaga.es y www.marca.com
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